Neil Gaiman & Alan Moore: dos de los guionistas de cómics
más influyentes de los últimos tiempos
Que Alan Moore es Dios y Neil Gaiman su profeta es, para muchos aficionados al cómic, un dogma de fe irrebatible. Pero como todos los dogmas de fe, esta afirmación debe ser revisada cada cierto tiempo, y ahora que han pasado varios años desde la publicación de los trabajos más tempranos para DC Comics de ambos (casi tres décadas en el caso del primero, casi veinticinco años en el segundo), es buen momento para echar la vista atrás y tratar de enjuiciar aquellas primeras manifestaciones del talento de estos dos escritores ingleses dentro de las coordenadas del cómic mainstream estadounidense.
Empecemos, por deferencia hacia su talento, edad y orden de aparición, con el genio barbudo de Northampton, cuyas historias más o menos breves con personajes del mundo donde habitan Superman, Batman y compañía se recogen en este El Universo DC de Alan Moore que acaba de publicar ECC. Y comencemos con una aclaración muy pertinente dadas las dudas que pululan por la red: a pesar de que no se cite en la contracubierta (algo que hay que achacar, obviamente, a un descuido de la editorial, dado que se trataría de un estupendo reclamo comercial), el libro sí incluye de forma íntegra La broma asesina, tal y como deja entrever la presencia de ese icónico Joker fotógrafo en su cubierta, nada tramposa en esta ocasión.
El resto del material aquí recogido, y que fue publicado por vez primera entre 1985 y 1987, sí es citado como corresponde en el texto de la contracubierta: son historietas extraídas de Superman Annual 11, Detective Comics 549 y 550, Green Lantern 188, Vigilante 17 y 18, Omega Men 26 y 27, DC Comics Presents 85, Green Lantern Corps Annual 2, Secret Origins 10, Green Lantern Annual 3, Batman Annual 11, Superman 423 y Action Comics 583. Así pues, a estas referencias habría que añadir Batman: The Killing Joke, obra que precisamente sirve para cerrar el presente volumen, hasta alcanzar las trescientas páginas de desbordante talento que conforman la propuesta.
Pero vayamos por orden: ha sido un verdadero placer volver a releer ya por tercera o cuarta vez "Para el hombre que lo tiene todo...", historia en la que los autores de Watchmen, Moore y el dibujante Dave Gibbons, utilizan como pretexto la celebración del cumpleaños de Superman y una visita de cortesía de Wonder Woman, Batman y Robin a la Fortaleza de la Soledad para construir un relato acerca de universos alternativos donde los sueños imposibles de alcanzar se han hecho realidad. Así, el lector descubrirá que, por supuesto, Superman sueña con un universo donde Krypton, su planeta natal, no fue destruido... Para ello, Moore recupera al conquistador interestelar Mongul, creado cinco años antes en las páginas de Adventures of Superman, rescatándolo así del olvido. La presente historia puede verse como un adelanto fidedigno de lo que luego sería capaz de hacer Moore con el Hombre de Acero (como comprobaremos después).
El tomo que nos ocupa, como se demostrará en estas líneas, presenta un perfecto equilibrio entre los relatos cósmicos bigger than life y los más intimistas, de ambientación terrena y atmósfera urbana. Buen ejemplo de ello es el inmediatamente posterior "Olimpiadas nocturnas", historia breve en dos partes donde Moore y el siempre reivindicable Klaus Janson (mejor entintador, pero también un gran dibujante) enfrentan a la pareja formada por Green Arrow y Canario Negro contra otro arquero, un tipo aparentemente corriente llamado Pete Lomax, que ataca a la pareja de superhéroes aprovechándose del cobijo de la oscuridad nocturna.
Sigue la primera historia (de un total de tres) perteneciente a los "Relatos de los Green Lantern Corps": en "Mogo no tiene vida social", Moore y Gibbons introducen como relato mítico -el veterano Tomar-Re se lo relata a la novata Arisia- la historia de Bolphunga, un extraterrestre apodado 'el Implacable' que se propuso terminar con la vida de Mogo, un misterioso miembro de los Green Lanterns... En esta historia, como en otras muchas de las más breves del volumen, el placer que denota su lectura está demasiado supeditado al efecto sorpresa del final o a algún juego lingüístico (o metalingüístico) de los que tanto gustan al autor de V de Vendetta. Por ello, su calado final resulta menor que el de obras de más extensión, aunque no podamos decir sin faltar a la verdad que se trate de historias desdeñables.
Uno de los personajes favoritos del Universo DC para el que esto firma es Vigilante, el justiciero nocturno creado por los veteranos Marv Wolfman y George Pérez bajo cuya identidad se esconde el fiscal del Estado Adrian Chase. Por ello, ha sido un placer descubrir la historia "El Día del Padre", dividida en dos entregas y como su personaje manda el relato más urbano y realista del volumen. Dibujado por Jim Baikie -cómplice de Moore en Skizz-, en sus páginas Vigilante intentará defender a una niña de su padre, acusado de violación y abuso de menores, que ha salido de la cárcel antes de lo previsto por buena conducta.
Siguen más historias breves: "Vidas breves" y "Un mundo de hombres", dibujadas respectivamente por Kevin O'Neill (colaborador de Moore en La liga de los caballeros extraordinarios) y Paris Cullins, son historias del planeta Vega que vieron la luz como complemento de la serie Omega Men. Es particularmente brillante la primera, que ya leí en su día y con la que ha sido un placer reencontrarme, pese a que el citado efecto sorpresa se haya diluido por razones obvias. Por su parte, "Los confines de la jungla" está protagonizada por un Superman enfermo y al borde de la muerte, aunque es vital la aparición del personaje que protagonizó la obra maestra que un año antes había llamado por vez primera la atención del lector estadounidense sobre la figura del guionista: La Cosa del Pantano. En esta ocasión el dibujo corre a cargo de otro colaborador de Moore: Rick Veitch (Tomorrow Stories).
Los otros dos relatos de los Green Lantern Corps son "Tigres" (que vuelve a reunir a Moore y O'Neill y que está protagonizado por el legendario Abin Sur, que antes de morir cedió su anillo de poder a Hal Jordan, el terrestre destinado a convertirse en el mejor del cuerpo de los Green Lanterns) y "En la noche más oscura" (donde Moore y Bill Willingham ejecutan un astuto retruécano acerca de la tradición de los Green Lanterns y los Guardianes de Oa, siendo Katma Tui la protagonista). Entre una y otra historia, el veterano dibujante Joe Orlando se pone al servicio de los textos de Moore en "Pisadas", relato que protagoniza uno de los personajes más misteriosos e inquietantes del Universo DC: El Fantasma Errante.
Sigue la historia "Barro mortal", incluida en un Batman Annual que bajo el lema Villains in love! se centraba en dos historias protagonizadas por villanos y sus particulares relaciones sentimentales. Mientras la historia centrada en el Pingüino estaba realizada por Max Collins y Norm Breyfogle, el presente relato lo firman Moore y George Freeman, y enfrenta a un Clayface desquiciado y enamorado de un maniquí con un Hombre Murciélago que aquí adquiere un rol secundario.
A continuación, y ya para terminar, el lector se encontrará con las dos rutilantes e indiscutibles obras maestras que incluye el presente volumen: "¿Qué fue del Hombre del Mañana?" y La broma asesina. Y un servidor prefiere, todavía hoy, la primera, aunque la segunda goce de más predicamento y popularidad entre los fans... quizá por estar dibujada por el siempre espectacular, y según la leyenda uno de los artistas más lentos, Brian Bolland (Bolland Strips!), o quizá por ser publicada en su día como un especial al margen de las colecciones regulares Batman y Detective Comics.
Y es que esta historia de Superman, comúnmente considerada como la mejor del Hombre de Acero jamás realizada (ahí es nada), fue publicada en su día -en septiembre de 1986- en dos partes en el número 423 de Superman y el 583 de Action Comics; y contó con el dibujo a lápiz de un autor más veterano y mucho menos llamativo que Bolland: Curt Swan, aquí con la ayuda de George Pérez y Kurt Schaffenberger al entintado. El relato en cuestión está ambientado en el futuro, en un lejano (por aquel entonces) año 1997, cuando Metrópolis se ha tenido que acostumbrar a que, diez años atrás, su defensor más poderoso desapareció sin dejar rastro y acabó dándosele por muerto. Lois Lane, ya unida en matrimonio a otro hombre con el que ha tenido un hijo, es entrevistada por un joven periodista del Daily Planet en el que ella trabajaba para un número especial en homenaje al superhéroe en el décimo aniversario de su muerte. Será por boca de Lois que conoceremos qué ocurrió durante los últimos días de vida de Superman: cómo varios villanos aparentemente inofensivos como Bizarro o Metallo decidieron atacar al Hombre de Acero y a los suyos, cómo su identidad secreta quedó revelada ante todo el mundo, y cómo se vio obligado a refugiarse en la Fortaleza de la Soledad junto a sus seres más queridos: así, la propia Lois, Jimmy Olsen, Lana Lang y el director del periódico Perry White junto con su esposa fueron testigos de un complot contra el Hombre de Acero tras el cual parecía estar Brainiac, uno de los enemigos más temibles de la historia de Superman; un villano capaz de controlar al Hombre Kryptonita y al mismísimo Lex Luthor, reducido a una marioneta en sus manos...
"¿Qué fue del Hombre del Mañana?", también conocida con la traducción de "¿Qué le sucedió al Hombre del Mañana?", y que cuenta también con las apariciones especiales de la Legión de Superhéroes del siglo XXX y de Krypto el Superperro, es una historia mítica en dos sentidos: en la medida en que hoy se sigue hablando de ella (muy merecidamente) como un cómic de referencia, y también como un relato que gira alrededor de hechos considerados como míticos por aquellos que una década antes los vivieron en sus propias carnes. Así, Moore y Swan nos ofrecen uno de los mejores tebeos de superhéroes de todos los tiempos, maravillosamente escrito y dibujado, y con algunas de las escenas y los diálogos más memorables de los que jamás ha disfrutado el personaje de Superman desde que fue creado en 1938.
Como decíamos, cierra el volumen la mítica La broma asesina, novela gráfica en la que Alan Moore y Brian Bolland redefinen el origen del villano más temible del Hombre Murciélago: el Joker, el payaso del crimen. Publicada también, como la historia de Superman, en septiembre de 1986 (un mes histórico para el Universo DC, pues), puede verse como el reverso tenebroso de "¿Qué fue del Hombre del Mañana?". Si en esta Moore todavía vierte una mirada benevolente hacia la figura del superhéroe como icono mítico, en La broma asesina incide en los aspectos más oscuros del supuesto héroe, al que muestra como un reflejo del Mal al que se ha propuesto vencer, representado aquí en la figura del psicópata de pelo verde y sonrisa eterna. Una idea sobre la que han vuelto posteriormente multitud de autores, ya sea en el cómic (Grant Morrison en Arkham Asylum, por ejemplo) o incluso en el cine (Christopher Nolan en El caballero oscuro, sin ir más lejos: recuérdese la escena en la sala de interrogatorios).
Más allá del interés del propio relato en sí, que no deja de ser un enfrentamiento más entre Batman y el Joker (aunque como relativa novedad se centre en este último), proviene de su plasmación en viñetas: La broma asesina es un absoluto prodigio de técnica narrativa (algo sobre lo que Moore volvería en Watchmen) que se basa en la simetría entre sus dos personajes y en las transiciones entre los dos tiempos narrativos, presente y pasado, mediante encadenados de viñetas donde las figuras se distribuyen de forma muy similar, como si los recuerdos se reflejaran en el presente y viceversa. El resultado es una increíble lección de narrativa secuencial que sirve aquí para poner fin a un volumen que, por supuesto, es de adquisición obligatoria para todo aficionado al cómic que se precie.
Sigamos con Neil Gaiman: vaya por delante que me parece un guionista por lo general bastante sobrevalorado, y que en los últimos años se ha limitado a vivir de las rentas (artísticas, no necesariamente económicas) de su, este sí, magistral The Sandman. Vaya por delante también que, pese a ello, cualquier historia suya que responda a la calidad media a la que nos tiene acostumbrados es muy superior a la calidad media del 90% de lo que se publica actualmente dentro de los márgenes del mainstream.
Aclarado esto, pasemos a descubrir qué incluye el volumen Leyendas del Universo DC: Neil Gaiman, editado también por ECC y esta vez con un formato exquisito, con cubiertas de imitación de tela y caracteres plateados en bajo relieve. El tomo en cuestión recoge historias aparecidas por vez primera durante un amplio margen de tiempo, desde 1988 hasta 2009, en las publicaciones Secret Origins (Vol. 2) 36, Secret Origins Special 1, Batman: Black and White 2, Green Lantern / Superman: Legend of the Green Flame, Solo 8, Batman 686, Detective Comics 853 y Wednesday Comics.
Las tres primeras historias del tomo pertenecen al universo de Batman -a la postre personaje más recurrente del volumen-, aunque la mayoría focalicen su atención en una pequeña parte de su galería de villanos. Así, el volumen arranca con "Pavana", historia dibujada por un primerizo Mark Buckingham (Fábulas) y protagonizada por Pamela Isley, alias Hiedra Venenosa, en la que sería una de sus primeras apariciones dentro de la cronología interna del Universo DC. Por su parte, "Pecados originales" se centra en El Acertijo, en un relato que a su vez incluye otro dentro de su trama argumental a la manera de las matrioshkas rusas: "Cuando se abre una puerta (El origen secreto del Acertijo)". Si el primero cuenta con los lápices de Mike Hoffman, el dibujo del segundo corre a cargo de Bem 89. En cuanto a los entintadores, son dos nombres de auténtico lujo: Kevin Nowlan y Matt Wagner.
"Un mundo en blanco y negro" es la aportación de Gaiman a la serie Batman: Black and White, donde una nómina espectacular de artistas daban su particular visión del Hombre Murciélago pero siempre recurriendo a la técnica del blanco y negro. En esta ocasión es Simon Bisley (The Authority: Lobo), conocido por su labor con los personajes de Slaine y Lobo, quien se luce en esta historia ambientada en un plató cinematográfico que juega con las convenciones del medio y sitúa a Batman y al Joker como dos actores enfrentados en una eterna, y fingida, batalla entre el Bien y el Mal.
Superman / Green Lantern: La leyenda de la Llama Verde es la primera de las dos historias de extensión considerable que incluye el volumen. Se trata de un guion de Gaiman protagonizado por ambos personajes (aunque también aparecen otros como Blackhawk, Deadman o el Fantasma Errante) que estuvo durmiendo el sueño de los justos durante años en los archivos de DC Comics, porque algunas de las propuestas del escritor inglés no encajaban con el curso que estaban tomando los principales acontecimientos del Universo DC. Una vez el libreto fue recuperado pasado el tiempo, se contó con un plantel de dibujantes de lo más atractivo: Eddie Campbell (From Hell), Mike Allred (X-Statix), John Totleben (La Cosa del Pantano), Matt Wagner (Grendel), Eric Shanower, el veterano Jim Aparo (Aquaman), el citado Nowlan, y Jason Little.
Dos historias más del tomo destacan sobre todo por su apartado gráfico: por su parte, "En la escalera" está protagonizada por Deadman, y supone la colaboración de Gaiman dentro del volumen Solo dedicado al ilustrador Teddy Kristiansen (El cuaderno rojo), cuya labor aquí destaca muy por encima de la aportación narrativa del autor de Objetos frágiles. Cierra el tomo "Metamorfo, el Hombre Elemento", donde Gaiman y un Mike Allred en estado de gracia nos ofrecen un relato protagonizado por este miembro de los Outsiders y serializado en doce entregas de una página, al modo de las series dominicales de los suplementos de los diarios o de los seriales radiofónicos protagonizados por personajes de la era pulp.
Entre una y otra historia, se incluye "¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado?", historia que como su nombre indica homenajea a la mítica "¿Qué fue del Hombre del Mañana?" antes comentada. Si aquel relato de Moore y Swan pretendía ser la última historia de Superman, con esta historia publicada también en dos partes en Batman y Detective Comics, Gaiman y un estupendo Andy Kubert pretenden hacer lo propio con el personaje creado por Bob Kane. A nuestro parecer, y aunque las comparaciones siempre sean odiosas, el relato escrito por Gaiman está a años luz del de Moore... aunque no carezca ni mucho menos de interés. Y puesto que ya lo comenté cuando fue publicado por Planeta de forma independiente, recupero aquellas palabras y ruego por que se me disculpe la autocita: "el autor de Los hijos de Anansi recurre de nuevo a la estructura tan habitual en él, rescatada de clásicos literarios como el Decamerón de Boccaccio o los Cuentos de Canterbury de Chaucer, basada en el relato oral de distintas historias por parte de unos personajes-narradores reunidos en un espacio común (...). El valor de estos relatos orales, claro, es variado, y no acabo de ver, por ejemplo, qué interés puede tener la historia que cuenta Selina Kyle, alias Catwoman, y que abre la sesión. Otra cosa muy distinta supone el relato inmediatamente posterior, contado por Alfred, y de lejos lo mejor de toda la función; como suele decirse, es una narración que justifica por sí sola la lectura de la obra, tratándose de un relato emotivo y sorprendente que redefine la amistad que durante años unió al ex-actor y mayordomo con Bruce Wayne y, de paso, a su némesis definitiva. Pero, finalmente, Gaiman no puede evitar caer en una molesta estructura circular y, sobre todo, en esa filosofía new age que una y otra vez reaparece en su producción más reciente, y que en mi opinión malogra muchas veces su obra literaria al acercarla a la fantasía más soft, algo con lo que un servidor personalmente no comulga. (...) Con todo, el álbum se deja leer y no solo por el buen hacer de Kubert y hallazgos como la mencionada historia de Alfred Pennyworth: Batman es un personaje icónico y, como tal, tiene un peso detrás que para bien y para mal condiciona y mucho cualquier lectura que se haga de cualquiera de sus historias. Y esta, también para bien y para mal, no es una historia cualquiera. Aunque solo sea por eso, vale la pena echarle un vistazo".
Y sí, en general, comparar los dos volúmenes que comentamos hoy puede parecer injusto, al menos para Gaiman, que sale perdiendo con diferencia. Y es que no hay, hasta el momento, absolutamente nadie capaz de hacerle sombra a Alan Moore dentro de las coordenadas del cómic mainstream (algunos dirán que fuera de este tampoco). Pero lo cortés no quita lo valiente, y como decíamos antes la obra de Neil Gaiman, incluso en sus momentos menos afortunados, no carece de todo interés. Así pues: se recomienda la lectura de Leyendas del Universo DC: Neil Gaiman, porque la de El Universo DC de Alan Moore se recomienda por sí sola. Y si estuviera en nuestra mano, sería lectura obligatoria.
Título: El Universo DC de Alan Moore
Autores: Alan Moore (guion) / Varios autores (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: agosto de 2012
304 pp. (color) - 25 €
Título: Leyendas del Universo DC: Neil Gaiman
Autores: Neil Gaiman (guion) / Varios autores (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: junio de 2012
192 pp. (color) - 19,50 €
(+) Previously on Abandonad toda esperanza:
Alan Moore:
- Albion
- La Cosa del Pantano
- Lost Girls
- Otro romance suburbano
- Promethea
- The Magical Mistery Moore
- Tomorrow Stories
- Tom Strong
- Top 10
- Top 10: The Forty-Niners
- V de Vendetta
- Watchmen
- WildCATS
Neil Gaiman:
- Batman: ¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado?
- Junto al Rey del Sueño
- La Cosa del Pantano
- Los hechos sobre el caso de la desaparición de la srta. Finch
- Los hijos de Anansi
- Misterios de un asesinato
- Mr. Punch
- The Sandman
- Violent Cases
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