Como ya he expuesto en más de una ocasión, he seguido las series, regulares y limitadas, del Universo DC solo de forma intermitente, y por tanto conozco sus entresijos mucho más limitadamente que los de su rival de Marvel Comics. Por tanto, cada vez que me enfrento a uno de sus habituales megacrossovers -que, según el veterano Julius Schwartz, son un enema (sic) que hay que ponerle a los universos de ficción cada década poco más o menos-, lo hago con lógicos prejuicios y también con la precaución de saber que hay detalles que se me van a escapar con seguridad.
La miniserie de siete entregas Crisis infinita, que he leído completa con retraso considerable pero con la satisfacción de hacerlo en la estupenda edición recopilatoria en cartoné de ECC, no ha sido una excepción. Sí leí en su día, por supuesto, aquella mítica Crisis en tierras infinitas de Marv Wolfman y George Pérez, maxiserie de la que la presente es una secuela directa. Incluso leí la particular "Segunda crisis en tierras infinitas" creada por Grant Morrison hacia el acto final de su Animal Man, de la que el guonista Geoff Johns retoma aquí algún que otro elemento (por ejemplo, el villano Psicopirata, único personaje que es capaz de recordar cómo era el universo, con sus mundos alternativos desaparecidos, antes de la redefinición ejecutada por Wolfman y Pérez). Y también disfruté en su día de la breve pero fundamental Crisis de identidad. Pero desconocer, como poco, las cuatro miniseries introductorias de esta Crisis infinita (esto es: El día de la venganza, El proyecto OMAC, La Guerra Rann-Thanagar y Villanos unidos) aseguraba una cierta desorientación durante su lectura.
No obstante, eso no ha sido óbice para disfrutar de este relato épico en el que una serie de personajes (cuya identidad no revelaremos) anhelan, aunque por causas muy distintas, que las cosas vuelvan a ser como fueron. Y si he sido capaz de disfrutar de ello es, principalmente, gracias al talento de Johns, escritor de cómics de valía demostrada en repetidas ocasiones, y que aquí sabe dosificar la información, así como alternar los momentos más espectaculares (esas splash pages dobles repletas de superhéroes y supervillanos tan características de las macrosagas) con otros más íntimos y emotivos.
A este respecto, cabe citar que en las páginas de Crisis infinita, y al igual que sucedió en la Crisis previa con Supergirl o Flash, morirán varios personajes: uno de ellos, muy importante en el Universo DC del momento; otros muchos, secundarios o incluso olvidados que parecen hacer acto de presencia solo para desaparecer definitivamente (o al menos, todo lo definitivamente posible cuando hablamos de tebeos de superhéroes, donde las resurrecciones están a la orden del día). También nacerán otros, como la nueva encarnación de Blue Beetle después de que Maxwell Lord asesinara a Ted Kord. Pero quizá el elemento más relevante sea el abandono temporal de algunos de los más grandes superhéroes del universo...
Pero lo más interesante de Crisis infinita, a mi parecer, es que puede leerse no solo a un nivel superficial -esto es, atendiendo a la historia que cuenta como un relato de ficción más-, sino también a uno metafórico, aludiendo al juicio vertido por parte de los héroes de Tierra 2, más ingenuos y de una pieza, a los superhéroes de Tierra 1 como representantes del inicio de esa Edad Oscura que allá por mediados de la década de los 80 iniciaron autores como Alan Moore y Frank Miller con títulos como Watchmen o El regreso del Caballero Oscuro. Así, algunos diálogos de la obra alcanzan varios niveles de interpretación al alcance del lector ya algo curtido en el género.
Por supuesto, es de justicia destacar la labor de Phil Jiménez a los lápices: heredero natural del estilo espectacular y grandilocuente del maestro George Pérez, nadie como él podría haber dibujado mejor una obra de estas características, repleta de personajes que se agolpan casi a cada página, y que es algo que ya demostró previamente en títulos como JLA / Titanes. Con todo, junto a él aparecen otros ilustradores como el propio Pérez, Jerry Ordway o Ivan Reis, encargándose de escenas e ilustraciones puntuales.
Para poner fin a esta nota, destacar que el volumen se cierra, además de con algunos bocetos, con el apéndice "Debates infinitos", que recoge en doce páginas una extensa conversación entre los dos autores, guionista y dibujante, con el editor Eddie Berganza y la asistente editorial Jeanine Schaefer, en el que se deja bien patente, entre otras cosas, que en un buen cómic de superhéroes, incluso aunque esté sometido a las leyes del mercado y el control de los editores, nada es casual y todo está pensado al milímetro... incluyendo varios de los homenajes al pasado y presente del Universo DC que el lector disfrutará buscando en las páginas de esta Crisis infinita. Una obra cuya lectura recomiendo encarecidamente, porque si un casi absoluto desconocedor del Universo DC como servidor ha sido capaz de disfrutarla y de emocionarse con algunas de sus escenas más dramáticas, qué decir de aquellos que conocen mucho más las coordenadas del universo donde se desarrolla el relato.
Próximamente... 52
Nota bene.- Tras Crisis infinita, el Universo DC dio un salto temporal de un año, para luego recuperar ese tiempo perdido en la serie semanal 52... que en muy breve, a partir del mes de octubre, podremos leer también en cuatro volúmenes recopilatorios de lujo de aparición bimestral de la mano de ECC. Permanezcan atentos a este vuestro blog.
Título: Crisis infinita
Autores: Geoff Johns (guion) / Phil Jiménez et alii (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: julio de 2012
264 pp. (color) - 25 €
(+) Previously on Abandonad toda esperanza, otros crossovers:
- DC / WildStorm
- Batman / Deathblow
- Batman / The Spirit
- Expediente X / 30 días de noche
- JLA / Titanes
- Planetary / The Authority / Batman / JLA
- Promethea / Tom Strong
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