Abandonad toda esperanza

domingo, 31 de diciembre de 2006

El trailer del fin de año: 4F II: Rise of the Silver Surfer

No podemos despedir el año en Abandonad toda esperanza sin un trailer, presencia habitual en este vuestro blog.

En esta ocasión, lo hacemos con la secuela de Los 4 Fantásticos, que contará, además de con el reparto de la primera entrega, con Doug Jones, habitual en la filmografía de Guillermo del Toro, en la piel (bueno, es un decir) de Estela Plateada.

Podéis ver el espectacular teaser aquí:

Rise of the Silver Surfer



Aprovechamos la ocasión para desearles a nuestros visitantes lo mejor para el nuevo año, que esperamos venga cargado de buenos libros, cómics y películas, de los cuales debatiremos aquí. En este vuestro blog. A partir de mañana mismo. Pásenlo bien, y como diría mi buen amigo Plissken, tengan cuidado ahí afuera.

París-Londres: la aventura según Sfar

Joann Sfar era una de las asignaturas pendientes del que esto suscribe, aunque después de leer París-Londres me queda la duda de si habré elegido la mejor obra para acercarme a su producción.



La editorial Ponent Mon nos viene ofreciendo lo mejor del cómic francés de los últimos tiempos, con obras imprescindibles para el que esto suscribe, como Período glaciar de Nicolas de Crécy o Caída de bici de Etienne Davodeau. Pero París-Londres es una lectura mucho más ligera que las aquí citadas, y es que para que este cómic de Sfar (que ya cuenta con unos años a sus espaldas pero cuya edición española es bien reciente) guste o no al lector, influye en buen grado el conocer algo el resto de obras del autor, así como entrar o no en el juego que el francés propone.

Y es que estamos ante una suerte de versión vodevilesca y enloquecida, al más puro estilo de Sfar según los connoisseurs, de La liga de los caballeros extraordinarios de Alan Moore, recuperando personajes protagonistas y secundarios de otros álbumes de Sfar, y mezclándolos a todos en una absurda historia que incluye a detectives émulos del Sherlock Holmes de Conan Doyle, faquires, un harén de ninfómanas y al mismísimo monstruo del lago Ness, todo ello en una ambientación marina que recuerda a muchas de las novelas de Jules Verne, y donde el barco de vapor cuyo nombre da título a la obra es un protagonista más.



Por lo tanto, estamos ante una obra más bien ligera de Sfar, sin que ello vaya en detrimento de su calidad; pero por ello mismo influye el dejarse llevar por la propuesta del autor de Pascin, algo que un servidor se teme no consiguió del todo. ¿Será que perdimos irremediablemente la inocencia del lector que fuimos?


Título: París-Londres
Autor: Joann Sfar (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: diciembre de 2006
104 páginas (b/n) - 16 €

Un repaso a la cartelera del 2006

Como complemento a la valoración de lo mejor y lo peor de la cartelera española del año que hoy termina, os dejamos un enlace a la columna de Abandonad toda esperanza de este viernes, donde destacamos lo mejor del año, con Munich de Spielberg e Infiltrados de Scorsese a la cabeza.

Podéis leerla pinchando aquí:

Un año cargado del mejor cine

sábado, 30 de diciembre de 2006

El mejor (y el peor) cómic del 2006



Mejor cómic: Los muertos vivientes, de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard
Finalista: Los Invisibles, de Grant Morrison et alii

Aunque la comunidad de bloggers españoles que dedican sus webs al mundo del noveno arte está preparando una megaencuesta para averiguar cuáles fueron los 10 mejores cómics editados en España este año, no podía faltar una categoría dedicada a la historieta en la votación particular de Abandonad toda esperanza. Y en esta categoría, como en la de Mejor Película, la victoria fue aplastante.

Y es que Los muertos vivientes, aquí editada por Planeta de Agostini, se ha convertido en una de las colecciones más alabadas del año. Sus dibujantes, el inaugural Tony Moore y el ya fijo Charlie Adlard, ponen su arte al servicio de los magistrales guiones de Robert Kirkman, sin duda la gran baza de esta colección de terror ambientada en un mundo postapocalíptico repleto de zombies hambrientos.

Kirkman, como ya hiciera en Invencible, demuestra su talento a la hora de concebir la descripción psicológica de sus personajes, muy verosímiles todos ellos, además de su buen oído para construir diálogos creíbles.

Por ello, Los muertos vivientes ha conseguido lo que parecía casi imposible: aunar en su legión de fans tanto a los seguidores del tebeo más comercial como a los que buscan buenas historias protagonizadas por personajes (casi) de carne y hueso.



El finalista de esta categoría, a bastante distancia del ganador, fue Los Invisibles, escrita por Grant Morrison e ilustrada por un gran número de dibujantes, donde cabría destacar nombres como Phil Jimenez, Mark Buckingham o Frank Quitely. Su errático devenir comercial en España, marcado por haber sido publicada por dos editoriales distintas (Norma y Planeta) y a lo largo de muchos años, no ha impedido que sus incondicionales se acordaran de ella para votarla en esta ocasión. Entre dichos incondicionales, un servidor, que dedicó su voto a esta serie por ser uno de los pocos revulsivos emocionales y culturales dentro del ámbito del cómic más o menos mainstream.

De momento, no destacaré demasiados títulos más, ya que ese es el objeto de la mencionada macroencuesta, cuyos resultados conoceremos dentro de unos días. Pero sí me gustaría destacar obras que por ser reediciones (en su integridad, o al menos en una pequeña fracción) no entraron por mi parte en dicha votación. Estoy pensando en dos "Clásicos DC" como la JLA-JLE de Giffen, DeMatteis y compañía y en el muy recuperable The Question de Dennis O'Neill y Denys Cowan; en dos clásicos contemporáneos como Concrete de Paul Chadwick o Strangers in Paradise de Terry Moore; y en una apuesta muy personal: el Shade, el hombre cambiante escrito por Peter Milligan y dibujado por varios artistas, entre los que destaca un maravilloso Chris Bachalo.



Y en cuanto al peor cómic... de nuevo, total ausencia de consenso. Cada uno tiene sus manías particulares, y cómics alabados por unos se han convertido en los odiados por otros. Por mi parte, y a pesar de ser una tarea ardua elegir "El Peor Cómic del Año", podría destacar Iron Man: Dinastía de M, el volumen que recoge la miniserie protagonizada por Tony Stark dentro de los eventos de la gran macrosaga Marvel del año; estamos ante un tebeo aburrido escrito con desgana por Greg Pak e ilustrado por un inapropiado Pat Lee. Y conste que, sin ser nada del otro jueves, la denostada saga Dinastía de M me pareció un producto entretenido y funcional...

viernes, 29 de diciembre de 2006

El mejor (y el peor) libro del 2006



Mejor libro: Brooklyn Follies, de Paul Auster

Aunque de forma menos unánime que en el apartado de Mejor Película, el Mejor Libro del Año también tiene un claro ganador: Brooklyn Follies, la última novela de Paul Auster.

Precisamente este año Auster fue premiado con el Príncipe de Asturias de las Letras, reconociendo una carrera literaria que cuenta con títulos como El Palacio de la Luna, El país de las últimas cosas, Mr. Vértigo, El libro de las ilusiones o las tres novelas cortas que conforman la Trilogía de Nueva York, para el que esto firma su obra maestra indiscutible.

En un año en el que no ha habido grandes novelas (o si las ha habido se nos han escapado muchas), el voto de un servidor, fiel lector de Auster en los últimos años, sería también para Brooklyn Follies, aunque me gustaría destacar igualmente novelas como Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro, Tokio Blues de Haruki Murakami, o un par de novelas negras estupendas: La chica de California, de T. Jefferson Parker, y sobre todo La matanza de los gitanos, del irlandés Ken Bruen.



En cuanto al apartado del Peor Libro, de nuevo hubo poca unanimidad, aunque habría que destacar una novela que prometía mucho (entre otras cosas, la enésima revisión del mito de Drácula de Stoker, pero esta vez con una supuesta calidad literaria) y defraudó a casi todos: el mamotreto La historiadora de Elizabeth Kostova.

jueves, 28 de diciembre de 2006

La mejor (y la peor) película del 2006



Mejor película: Munich, de Steven Spielberg
Finalista: Infiltrados, de Martin Scorsese

La victoria ha sido aplastante: el thriller político de Spielberg, basado en el libro Venganza de George Jonas y protagonizada por Eric Bana y Daniel Craig, entre otros, ha sido la vencedora por mayoría en esta categoría.

Como finalista, la versión de Martin Scorsese de la asiática Infernal Affairs, protagonizada por Leonardo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson.



Como curiosidad, señalar que el voto de un servidor coincidió plenamente con el resultado final, pues me permití un punto ex aequo precisamente para estos títulos de dos cineastas ya veteranos pero que siguen en activo... y de qué manera.

De todas formas, personalmente me gustaría destacar otros quince films que merecen atención: Alatriste, Buenas noches y buena suerte, Desayuno en Plutón, El arco, El hombre del tiempo, El nuevo mundo, El señor de la guerra, Ficción, Hostel, Jarhead (El infierno espera), Las colinas tienen ojos, Los 3 entierros de Melquíades Estrada, Syriana, United 93 y V de Vendetta.



En cuanto a la peor película del año, no hubo unanimidad al respecto, y se volvió a demostrar que para gustos... los colores. En un año excelente, sólo podría destacar las decepciones que supusieron, dado el talento de sus responsables, Llamando a las puertas del cielo de Wim Wenders, Scoop de Woody Allen... y sobre todo La joven del agua, de M. Night Shyamalan, película fallida después de cuatro joyas sucesivas del fantástico.

Pero mal cine, lo que se dice mal cine, no lo ha habido este año. O al menos un servidor tuvo suerte al elegir y lo dejó desaparecer de la cartelera...

Y el ganador es...

Una vez hecho el recuento de votos y el sorteo pertinente del concurso "Lo mejor y lo peor del 2006", el ganador de un ejemplar de Los complots nocturnos, cortesía de la editorial Ponent Mon, ha resultado ser:

Paco Sellés Julián




El ganador recibirá en breve en su domicilio esta personal y magnífica obra de David B., cuya crítica en este blog podéis leer pinchando aquí.

Y en cuanto al resultado de la encuesta... empieza a hacerse público, por categorías, hoy mismo en este vuestro blog.

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Un bastardo llamado John Constantine

"Jamie Delano y John Ridgway demuestran con brillantez que el terror inglés no se desvaneció con la niebla y el empedrado iluminado por los faroles de gas al final de la era victoriana. Un fascinante, escalofriante cómic". Esta sentencia de Alan Moore, impresa en la contraportada, fue en buena parte la culpable de que yo, por aquel entonces un lector únicamente de cómics más comerciales, me decidiera a comprar el primer número de una miniserie de cinco titulada Hellblazer y editada por Ediciones Zinco.



En realidad, fue cosa de la declaración de Moore... y de la fascinante portada de Dave McKean, cuando éste era un absoluto desconocido y faltaban algunos años para que The Sandman de Neil Gaiman, con las famosas portadas de McKean repletas de estanterías, llegara al mercado español.

Mes a mes completé la miniserie protagonizada por John Constantine, personaje que nació de la mano de Moore en las páginas de la saga "American Gothic" de La Cosa del Pantano. Y como se suele decir, ese fue el principio de una gran amistad...

Y es que desde siempre Constantine ha sido uno de los personajes favoritos de ficción de un servidor. Durante años le perdí la pista, pero pronto me enganché de nuevo a los tomos de Norma, recuperé los que había dejado escapar, y desde que los derechos pasaron a Planeta he ido siguiendo fielmente la aparición de los tomos, además de recuperar la colección mensual que en formato más popular pretende publicar íntegra esta colección de Vertigo, la más veterana del sello.



Estos días ha aparecido el nuevo volumen de la colección, La tierra a donde van los muertos, donde el guionista británico Mike Carey obliga de nuevo al bueno de John a descender a los infiernos. En esta saga, magníficamente ilustrada por el argentino Leonardo Manco (a mi parecer, uno de los dibujantes cuy estilo mejor se ajusta a la serie, a la altura del no siempre justamente valorado John Ridgway), Carey recupera algunos de los personajes secundarios clave de la colección, como el demonio Nergal, cuyo destino está tan unido al de Constantine por aquella transfusión que salvó la vida de este último.

Esta saga dantesca es un buen momento para engancharse a la colección, aunque a quien lo haga se le escaparán, obviamente, varias lecturas; y es también un modo de atar algunos cabos y de prepararle el terreno a la escritora de novela negra Denise Mina, que en tres números de la colección original (es decir, ya en el próximo tomo de Planeta) debutará como guionista de cómics al servicio del bastardo de Constantine.



Por cierto, navegando por la red me encuentro con un artículo sobre Hellblazer que un servidor escribió para un suplemento cultural allá por el año 2000. Ya ha llovido desde entonces... pero como puede comprobarse, uno sigue fiel a uno de los personajes más fascinantes del cómic norteamericano contemporáneo.

Podéis leer dicho artículo aquí: Simplemente Constantine. Y cualquier día de estos hablaremos de la adaptación cinematográfica de Keanu Reeves, que sin ser ninguna maravilla, no nos pareció tan nefasta como a priori esperábamos...

martes, 26 de diciembre de 2006

Se acaba el plazo para concursar...

Les recordamos que está a punto de finalizar el plazo para participar en el concurso Lo mejor y lo peor del 2006. Tienen hasta mañana miércoles, a las 23.59 horas, para decirnos cuáles son su película, libro y cómic favorito del año que ahora termina, así como la película, el libro y el cómic que menos les ha gustado.

El ganador recibirá un ejemplar de Los complots nocturnos de David B., cortesía de la editorial Ponent Mon.



Las respuestas han de enviarse, con el asunto "Concurso: Lo mejor y lo peor del 2006" al mail fran_constantine@hotmail.com. ¡Suerte!

Navidad Triple X

No hay nada como estas fechas navideñas, tan proclives a compartirlas en familia y a disfrutarlas todos juntos delante del televisor viendo Buscando a Nemo, como para recuperar La piel vendida, documental de 2004 dedicado al cine X español.



Esta película de Vicente Pérez Herrero pasea por los entresijos de varios rodajes de películas para adultos producidas en España, y articula su discurso a partir de las declaraciones de varias estrellas del porno patrio... si bien son dos, la joven Anastasia Mayo y la veterana Bibian Norai, las más destacadas protagonistas de la cinta.



Tampoco falta la directora Sandra Uve, acostumbrada a salpicar sus películas X de detalles que revelan su afición por el cine de serie B más freak, y que en su entrevista destaca lo cansada que está de la tópica pregunta de cómo ve una mujer directora el género pornográfico, pues considera que a estas alturas de su carrera ya está muy por encima de distinciones y prejuicios.

Claro está, los actores del gremio también están representados, gracias a la comparecencia de, entre otros, Roberto Chivas o el omnipresente Nacho Vidal. Tampoco se echan en falta a los pioneros del resurgimiento del género a partir de los años de la transición, como la pareja formada por José María Ponce y María Blanco, director y ex actriz y productora.



Curiosamente, lo más interesante del film no es ser testigo de los rodajes de algunas cintas del género, sino conocer las vidas privadas de estos actores especializados, destacando la aparentemente serena vida cotidiana de Bibian Norai o el ambiente familiar de Anastasia Mayo, de la que el espectador llega a conocer a padres, hermana e incluso novio formal.



Y es que La piel vendida defraudará a los que busquen un documental muy completo y documentado sobre la historia del cine X español, porque no pasa de ser un reportaje (eso sí, de duración considerable: 75 minutos) sobre algunos intérpretes del gremio. Lo cual no quiere decir, claro está, que carezca de interés: los fanáticos del género (el porno, no el documental) no deberían perdérselo.

[Imágenes: Bibian Norai, Nacho Vidal, Anastasia Mayo.]

lunes, 25 de diciembre de 2006

Ice Haven: ¿el mejor cómic del año?

En una reciente votación por parte del periódico gratuito 20 minutos, una serie de expertos en el ámbito del cómic tuvieron que elegir las mejores obras extranjera y española de las publicadas a lo largo de este 2006 que está a punto de expirar. Curiosamente, y frente a la dispersión en esta última categoría, a la hora de elegir el mejor cómic extranjero publicado en España este año hubo bastante unanimidad: el elegido fue Ice Haven de Daniel Clowes.



El mérito es mayor teniendo en cuenta que se trata de una obra de muy reciente publicación por parte de Mondadori, y que no ha gozado de tiempo para dejar poso en el lector. Sin ir más lejos, un servidor ha dado buena cuenta de ella estos días previos a la Nochebuena y todavía no se ha recuperado de la experiencia.

Pero no es de extrañar el resultado de la convocatoria, dada la calidad que siempre tiene la obra de este autor clave del cómic independiente norteamericano, que se dio a conocer al gran público sobre todo gracias a la adaptación cinematográfica de su Ghost World, que dirigió Terry Zwigoff (colega de correrías del mismísimo Robert Crumb) y que protagonizaron Thora Birch, Scarlett Johansson y Steve Buscemi.



¿Qué cuenta Ice Haven? Es harto complicado de explicar, y no porque la trama sea muy compleja en sí (la obra trata acerca de cómo afecta a la comunidad del pueblo cuyo nombre da título a la misma el secuestro de un niño, el pequeño David Goldberg), sino porque en este caso, más aún que en todas las obras previas de Clowes, la forma es tan importante o más que el fondo; es más, nos atreveríamos a decir que ambas cosas son lo mismo.



Y es que Clowes se acerca a los habitantes de Ice Haven con la misma mirada curiosa que Gary Spence Millidge en su Strangehaven (por cierto, una serie que ha pasado bastante desapercibida pero que se cuenta también e indiscutiblemente entre lo mejor del año), o que, ya en otro medio, David Lynch y Mark Frost a los ciudadanos de su célebre Twin Peaks. A través de cómo muestra sus vidas, reflexiona sobre los impulsos que mueven a los seres humanos y la miseria que esconden su solitaria existencia, de la misma forma que hiciera Raymond Carver en sus maravillosos relatos, o el autor de cómics Adrian Tomine en sus breves historias. Pero Clowes, en esta ocasión, lo ejecuta haciendo uso de buena parte de las posibilidades narrativas del noveno arte, confiriendo a cada personaje (secundario en sí mismo, protagonista en el grupo coral de la obra) una personalidad y autonomía muy propias, que se desarrollan en su "propia serie" de tiras, al modo de los clásicos de la prensa norteamericana, como el inolvidable y siempre actual Peanuts de Charlie Schultz.



En definitiva: Ice Haven es un magnífico cómic, pero un servidor todavía no ha podido comprobar cómo le afecta el paso del tiempo y, sobre todo, las sucesivas relecturas que sin duda merecerá. Pero no dudo en que las aguantará con firmeza, dado que es lo que suele pasar con Clowes: lean obras como la citada Ghost world, Como un guante de seda forjado en hierro o la maravillosa -y, para mí, cumbre de su obra hasta la fecha- David Boring, y lo comprobarán por sí mismos.




Título: Ice Haven
Autor: Daniel Clowes (guión y dibujo)
Editorial: Random House Mondadori
Fecha de edición: noviembre de 2006
90 páginas (color) - 14,50 €

domingo, 24 de diciembre de 2006

Nuestros mejores deseos para el 2007

En un día como hoy, Abandonad toda esperanza quiere desear a sus visitantes, asiduos o no, unas felices Navidades, así como un nuevo año cargado de muchas alegrías, placeres varios, maravillosas películas, estupendos libros y emocionantes cómics.



Ilustramos estas líneas con una de las más bonitas felicitaciones que hemos recibido estos días, obra de Enrique J. Corominas, autor de trabajos tan espectaculares como Tragaldabas o Dontar y al que tengo el orgullo de considerar un buen amigo.

Pues eso, lo dicho: pásenlo bien, y nos seguimos leyendo y escribiendo a lo largo del 2007.

Terror de oriente y occidente

Seguimos viendo cine de terror de lo más variado, proveniente de distintas épocas y diversas latitudes...

Quizá la cinta más destacable sea El imperio de las hormigas, producto de serie B filmado por el veterano Bert I. Gordon en 1977. Protagonizada por Joan Collins (la mítica Alexis de la televisiva Dinastía), la película está basada en la novela de H. G. Wells, si bien se trata de una adaptación libérrima que ambienta la acción en la época contemporánea a la realización del film.



La historia, aunque en la parte final incluya sorpresa, es más o menos la de siempre: unos residuos radioactivos lanzados al mar acaban llegando a una costa, donde unos promotores intentan vender terrenos como el fruto de un gran complejo de turismo y ocio. Allí, la expedición de posibles compradores se verá atacada por un ejército de hormigas mutadas por dichos residuos...

Lo tópico de la historia, unido a unos efectos especiales efectivos pero pobres, hace que El imperio de las hormigas no sea una gran película. Pero Gordon, todo un experto en el cine fantástico de serie B, sabe imprimir ritmo al film, y la cinta se ve con agrado.



Apenas cinco años después, el hoy abogado Robert Hiltzik filmó Sleepaway camp, emitida por televisión digital como Campamento de verano. La película, en principio una exploitation de la muy exitosa Viernes 13 (la cual, a su vez, nació debido al también descomunal éxito de la inaugural La noche de Halloween de John Carpenter), habría pasado sin pena ni gloria si no fuera por su inolvidable final. Y es que la cinta cuenta con un argumento manido hasta decir basta (misteriosos asesinatos se suceden en un campamento de verano para niños y adolescentes), unos diálogos risibles y unas interpretaciones bastante pobres. Pero el desenlace, que nos cuidaremos mucho de desvelar aquí, es realmente impactante y sobrecogedor, tanto por la vuelta de tuerca en sí como por la forma de mostrarlo que efectúa un sorprendentemente afortunado Hiltzik... El cual prepara su regreso a la dirección en 2008 con Sleepaway Camp Reunion (¡la sexta cinta de la saga!). En fin, una película lamentable en casi todo su metraje, hasta concluir en un minuto brillante y aterrador como pocos.




Finalmente, hemos visto Isola, producción japonesa del año 2000 dirigida por Toshiyuki Mizutani. La cinta, que se aleja algo de las ya tópicas películas de terror asiáticas protagonizadas por fantasmas inquietantes, articula su historia alrededor del conflicto entre la protagonista, una voluntaria tras el desastre del terremoto de Kobe de 1995 que tiene la capacidad de leer las mentes, y Chihiro, una misteriosa joven que padece trastorno de personalidad múltiple: hasta trece personalidades conviven en su mente.

Una película, esta Isola, que sin ser nada del otro mundo se ve como agrado. Pero en esta ocasión mi recomendación va para Sleepaway camp, aunque sólo sea por ese malsano desenlace cargado de patetismo, tristeza y terror puro.

sábado, 23 de diciembre de 2006

Concrete: el hombre sin atributos

En el mismo formato que publicaron The Marquis y que ahora se pone a la venta Las Tortugas Ninja, Norma Editorial viene publicando desde hace unos meses dos de las series más imprescindibles para todo amante de los cómics que se precie: una es Strangers in Paradise de Terry Moore, de la que volveremos a hablar en breve debido a la publicación del cuarto volumen; la otra es este Concrete de Paul Chadwick.



Acaba de ponerse a la venta el segundo volumen, y si el primero recibía el título de "Las profundidades", y en él veíamos a un Concrete que (entre otras muchas hazañas) exploraba el fondo del mar, en este tomo, de título "Las alturas", Chadwick nos lleva hasta la cima del monte Everest.

Y es que Ron Lihtgow empieza a asumir que es un hombre extraordinario, y que por tanto debe vivir una vida extraordinaria. Así lo expresa antes de comenzar su periplo como escalador: "Seré franco. En estos momentos el niño que hay en mí está aterrorizado por estar rompiendo las reglas, y me siento culpable. También me siento liberado... es un riesgo tremendo, es como un salto a ciegas en medio de la oscuridad total. Y también es una oportunidad de hacer historia (...). Es algo propio de un adolescente... Pero he aprendido que demasiada madurez puede provocar que no hagas nada, puesto que te das cuenta de las mil consecuencias que cada acción tiene. Ahora quiero tener una oportunidad de reírme a la cara de los miedos y de las culpas, y de sentirme en la cima del mundo".



Pero por otro lado, pervive su deseo de disfrutar de muchos placeres mundanos, de los que sí gozan sus amigos Larry Munro y la doctora Maureen Vonnegut, pero que a él le están vedados. Sin ir más lejos, su carencia de atributos genitales le obliga a carecer de vida sexual, y eso es algo que al antiguo Ron Lihtgow le resulta muy difícil aceptar.

En la manifestación de este conflicto entre el deseo de vivir una existencia ordinaria y la necesidad de experimentar vivencias extraordinarias (unas veces asumidas como inevitables, otras veces buscadas como anhelo de conocerse a sí mismo y probar sus propios límites) radica uno de los mayores aciertos de este, digámoslo ya, auténtico clásico contemporáneo del cómic norteamericano.



No nos extenderemos más. Pero a los interesados les remitimos a la columna de Abandonad toda esperanza que publicamos con motivo de la aparición del primer volumen de Concrete:

Corazón de piedra


Título: Concrete, vol. 2: Las alturas
Autor: Paul Chadwick (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: diciembre de 2006
208 páginas (b/n) - 14 €

viernes, 22 de diciembre de 2006

El trailer del viernes: Letters from Iwo Jima

Dos meses después de que veamos Banderas de nuestros padres, la versión norteamericana de la batalla de Iwo Jima, nos llegará en marzo la mirada japonesa de Clint Eastwood: Letters from Iwo Jima.

La película, cuyo reparto encabeza Ken Watanabe (El último samurai, Batman begins), ha cosechado si cabe aún mejores críticas que Banderas de nuestros padres, y es una de las máximas aspirantes, junto a Infiltrados de Scorsese y Babel de González-Iñárritu, para los próximos Globos de Oro y los Oscars de Hollywood.

Podéis ver el trailer aquí:

Letters from Iwo Jima

Enero: Novedades Planeta

Siguiendo la tónica de los últimos meses, es impresionante el listado de novedades de Planeta de Agostini para el mes de enero, que podéis ver pinchando en el enlace.

Desde este vuestro blog nos permitiremos descacar el siguiente Top 5, que esperamos comentar más detenidamente en breve:



- Tomás, el gafe nºs 1 a 4
André Franquin
48 pp. c/u - 5,95-9,95 € c/u

Arranca la edición íntegra del personaje más emblemático de Franquin, creador también de Marsupilami, el célebre compañero de Spirou.

- Legión de Superhéroes nº 1
Mark Waid & Barry Kitson
168 pp. - 11,95 €

El equipo creativo de la magnífica Empire recupera un grupo emblemático del Universo DC.

- Adam Strange
Andy Diggle & Pasqual Ferry
192 pp. - 13 €
El guionista de Los perdedores y el dibujante español ofrecen su particular versión de este personaje secundario del Universo DC.

- Clásicos DC: Green Lantern nº 1
John Broome & Gil Kane
160 pp. - 5,95 €

El Linterna Verde de Gil Kane se suma a la indispensable línea de "Clásicos DC", que cuenta ya con los Nuevos Titanes de Wolfman y Perez, el Question de O'Neill y Cowan, la desternillante JLA-JLE o varios títulos de Jack Kirby.

- La cosa del pantano: Génesis oscura
Len Wein & Bernie Wrightson
240 pp. - 16,95 €
La etapa clásica de Swamp Thing recopilada en un solo volumen, como magnífico prólogo a la serie regular de Alan Moore y cía. Como decían en los índices de la extinta Zinco: "Si sólo puedes comprar un cómic este mes...¡que sea éste!"



A todo esto se suman las nuevas entregas de series tan interesantes como Y, el último hombre, Transmetropolitan, 100 balas, el comienzo de La cosa del pantano de Alan Moore (tras el annual de Neil Gaiman publicado en el nº 1), la Doom Patrol y el Hellblazer de Grant Morrison, el Animal Man de Jamie Delano, o el indispensable -al menos para un servidor- Shade de Peter Milligan. En fin, para no parar de leer en las frías tardes de invierno...

Celuloide infecto

Doctor: tengo un problema. Cada vez que tengo oportunidad de ver una película que promete ser una de las peores de todos los tiempos, y sobre todo si pertenece al género fantástico o de terror, no puedo evitar el verla. Y no sólo eso: conforme avanza el metraje, y conforme más seguro estoy de que sería mucho mejor apagar el reproductor y dedicar mi tiempo a otra cosa, más atrapado estoy por la fascinación que ese celuloide infecto me provoca.



Me ha vuelto a pasar con Breeders, oscura producción de 1986 dirigida por Tim Kinkaid y que, créanme, podría ser una de las peores películas de la Historia. Sí, ya sé que siempre digo lo mismo. Pero esta vez es cierto. A su lado, el Plan 9 from outer space de Ed Wood parece estar a la altura de lo mejor de Orson Welles o John Ford.



Breeders se limita a contar cómo un alienígena agrede y viola a jóvenes vírgenes en las calles de Nueva York, y de cómo un policía y una doctora se enfrentan al monstruoso ser; un ente que para conseguir su propósito, unas veces posee a personas inocentes que luego acaban deshaciéndose cual fosfatina, y otras veces se muestra tal cual es (la razón por las que unas veces actúa de una manera y otras de otra, es algo que se me escapa por muchas vueltas que le dé).



Pero decir que la cinta cuenta algo es exagerar: Kinkaid (director que al parecer rodó ese mismo año otras dos películas más, y viendo el resultado de esta lo que me resulta extraño es que no rodase doce o trece) se limita a construir una historia (él es también el guionista de tamaño engendro, y no me refiero al monstruo del film) para reunir mucha sangre falsa, mucho látex de rebajas y muchos desnudos gratuitos: las chicas de la película, hagan lo que hagan (bailar, preparar la comida, hablar por teléfono con su madre), siempre se están desnudando.



Y podríamos seguir destacando los logros de Breeders durante días: actores penosos, diálogos ridículos que no van a ninguna parte... A este respecto me quedo con la respuesta de la doctora ante la insinuación ("Cuando esto termine, quizá podríamos quedar y tomar algo") del detective de policía: "Vale. Pero de momento no. Mi experiencia con los hombres no ha sido buena hasta ahora" (sic). No olvidemos además el presunto final sorpresa, que no queda claro si es un sueño de la protagonista o no (así de torpe es Kinkaid, por lo visto). Y es que lo único realmente positivo de Breeders es que apenas dura una hora y cuarto. Algo bastante significativo, porque donde no hay...

Los viajes de Torrezno

torrezno.
(De torrar).
1. m. Pedazo de tocino frito o para freír.
- Diccionario de la Real Academia Española


Lo que Santiago Valenzuela lleva construyendo desde hace tiempo con la saga de Las aventuras del capitán Torrezno es una de las obras más originales del cómic autóctono de los últimos tiempos. Por ello no es de extrañar que Álvaro Pons, en su recién estrenado blog DDT y a la hora de recomendar un único cómic para estas fechas navideñas, se haya decidido por la última entrega de la serie.



Ahora que se publica este sexto tomo, Los años oscuros, es buen momento para repasar las aventuras previas del personaje de Valenzuela. Desde este vuestro blog hemos recuperado las dos primeras entregas, únicas reeditadas hasta el momento, confirmando lo indispensable de una obra magna que todavía es un work in progress.

Horizontes lejanos, título con ecos de western clásico, es el primer álbum de las aventuras de Torrezno, curioso personaje que protagoniza "una de las sagas más fascinantes y sugerentes de la historia cercana del tebeo español", en palabras del citado Pons. Esta primera entrega sienta las bases de una historia-río protagonizada por el Torrezno del título, individuo que de buenas a primeras se encuentra al comienzo del álbum (en un atrevido arranque in medias res) inmerso en un mundo de fantasía que sólo de vez en cuando aparece salpicado por elementos reconocibles de la realidad del protagonista.



Conforme avanza la acción el lector descubre que ese extraño universo no es otra cosa que un mundo habitado por una sociedad diminuta surgida en un húmedo sótano de la calle Valverde de Madrid, a expensas del gris funcionario que construía dicho mundo en miniatura, a modo de un belén o maqueta, y que se convertirá en un auténtico Dios al que adorar para sus hijos.

El segundo volumen, titulado Escala real, sitúa a Torrezno mucho más integrado en las desventuras que rodean la ciudad de Deeneim, en esta ocasión asediada por las tropas del villano de la función. Es este álbum una historia eminentemente bélica y de proporciones épicas, si se nos permite el juego de palabras y la relatividad imperante cuando hablamos de esta particular obra de Valenzuela.



Con Las aventuras del capitán Torrezno, su autor realiza nuestra versión autóctona en viñetas de Los viajes de Gulliver, obra de Jonathan Swift caracterizada también por el concepto de la relatividad; en sus páginas somos testigos de una increíble mezcolanza de costumbrismo castizo y cultura popular, y referencias a los billetes de cien pesetas con la efigie de Manuel de Falla conviven con pasmosa naturalidad con guerreros del Japón feudal o la máscara del Darth Vader de Star Wars. Verlo para creerlo.



Y para verlo nada mejor que hacerse con los volúmenes de la serie, sin dejar pasar esta sexta entrega que incluye como regalo una caja para conservar las seis entregas de La saga del asedio de Deeneim, primer volumen del personaje. Desde aquí aplaudimos a Edicions de Ponent por esta iniciativa de cara a los seguidores de la serie.


Título: Horizontes lejanos
Autor: Santiago Valenzuela (guión y dibujo)
Editorial: Edicions de Ponent
Fecha de edición: 2002
150 páginas (b/n) – 10,80 €


Título: Escala real
Autor: Santiago Valenzuela (guión y dibujo)
Editorial: Edicions de Ponent
Fecha de edición: 2003
132 páginas (b/n) – 14 €


[Imagen: Santiago Valenzuela (c) Manuel Bartual.]

Días de cine(club)

Permítanme que la columna de Abandonad toda esperanza de hoy sea de carácter más localista de lo habitual, estando dedicada al cineclub al que pertenezco desde hace años, y a la semana de cine fantástico que organiza estas Navidades en Villena (Alicante), de entrada libre y a la que todos estáis cordialmente invitados.

Podéis leerla aquí:

Unas navidades de cine (fantástico)



[Post Scriptum: pinchando aquí podéis ver la programación del Cineclub para estas Navidades, incluyendo los pases gratuitos de VillenaFantástica 6.]

jueves, 21 de diciembre de 2006

¡Concurso!: Lo mejor y lo peor del 2006

Se acerca el fin de año, y es momento de hacer balance de lo mejor y lo peor del curso que termina. ¿Cuál es tu película favorita del año? ¿Y tu libro? ¿Y tu cómic? También tenemos la oportunidad de confesar de qué director no vamos a volver a ver nada más, o que guionista de cómics nos ha decepcionado.

Desde Abandonad toda esperanza os proponemos que hagáis balance y nos enviéis vuestras conclusiones, de las que extraeremos a final de año un ranking de lo mejor y lo peor del 2006.



Entre todos los participantes, y por cortesía de Ponent Mon, sortearemos un ejemplar del magnífico Los complots nocturnos de David B., cómic que hemos comentado en el post anterior.

¿Requisitos? Tan sólo que nos digáis vuestra película, libro y cómic favoritos, así como la película, el libro y el cómic que os han parecido más flojos o que os han defraudado más. Si queréis añadir cualquier argumentación, lo dejamos en vuestras manos.

Enviad vuestra opinión a esta cuenta de correo electrónico (incluyendo, claro está, vuestro nombre o nick, con el que queréis firmar vuestra opinión; e indicando en el asunto: "¡Concurso!: Lo mejor y lo peor del 2006"): fran_constantine@hotmail.com



Tenéis hasta las 23.59 horas del miércoles 27 de diciembre. Pasado el plazo, un servidor se pondrá en contacto con el ganador para solicitarle los datos para el envío.

Así que suerte... ¡y a opinar!

Los complots nocturnos: los sueños, sueños son

Los complots nocturnos, editado en España por Ponent Mon, es una obra que no engaña a nadie: en sus páginas David B., responsable de la aplaudida La ascensión del Gran Mal, recopila las adaptaciones al noveno arte de diecinueve sueños concretos que tuvo entre diciembre de 1979 y septiembre de 2004.



Por lo tanto, no encontrará en ella el lector un argumento convencional, sino diecinueve breves historias (algunas de apenas tres páginas) caracterizadas, sobre todo, por su total ausencia de lógica, y salpicadas por las obsesiones culteranas del autor, desde la obra pictórica de El Bosco a las nada convencionales narraciones de Roland Topor, pasando por el célebre gato de Giacometti.

En estos sueños, que como sueños que son apenas incluyen diálogos y cuentan con una narración en off por parte del soñador, nos encontramos con poderosísimas imágenes de marcado acento surrealista, así como unas tramas caracterizadas por su falta total de coordenadas espaciotemporales a las que asirse.



Muchos de estos sueños acaban in medias res, y el lector no descubre que ha terminado hasta que gira la página y se encuentra con otro de los sueños de David B., autor que aquí demuestra un dominio absoluto de la expresión gráfica, al hacer uso del color azul para capturar las subyugantes atmósferas de los sueños con un resultado de gran belleza.

Lo que más llama la atención de Los complots nocturnos no es, precisamente, la abundancia de elementos del género negro (policías, criminales, asesinos, militares, etc.) a los que alude explícitamente el autor en la presentación de la obra, sino la voluntad que impulsa a la realización de la misma, y que revela la importancia que da un autor como David B. al mundo de lo inconsciente: ¿acaso nos queda alguna duda, tras su lectura, que el francés ha tomado notas acerca de sus obsesiones nocturnas a lo largo de quince años? Por ello cabe preguntarse desde cuándo existe el propósito de realizar Los complots nocturnos, un álbum, autobiográfico a su manera, que no deberían dejar de leer los amantes del cómic de vanguardia. Los que sólo sientan interés por argumentos convencionales, mejor abstenerse.




Título: Los complots nocturnos
Autor: David B. (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: noviembre de 2006
128 páginas (bitono) - 18 €


[Imágenes: Die katze de A. Giacometti; ilustración de R. Topor.]

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