Las recomendaciones del sábado

Cómic: 
UNIVERSITARIAS: A NEW LIFE
Man
(La Cúpula, 2012)

Para poder pagar el alquiler de su nuevo piso compartido en Barcelona, Alicia y Sonia tendrán que dedicarse a actividades muy variadas: desde tatuar espaldas a trapichear con marihuana en los parques; pero lo más peligroso todavía está por venir... Este volumen recoge diez nuevas historias de las Universitarias de Man aparecidas en su día en la publicación erótica Kiss Comix, y en las que las exuberantes y desvergonzadas protagonistas disfrutan con naturalidad del sexo al mismo tiempo que descubren el lado menos amable de la vida. Gustará a los amantes de la historieta solo para adultos.

Libro: 
IRA DEI (LA IRA DE DIOS)
M. Gambín
(Roca, 2012)

En La Laguna (Tenerife), la Policía investiga un crimen en el que la víctima ha sufrido una misteriosa mutilación, la misma que presentan una serie de cadáveres encontrados en una cripta subterránea encontrada accidentalmente durante unos trabajos de excavación... El presente título, escrito por un licenciado en Derecho y Doctor de Historia, es la primera de una trilogía de novelas ambientadas en La Laguna, de gran éxito en Canarias, y de la que próximamente aparecerán El círculo platónico y Casa Lercaro. Una lectura ideal para un día de playa.


(De: El Periódico de Villena, n.º 325, 29-VI-2012).

Buñuel + Carrière

Luis Buñuel ya había aparecido en este vuestro blog en un par de ocasiones, ya fuese para hablar de su magistral El ángel exterminador (la favorita de sus películas para el que esto firma) o de un par de libros dedicados a su figura. En esta ocasión volvemos a hablar del cineasta aragonés en clave bibliográfica con motivo de la reedición de sus indispensables memorias, Mi último suspiro, y de la aparición de un título autobiográfico escrito por uno de sus más fieles colaboradores: el guionista francés Jean-Claude Carrière.

De ambos títulos, y de paso del Aula de Cine de la Universidad de Alicante y del que ha sido su coordinador hasta hace bien poco, Israel Gil, hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:

Cine y vida

Carrière y Buñuel: una mítica colaboración de lo más fructífera

La Semana del Nuevo Universo DC: Liga de la Justicia Oscura

Vaya por delante que nunca he sido un lector acérrimo de los cómics de DC. Quizá la razón se deba a su publicación errática en nuestro país, y a que en el momento en que gozó de una situación más estable -aquellos añorados años 80 de Ediciones Zinco- sus tebeos no se distribuían correctamente donde un servidor vivía, pero siempre me he decantado por los productos de la compañía rival: Marvel Comics. Eso no quita para que, ahora que ECC Ediciones se ha hecho cargo de su publicación en España (algo que, como todo principio, resulta por lo menos prometedor, así como una nueva oportunidad de hacer las cosas bien), haya decidido darle una oportunidad a algunos de los títulos que conforman eso que se ha venido a llamar "El Nuevo Universo DC": esto es, un nuevo comienzo en toda regla. Por ello, dedicaremos cuatro jornadas consecutivas que formarán esta "Semana del Universo DC" tan personal y sui generis a comentar cinco títulos que forman parte de este megareboot y que, por una razón u otra, me han llamado bastante la atención.

Al contrario que me sucede con Marvel, donde sigo con interés las historias protagonizadas por los Vengadores o los distintos grupos de la franquicia mutante (incluidos esos Alpha Flight a los que siempre les tendré un cariño especial), dentro del Universo DC siempre me han interesado mucho más los personajes que actúan en solitario, y ni siquiera la Liga de la Justicia, el gran equipo superheroico por antonomasia de la compañía, ha supuesto una excepción... más allá de la añorada (y divertidísima) etapa con Keith Giffen, J. M. DeMatteis y Kevin Maguire al frente.

Pero con esta Liga de la Justicia Oscura estaba dispuesto a hacer una excepción: por un lado, promete ser una suerte de versión alternativa del grupo titular -ahora mismo en manos de los mucho más mainstream Geoff Johns y Jim Lee- centrada en la temática sobrenatural (que me interesa más por su cercanía al género del terror), y que por tanto cuenta con personajes cuyas aventuras en solitario he seguido en un momento u otro con bastante interés (como se verá después).

Por otro lado, me interesaba mucho ver qué iba a hacer con estos personajes un guionista tan personal e interesante como Peter Milligan, al que tuve el honor de presentar (por no decir interrogar) en la edición de Unicómic de hace un par de años: un acto inolvidable (al menos para mí) durante el que hicimos repaso de títulos como Skreemer, Shade, el hombre cambiante, Pop London, X-Statix o The Programme. Durante aquel repaso se comentó también el paso de Milligan por colecciones destinadas a un público más amplio, como su etapa al frente de los X-Men de Charles Xavier, y que ha demostrado que en esa faceta suya cumple con creces con los mínimos requeridos pero no alcanza el nivel de otras obras suyas más independientes.

Este podría ser el caso de esta Liga de la Justicia Oscura, aunque es muy pronto para enjuiciar habida cuenta de que el presente volumen solo incluye los cuatro primeros comic books de la colección. Cabe preguntarse por qué la editorial española no ha decidido incluir un par más, como ha hecho con Catwoman o Animal Man, no siendo la razón el respetar ningún arco argumental concreto dado que la cuarta entrega termina con un cliffhanger de aúpa. Quizá sea por mantener una ventana de tiempo prudencial respecto de la edición original norteamericana, o quizá se trate de un modo de abaratar el coste de una colección de la que, hipotéticamente, se espero un resultado comercial peor que con los otros títulos mencionados. En fin, tanto da: disfrutemos de este arranque, y esperemos que lo que venga esté a la altura o, mejor, que la supere.

De momento, este primer número español funciona bien como arranque: la excusa para juntar a una serie de personajes superheroicos de lo más variopinto es, como tantas otras veces, una amenaza demasiado grande como para enfrentarse a ella por separado (un reciente estreno cinematográfico nos recuerda que el origen de los Vengadores se debe a su unión para enfrentarse a Loki, el Dios de la Mentira de Asgard). En esta ocasión esa amenaza es la Encantadora, a la que no hay que confundir con el personaje del mismo nombre de, precisamente, el universo de Thor de Marvel Comics. Para evitar el desolador futuro que parece provocarán sus actos, y después de que tres miembros de la Liga de la Justicia Internacional tan poderosos como Superman, Wonder Woman o Cyborg sean incapaces de detenerla, otros héroes más alternativos tendrán que hacerse cargo de la labor.

Y estos personajes no son otros que Madame Xanadu, Shade, Deadman, Zatanna y John Constantine. Cinco personajes por los que, como se verá pinchando en los enlaces en los títulos comentados, me han interesado en alguna que otra ocasión lo bastante como para acercarme al ignoto Universo DC... o, al menos, al Universo Vertigo, mucho más cercano a mis intereses y donde estos personajes se han movido la mayoría de las veces, al menos en sus encarnaciones más recientes, aunque aquí ya estén perfectamente integrados en la continuidad del Nuevo Universo DC (en sus páginas se dejan ver, aparte de los mencionados, Paloma y el mismísimo Batman).

Podría detenerme en describir mejor lo que cuentan estos primeros números, pero considero que cualquiera que conozca a los personajes mencionados podrá hacerse una idea de por dónde andan los tiros. Si además tenemos en cuenta el talento de Milligan, y el magnífico trabajo a los lápices del pamplonés Mikel Janín, creo que sobran los alicientes para darle una oportunidad a esta versión oscura de la Liga de la Justicia: una suerte de Thunderbolts del Universo DC. Y perdón por esta otra referencia a Marvel: nobleza obliga.


Título: Liga de la Justicia Oscura n.º 1
Autores: Peter Milligan (guion) / Mikel Janín (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: junio de 2012
96 pp. (color) - 8,95 €

La Semana del Nuevo Universo DC: Animal Man

Vaya por delante que nunca he sido un lector acérrimo de los cómics de DC. Quizá la razón se deba a su publicación errática en nuestro país, y a que en el momento en que gozó de una situación más estable -aquellos añorados años 80 de Ediciones Zinco- sus tebeos no se distribuían correctamente donde un servidor vivía, pero siempre me he decantado por los productos de la compañía rival: Marvel Comics. Eso no quita para que, ahora que ECC Ediciones se ha hecho cargo de su publicación en España (algo que, como todo principio, resulta por lo menos prometedor, así como una nueva oportunidad de hacer las cosas bien), haya decidido darle una oportunidad a algunos de los títulos que conforman eso que se ha venido a llamar "El Nuevo Universo DC": esto es, un nuevo comienzo en toda regla. Por ello, dedicaremos cuatro jornadas consecutivas que formarán esta "Semana del Universo DC" tan personal y sui generis a comentar cinco títulos que forman parte de este megareboot y que, por una razón u otra, me han llamado bastante la atención.

En ocasiones nos decidimos a comprar un cómic de superhéroes porque nos interesa el autor o autores, de los que conocemos algunas obras previas lo suficientemente satisfactorias como para querer leer cualquier cosa que lleven sus firmas. Otras veces la razón que nos hace decidirnos por un título y no otro es porque somos seguidores del personaje protagonista, y queremos seguir sus aventuras independientemente de quién las escriba y/o dibuje. Pero, por supuesto, lo más interesante es cuando ambas razones confluyen; y ese es mi caso con este Animal Man.

Gracias a la etapa de Grant Morrison, todavía hoy una de las más grandes obras maestras del guionista escocés, Buddy Baker se convirtió en uno de mis personajes DC favoritos. Después, leyendo parte de la etapa de Jamie Delano, se consolidó mi interés por Animal Man, hasta entonces considerado (razonablemente) como un superhéroe de segunda dentro del rico Universo DC. Por tanto, tenía mucho interés en ver qué derroteros podían tomar sus peripecias en manos de otro nuevo guionista, ahora que los distintos personajes englobados dentro de la línea Vertigo volvían a formar parte del mismo universo superheroico de Superman, Batman y compañía.

Y si ese nuevo guionista era alguien como el canadiense Jeff Lemire, mi interés por la nueva colección de Animal Man -de la que el presente volumen incluye las primeras seis entregas- estaba asegurado. Lemire es, como Morrison, un guionista curtido primero fuera de los márgenes del cómic mainstream: sus obras más célebres son Sweet Tooth y sobre todo la trilogía de Essex County, pero lo que un servidor pudo leer de él y me hizo interesarme por su obra futura es la magnífica novela gráfica Nadie, publicada por DC dentro de la citada línea Vertigo y que Planeta de Agostini editó aquí hace un par de años. Aprovecho la ocasión que me brinda esta reseña para insistir en su recomendación, pues me temo que en su día pasó injustamente desapercibida para el gran público.

Así pues, estaba claro que cuando se publicase en España un Animal Man escrito por Jeff Lemire iba a ser una de mis lecturas inevitables de ese Nuevo Universo DC... con el que espero aclararme un poco más que con el antiguo. Y ahora ha llegado ese momento de la mano de ECC, con un primer arco argumental, "La cacería", que demuestra que por más que se haya llevado a cabo esa integración del Universo Vertigo en el Nuevo Universo DC (de la que ya hablamos al hilo de En busca de la Cosa del Pantano), la apuesta de Lemire no habría desentonado como continuación directa de las etapas de Morrison y Delano ya citadas.

Y es que, como ya hicieron antes ambos guionistas británicos, Lemire parece querer centrarse mucho más en el álter ego civil de Animal Man, Buddy Baker, y en su relación con su familia (su esposa Ellen y sus hijos Cliff y Maxine), que en grandes escenas de acción superheroicas. Pero, como era de esperar, para la ocasión se ha prescindido de toda lectura metaliteraria, característica de la aportación de Morrison, para apostar por una visión más convencional y cercana al género del terror en versión Delano: una mirada pesadillesca y alucinatoria acerca de la condición de avatar del reino animal de Buddy dentro del universo.

Junto a Jeff Lemire, y más allá de las aportaciones puntuales de Steve Pugh (que ya se encargó del personaje junto a Delano) o John Paul Leon, destaca un Travel Foreman magnífico, cuyo trabajo adquiere personalidad propia pese a recordar a otros ilustres dibujantes: el suyo es un estilo en ocasiones cercano al trazo alocado y las figuras deformadas de Sam Kieth (The Maxx) o Simon Bisley (Bodycount), con un entintado cuyo acabado recuerda al del maestro Kevin Nowlan. Sus lápices se adecuan al guion inquietante y valiente de Lemire, del que hay que destacar el último cómic de la entrega, con la reproducción del film Mallas en el que Buddy Baker interpreta a un personaje llamado Chas Grant, un claro homenaje a Chas Truog y Grant Morrison, dibujante y guionista de su etapa más celebrada.

Teniendo en cuenta todo lo dicho, hay que señalar que el resultado de la colaboración entre Lemire y Foreman y su aportación al universo de Animal Man es, al menos por el momento, de lo más sugerente, y de hecho no mancilla el recuerdo de la majestuosa etapa del personaje de poderes animales escrita por Grant Morrison... Lo que no es, precisamente, moco de pavo.


Título: Animal Man n.º 1
Autores: Jeff Lemire (guion) / Travel Foreman et alii (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: mayo de 2012
144 pp. (color) - 13,95 €

La Semana del Nuevo Universo DC: Catwoman

Vaya por delante que nunca he sido un lector acérrimo de los cómics de DC. Quizá la razón se deba a su publicación errática en nuestro país, y a que en el momento en que gozó de una situación más estable -aquellos añorados años 80 de Ediciones Zinco- sus tebeos no se distribuían correctamente donde un servidor vivía, pero siempre me he decantado por los productos de la compañía rival: Marvel Comics. Eso no quita para que, ahora que ECC Ediciones se ha hecho cargo de su publicación en España (algo que, como todo principio, resulta por lo menos prometedor, así como una nueva oportunidad de hacer las cosas bien), haya decidido darle una oportunidad a algunos de los títulos que conforman eso que se ha venido a llamar "El Nuevo Universo DC": esto es, un nuevo comienzo en toda regla. Por ello, dedicaremos cuatro jornadas consecutivas que formarán esta "Semana del Universo DC" tan personal y sui generis a comentar cinco títulos que forman parte de este megareboot y que, por una razón u otra, me han llamado bastante la atención.

Y si ayer hablábamos de Batman, hoy tengo que referirme a uno de sus enemigos (o así) más emblemáticos; y, por extensión, al universo del Caballero Oscuro de Gotham. Y es que, a pesar de mi confesa predilección por los superhéroes de la competencia, el personaje creado por Bob Kane siempre ha sido mi favorito de entre los más populares de DC Comics. Quizá sea por su carencia de poderes sobrenaturales, que lo humaniza frente a un ser todopoderoso como Superman o una diosa amazona como Wonder Woman; quizá sea por la ambientación y la atmósfera de sus historias, muchas veces muy cercanas al género negro que tanto me entusiasma; o quizá sea por esa envidiable nómina de supervillanos, a cuál más fascinante... y de entre los cuales Catwoman es, con diferencia, el más ambiguo.

Así pues, me dispuse a leer con interés esta primera entrega de Catwoman, que incluye los seis primeros números de la colección original norteamericana, y cuyo mayor aliciente para el que esto escribe (y para otros muchos lectores, me consta) es el muy atractivo trabajo a los lápices de Guillem March. Aquellos que en su día disfrutamos de su volumen recopilatorio Works sabemos de qué es capaz este dibujante español, y es indudable que su versión de Selina Kyle iba a ser una de las más atractivas de todas las que han pasado por la historia de este personaje de DC.

En efecto, es imposible sustraerse al carácter de pin up sensual de Catwoman tal y como la ilustra March... ya sea enfundada en el traje de cuero negro característico del personaje o vestida para su identidad civil. Pero eso no quita para que ya en la primera lectura se pueda apreciar también el buen hacer de Judd Winick a los guiones: como explica Sergio Robla en su artículo acerca de su carrera, Winick es un guionista multidisciplinar que se mueve con soltura entre el cómic independiente (siendo Pedro y yo el ejemplo más conocido de esta faceta suya) y el mainstream (donde destacan sus etapas en Batman, Green Arrow y The Outsiders, todo ello para DC). Aquí, lejos de reducir a Selina Kyle al esterotipo de chica atractiva, impulsiva y descerebrada, la retrata como una adicta patológica a las emociones fuertes y a la que torturan las imprevisibles (y muchas veces letales) consecuencias de sus actos.

Por supuesto, otro de los aspectos más relevantes de la psicología del personaje es su tortuosa relación con Batman: profundamente atraída por el Caballero Oscuro, y no por el hombre que pueda esconderse tras la máscara, Selina / Catwoman vive el fuerte vínculo existente entre ambos como una relación de amor-odio que la tortura tanto como la llena de placer. Mención especial merece al respecto el encuentro sexual entre los dos personajes, en una azotea y sin quitarse del todo sus trajes: un encuentro que tiene de lucha tanto o más que de coito, y que recuerda a otra escena pareja, aquella mucho más criticada en su día -y es que a Frank Miller ya no se le perdona casi nada-: la de All Star: Batman y Robin.

Por lo demás, se agradece el buen pulso narrativo, una voz en off que no cansa, y un empleo de la violencia más realista y gráfico de lo habitual en este tipo de productos. Por supuesto, todavía queda por comprobar qué camino tomarán los guiones de Winick en el futuro, ya que la edición norteamericana apenas supera en cuatro meses la nuestra. Pero lo que es seguro es que mientras Guillem March siga a los lápices, esta Catwoman es una compra asegurada.


Título: Catwoman n.º 1
Autores: Judd Winick (guion) / Guillem March (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: mayo de 2012
144 pp. (color) - 13,95 €

La Semana del Nuevo Universo DC: Superman / Batman

Vaya por delante que nunca he sido un lector acérrimo de los cómics de DC. Quizá la razón se deba a su publicación errática en nuestro país, y a que en el momento en que gozó de una situación más estable -aquellos añorados años 80 de Ediciones Zinco- sus tebeos no se distribuían correctamente donde un servidor vivía, pero siempre me he decantado por los productos de la compañía rival: Marvel Comics. Eso no quita para que, ahora que ECC Ediciones se ha hecho cargo de su publicación en España (algo que, como todo principio, resulta por lo menos prometedor, así como una nueva oportunidad de hacer las cosas bien), haya decidido darle una oportunidad a algunos de los títulos que conforman eso que se ha venido a llamar "El Nuevo Universo DC": esto es, un nuevo comienzo en toda regla. Por ello, dedicaremos cuatro jornadas consecutivas que formarán esta "Semana del Universo DC" tan personal y sui generis a comentar cinco títulos que forman parte de este megareboot y que, por una razón u otra, me han llamado bastante la atención.

Y hoy empezaré por el relanzamiento de las colecciones protagonizadas por los dos personajes icónicos por excelencia de la compañía: Superman y Batman. En el caso de Superman, esta entrega inicial incluye los dos primeros números del nuevo Action Comics, que después de nada menos que 73 años sin necesidad de reiniciar su numeración veía de nuevo un número 1 en su cubierta en septiembre del año pasado.

El superhombre de Krypton nunca ha sido de mis personajes predilectos, así que mi principal interés en esta colección era muy otro: el nombre de su guionista. Efectivamente, Grant Morrison es uno de mis escritores de cómics favoritos gracias a títulos como Animal Man, Los Invisibles, El Asco o We3. Y esta no era la primera vez que se encargaba de escribir las aventuras del Hombre de Acero: aquel All Star: Superman en el que colaboró con su inseparable Frank Quitely está en la mente de todos como uno de los mejores tebeos del personaje de todos los tiempos.

Este hecho, el éxito de algunas de sus obras tanto para DC como para la competencia (recuerden sus New X-Men), y su papel preponderante en las últimas macrosagas y grandes eventos que ha experimentado el Universo DC, hicieron de Grant Morrison el guionista ideal para encargarse de este relanzamiento, y los mandamases de la compañía le dieron carta blanca para empezar desde cero, algo que el escocés domina como nadie.

Así, este nuevo Superman de Morrison presenta algunas novedades: para empezar, y aunque ni siquiera este enfant terrible de los cómics se ha atrevido a eliminar la icónica S roja y amarilla del pecho, el traje de Superman es otro... o incluso se podría decir que no existe como tal. Durante sus primeras aventuras como el Hombre de Acero, Clark Kent viste una camiseta azul, unos vaqueros aparentemente corrientes y, esta sí, una capa roja. También se mantienen, claro, personajes secundarios como Lois Lane y Jimmy Olsen, y Lex Luthor no tarda en aparecer como el enemigo más encarnizado del protagonista. Y, por supuesto, el grueso de la acción se desarrolla en Metrópolis, la ciudad característica de las historias protagonizadas por el personaje.

Por lo demás, Morrison promete poner en tela de juicio la naturaleza del superhéroe, analizando su condición de extraterrestre, y vincular todo ello a una lectura social y política mucho más adulta de lo habitual en los cómics de superhéroes mainstream. Eso no quita para que el arranque todavía resulte algo tímido y no carezca de errores o de aspectos que no acaban de convencer (aunque habrá que darle tiempo, no veo en Luthor al enemigo carismático que esperaba, y de hecho parece estar manejado por otro supervillano cuya identidad se sugiere en la última viñeta del cómic), pero el guionista se ha ganado con creces un voto de confianza, y habrá que ver qué derroteros toma la serie en sus manos y en las de Rags Morales, un dibujante que aquí hace mucho más que limitarse a cumplir con el expediente.

Al contrario que Superman, el cruzado de Gotham City es un personaje que siempre me ha interesado mucho más: de hecho, es mi favorito con diferencia de la trinidad principal de superhéroes de DC (los otros dos son, claro, Wonder Woman y el propio Superman). Por tanto, no necesitaba de ningún otro aliciente para dedicarle algo de atención y tiempo a este primer Batman, que incluye los dos primeros números de la colección del mismo título.

Como ya sabrán la mayoría de los lectores, y al contrario que el camino emprendido por el Action Comics de Morrison y Morales, en el caso de este Batman DC ha optado por desarrollar una labor continuista, dándole el timón de la colección principal de la franquicia del Hombre Murciélago al prometedor Scott Snyder. Este guionista, del que ya había podido disfrutar la miniserie Severed y los primeros números de la muy entretenida American Vampire, ha seguido el camino planteado por Morrison en su etapa al frente de la colección y por él mismo en la muy recomendable miniserie de Batman Puertas de Gotham, que puede leerse como una suerte de prólogo a la etapa que aquí comienza.

Una etapa que, por las noticias que se han conocido estos días, va a redefinir en breve el universo del justiciero enmascarado de Gotham. Pero antes de llegar a ese punto, que se publicará en el número 9 de la edición española, nos encontraremos con un relato clásico de Batman, resuelto con algo más que oficio, por un Snyder que conoce muy bien la tradición del personaje: se aprecia la fusión habitual de las constantes del cómic superheroico con el género negro, y ahí está la presencia de personajes secundarios como Nightwing / Dick Grayson, Red Robin / Tim Drake y el nuevo Robin / Damian Wayne, el comisario Jim Gordon o el inevitable Alfred. También aparece el Joker... y un nuevo villano sin nombre definido cuya existencia parece responder a algo llamado "el Tribunal de los Búhos", de los que a buen seguro sabremos más en futuras entregas.

Junto a Snyder, nos encontramos con un Greg Capullo a los lápices que arranca recordando al primerizo Todd McFarlane de los Hulk y Spiderman de finales de los 80 y primeros 90, mucho antes de que se enriqueciera con su Spawn y sus figuritas de merchandising, para ir adquiriendo personalidad propia conforme pasan las páginas gracias al inestimable apoyo de Jonathan Glapion al entintado y Fco. Plascencia al color. En definitiva: este primer número de Batman es un arranque muy prometedor, y que ha conseguido alcanzar la difícil meta de ganarse el beneplácito tanto de los lectores como de la crítica especializada en general. Por algo será.

Para terminar esta nota, es conveniente aclarar que ECC ha optado por incluir las dos cabeceras principales del Hombre Murciélago, Batman y Detective Comics, dentro de una misma colección española; una decisión que no ha satisfecho a todos los lectores para un problema que, por otra parte, tiene difícil solución: resulta imposible satisfacer a todo el mundo. Así, los números impares estarán dedicados a la primera, y los pares (del que ya ha aparecido uno en el mercado) a la segunda, escritos y dibujados por Tony S. Daniel, y que no han recibido tantos parabienes de la crítica como la obra de Snyder y Capullo que nos ocupa. No obstante, habrá que darle una oportunidad: Batman se la merece... Y lo dice un fanático de Marvel.


Título: Superman n.º 1
Autores: Grant Morrison (guion) / Rags Morales (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: mayo de 2012
56 pp. (color) - 3,95 €

Título: Batman n.º 1
Autores: Scott Snyder (guion) / Greg Capullo (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: mayo de 2012
48 pp. (color) - 3,50 €

RIP: Richard Lynch (1940-2012)

Como un servidor, Naxo Fiol es adalid del mejor (y a veces del peor) cine de serie B; no en vano es uno de los responsables del blog Aquí Vale Todo y del libro Malas pero divertidas. Eso explica en parte que hace unos días ya estuviese al tanto de una noticia que todavía no se había hecho pública y que, lamentablemente, nunca llegaría a los medios generalistas: el fallecimiento del gran actor norteamericano Richard Lynch, del que tuve conocimiento en la página de Fiol en Facebook.

Richard Lynch (1940-2012)

Paradójicamente, dado que la mayor parte de su carrera se desarrolló en películas de serie B y Z que con el paso del tiempo se han convertido en títulos de culto para los fanáticos de este cine abisal, Richard Lynch debutó como intérprete en un largometraje premiado nada menos que con la Palma de Oro en Cannes y donde secundó a dos titanes de la interpretación como Gene Hackman y Al Pacino. Efectivamente, en 1973 el realizador Jerry Schatzberg le dio un importante papel de reparto en la injustamente algo olvidada hoy Espantapájaros. También aquel mismo año participaría en Los implacables, patrulla especial, protagonizada por el igualmente malogrado Roy Scheider (Tiburón).

Su debut en la gran pantalla: Espantapájaros

Al año siguiente Lynch fue uno de los tres hombres (los otros dos eran Peter Fonda y John Phillip Law) que aterrorizan de diferentes maneras a un hombre de mediana edad y una mujer en una apartada cabaña en mitad de un bosque. El título del film, en el que también aparecía el veterano William Holden, fue Open Season (en España se tituló Los cazadores), y su director el discreto Peter Collinson.

Flanqueado por John Phillip Law y Peter Fonda en Los cazadores

A partir de 1976, y mientras participa puntualmente en varias series televisivas de corte policíaco -Serpico, Baretta, La mujer policía, Las calles de San Francisco, Starsky & Hutch-, su carrera cinematográfica da un viraje al género fantástico y de terror, que nunca llegará a abandonar del todo y donde su inquietante presencia y su característico rostro le sirvieron para dar lo mejor de sí mismo, la mayoría de las veces en roles de villano. Así, en aquel mismo año, y además de su rol secundario en The Premonition, fue también el temible ser de origen extraterrestre de Demon, film de culto también conocido por estos fueros por su título original (God Told Me to: "Dios me lo pidió"), y dirigido por ese estupendo director y mejor guionista que es Larry Cohen.

Una presencia sobrenatural en Demon

Como era de esperar, Lynch pronto colaboró con el padrino del cine de serie B por excelencia, Roger Corman: en 1978 protagoniza junto al también característico David Carradine Deathsport (Deporte mortal), una cinta futurista al estilo de Rollerball o la trilogía de Mad Max. Y aunque no abandonó del todo el cine mainstream -intervino, por ejemplo, en La fórmula, dirigida por el autor de Rocky y al lado de dos grandes y oscarizados intérpretes como George C. Scott y Marlon Brando-, ya fue por aquel entonces que Lynch se volcó casi por completo con el cine de serie B...

Como el terrorista enfrentado a Chuck Norris en Invasión USA

En 1982 interpreta al personaje titular de Cromwell, el rey de los bárbaros, exploit del exitoso Conan el Bárbaro firmado por el inefable Albert Pyun (Cyborg). Y durante aquella misma época todavía nos regalaría otros memorables villanos del cine de consumo de la década: en 1985 fue el coronel Brian Horne de la reivindicable Cut and Run de Ruggero Deodato, y también dio vida a Mikhail Rostov, el temible terrorista ruso de Invasión USA, enfrentado a una lucha a muerte con el mismísimo Chuck Norris. Apenas dos años más tarde daría vida a otro memorable personaje: Kadar, el temible villano de Los Bárbaros, de nuevo a las órdenes de Deodato. Posteriormente intervendría también en filmes como Espías sin identidad (al lado de River Phoenix y el veterano Sidney Poitier) o Visiones, 13 años después.

Otro memorable villano de Lynch: Kadar, en Los Bárbaros

Los años 90 empezaron para Richard Lynch con su intervención en la demencial Lambada, el baile prohibido... Un dato significativo y revelador de lo que supondría la mayor parte de su labor como intérprete a lo largo de la década: películas en la mayoría de ocasiones totalmente olvidables y que no eran dignas de su indudable talento. Haciendo un rápido repaso por este apartado de su fimografía, veremos títulos como After Shock, Return to Justice, Invasion Force, Alligator II: The Mutation, Trancers II, Maximum Force, Double Threat, Dragon Fury, Warrior of Justice, Total Force... Cintas donde coincidió con otros intérpretes característicos de este cine, estrellas prometedoras que nunca llegaron a serlo (caso de Christopher Mitchum, Andrew Stevens o Sam 'Flash Gordon' Jones), o eternos actores de carácter como John Saxon, con el que coincidió en más de una ocasión.

 Un actor vinculado a un género: el fantástico (Necronomicon)

Incluso cuando participó en cintas más populares o de más prestigio, Lynch tampoco tuvo demasiada suerte: participó en el primer episodio de la colectiva (y muy decepcionante) Necronomicon, y formó parte del gran reparto de Crimen y castigo, la versión de la inmortal novela de Dostoievsky dirigida en 2002 por... ¡Menahem Golan! En el film intervinieron también Crispin Glover, Vanessa Redgrave, John Hurt, Margot Kider, Sophie Ward, Ron Perlman y el fallecido John Neville.

Uno de sus últimos papeles: Laid to Rest

En 2007, año en el que también participa en la demencial Mil Máscaras vs. The Aztec Mummy (donde da vida al Presidente de los Estados Unidos), el músico y realizador Rob Zombie le da una de las mejores oportunidades de su carrera: formar parte del reparto de viejas glorias de Halloween: El origen, un muy digno remake del clásico de John Carpenter y en el que también aparecían Malcolm McDowell, Brad Dourif, Danny 'Machete' Trejo, Dee Wallace, Udo Kier, Sybil Danning... Dos años después Lynch intervendría también en The Rain, donde coincidió de nuevo con David Carradine y Dee Wallace, y en la entretenida Laid to Rest, aunque aquí contó con un papel demasiado breve.

 Póster promocional de The Lords of Salem

Lynch tendría que esperar hasta el presente año para que Rob Zombie volviera a reclamarlo como el reverendo John Hawthorne en el elenco, de nuevo muy cult, de la esperada The Lords of Salem, un film de terror donde volveremos a ver a Dee Wallace, Udo Kier, Michael Berryman, Billy Drago, Bruce Davison, Barbara Crampton, Meg Foster, Bruce Dern... y que queda para la posteridad como el film póstumo de ese gran actor de culto que fue, es y será Richard Lynch.

Junto a Sheri Moon Zombie, Rob Zombie y Malcolm McDowell

Richard Hugh Lynch, llamado Richard Lynch, nació en 12 de febrero de 1940 en Brooklyn, New York, y falleció en 19 de junio de 2012 en Palm Springs, California. Tenía por tanto 72 años. Descanse en paz.

Las recomendaciones del sábado

Cómic: 
VUELO DE ÁNGELES
Varios autores
(ECC, 2012)

Las criaturas mágicas que habitan en lo profundo del bosque andan alborotadas por el hallazgo de un ángel caído. Alrededor de él decidirán contar relatos protagonizados por estos seres alados... Al estilo de los clásicos medievales de Chaucer y Boccaccio, que incluían historias dentro de otras, la escritora Holly Black (Las crónicas de Spiderwick, Los buenos vecinos) y la ilustradora Rebecca Guay construyen esta novela gráfica que cuenta con la colaboración de otros autores, entre ellos el guionista de Fábulas Bill Willingham. Un relato fantástico que es sobre todo una delicia para la vista.

Libro: 
COL RECALENTADA
Irvine Welsh
(Anagrama, 2012)

Durante la cena de Navidad, Begbie descubrirá que su hermana se ha comprometido formalmente con su novio... Begbie es uno de los protagonistas de Trainspotting, la novela que, sobre todo gracias a su adaptación al cine, convirtió a Irvine Welsh en una celebridad literaria. Pero el escocés también ha escrito relatos de interés, como los de Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo o estos ocho publicados durante los años 90 y que ahora se recogen por vez primera en un libro. Para lectores con sentido del humor.


(De: El Periódico de Villena, n.º 324, 22-VI-2012).

Nuestros distinguidos antepasados

Todo aquel estudioso del cómic que se precie, o incluso aquellos que quieran profundizar en sus lecturas favoritas, deberían conocer a pioneros de la narración gráfica como el alemán Wilhelm Busch o el belga Frans Masereel, de los que se han publicado sendas obras significativas: Max y Moritz y La ciudad.

De ambos títulos, y del ensayo de José Manuel Trabado Antes de la novela gráfica, que comenta algunos clásicos incontestables del cómic publicados en la prensa norteamericana, hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:

La prehistoria del cómic

Detalle de uno de los grabados de La ciudad de Frans Masereel

Sospechoso y entrevistado

Hoy toca un poco de autopromoción, y es que al igual que sucedió en su día en el diario Información y la revista digital Calibre .38, y ahora con el motivo de mi presencia como ponente en el curso Novela y cine negro dentro de la programación de Els Juliols (los cursos de verano de la Universidad de Barcelona) en la primera semana de junio, la web Llibres per Llegir me entrevista acerca de mi relación con la escritura y con el género negro, al igual que ha hecho con la mayoría de mis compañeros en dicho curso. Una nómina que, dicho sea de paso, quita el hipo y me hace sentirme honrado en su presencia: Andreu Martín, David C. Hall, Manuel Quinto, Mariano Sánchez Soler, Lorenzo Silva y muchos más nos deleitarán durante estas jornadas con su particular visión del género noir.

Los criminales más buscados de Els Juliols

Podéis leer mi entrevista aquí, y acceder al resto de interrogatorios (por jugar con un símil propio del género) acá. Espero os guste.