Así llamo yo a esas películas que vemos en un determinado momento de nuestras vidas y que después, por una razón u otra, parecen desaparecer de la faz de la tierra, y nos resulta realmente complicado no ya volver a verlas, sino incluso encontrar a alguien que las haya visto también.
Con el mercado doméstico, del vídeo primero y ahora del DVD (y los que vendrán), el número de películas fantasma era cada vez más reducido. Casi cualquier cinta de la que disfrutábamos en las salas comerciales, con esperar unos seis meses, la podíamos tener en casa en VHS o DVD para revisarla cada vez que nos viniera en gana.
Pero en algunas ocasiones, muy contadas eso sí, parecía que a determinada película se la había tragado la tierra.
Este fin de semana, por fin, pude ver una de mis películas fantasma predilectas: Beautiful people.
Estrenada en España allá por 1999 o 2000, la disfruté en la Casa de la Cultura de Villena (Alicante), y después... la nada. Nunca vi que la editaran en vídeo (el DVD aún no se había difundido), ni que Canal + la emitiera, como hacía con el 95% del cine estrenado. Ni siquiera la vi programada por ningún canal público o privado de difusión en abierto. Y cuando apareció el DVD... pues tampoco estuvo entre los lanzamientos de los primeros años.
Hasta que, por fin, fue editada en soporte digital. Obviamente, me hice con ella, con el fin de comprobar si el tiempo había hecho mella en la cinta. Vista ahora, y aun perdiéndose la sorpresa inicial, la película sigue funcionando: el film de Jasmin Dizdar es una tragicomedia humana ambientada en Londres, alrededor de un barrio de clase media, un bar, un hospital, un colegio, y donde su director y guionista, a través de una serie de vidas cruzadas, reflexiona sobre la bondad y la maldad en el mundo contemporáneo, moviendo a sus personajes entre el pacífico devenir cotidiano de Gran Bretaña y la lucha por la supervivencia diaria en Serbia.
Algunos podrán achacarle a Dizdar que su mirada sobre el tema es demasiado amable. Pero también es cierto que de vez en cuando, entre tanta cinta agria y existencialista, resulta agradable encontrarse con alguien que cree en las personas. Aunque sea, como diría Nanni Moretti, sólo en una minoría de las personas.
Un último apunte: esperemos que Dizdar pueda volver a dirigir pronto un largometraje, cosa que no ha hecho hasta la fecha (sólo figura como uno de los realizadores del film colectivo Les Européens), y que confirme su valía como cineasta. Si no, acabará convirtiéndose en algo temible: un director de cine tan fantasma como su Beautiful people.
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7 comentarios:
Pues nada a buscarla se ha dicho para su posterior visionado!
a mi me pasa con "the van" comedia inglesa de tios paraos, buenisima e imposible de encontrar
Sí, que en España se llamó LA CAMIONETA, de Stephen Frears. Esa al menos sí la pasó Canal+, porque recuerdo que me la grabaron de una de sus emisiones...
... pero es cierto, no es una película que se vea mucho. Y todos tenemos nuestras "películas fantasma" particulares...
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