Abandonad toda esperanza

jueves, 13 de enero de 2011

Un libro muy pequeño de un autor muy alto

Precisamente el pasado miércoles 5 de enero, unas horas antes de la Noche de Reyes, encontré en mi buzón un regalo inesperado...



Puñalabras, cuyo subtítulo reza "Relatos negros & Ucronías", es un librito de dimensiones muy reducidas pero al que después de leerlo le tengo muy alta estima, y no solo por el valor intrínseco de varios de los textos que incluye -algunos relatos breves, otros auténticos microrrelatos-, sino porque conozco de primera mano a su autor: Jesús Lens Espinosa de los Monteros, amigo y compañero de mil y una aventuras (bueno, quizá no tantas, pero casi), de quilométrico nombre que inteligentemente acorta al más breve de Jesús Lens cuando escribe libros por cuestiones de maquetación y espacio; abogado de profesión y crítico y escritor de vocación, responsable del blog Pateando el mundo, colaborador del diario granadino Ideal y co-autor del libro Hasta donde el cine nos lleve (Viajes y escenarios de película).

Jesús Lens... Espinosa de los Monteros (dcha.)


En este libro, Jesús Lens recopila en apenas 62 páginas quince historias, algunas de un solo párrafo, que dan buena cuenta de su talento como narrador: obviamente no todas están a la misma altura, pero muy pocos narradores son capaces de mostrar con palabras tan contadas como precisas la sinrazón de la violencia (en "Apurado perfecto" y "La paliza"), asumir la herencia del humor negro de raigambre hispana adaptado a la figura del psychokiller ("El vecino") o, simplemente, dejar al lector con una inquietud importante tras leer una historia de infidelidades y secretos a media voz como "SMS" (diez líneas) o el relato de una pareja rota por la violencia de género como el soberbio "Por tabaco" (¡cuatro líneas!).



Y ustedes se preguntarán: ¿dónde puede adquirirse un ejemplar de Puñalabras? Pues que yo sepa, en ningún sitio. ¿Y qué puede hacerse para conseguir uno? Pues imagino que o ser un buen amigo del autor, o acostarse con él, o escribir un libro a cuantro manos con el susodicho. Un servidor cumple dos de los tres requisitos, así que no me echen en cara que yo tenga uno (y, además, dedicado) y que ya haya podido disfrutar de su lectura mientras que algunos de ustedes no. Por lo demás, paciencia: la inquietud creativa de Lens es directamente proporcional a su (muy considerable) altura, y seguro que tendrán la oportunidad de seguir leyéndole, en este o en otros libros, tan buenos o mejores que el presente, y muy posiblemente más grandes en consonancia con el propio autor.

3 comentarios:

Jesús Lens dijo...

¡Qué noche aquella, eh Frankie!!!!

Jajajajajaja. Gracias amigo. Ya sabía que eres un crack. Pero me encanta reafirmarlo.

Rash dijo...

¿A ti tambien te ha obligado a acostarte con el?...
Yo que pensaba que era como lo de Denny Crane y Alan Shore y resulto que es un vicioso :)
Al menos nos queda el libro para consolarnos.

Anónimo dijo...

Yo también lo tengo.No me acuerdo si me acosté con él pero siempre será parte de mi viaje.


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