miércoles, 10 de noviembre de 2010
Autobiografías minimalistas
En ocasiones menos es más, y el campo del arte gráfico no es una excepción: algunos ilustradores han hecho de su trazo sencillo y nada detallista, a veces poco más que lo que para otros sería un boceto sobre el que empezar a trabajar, un rasgo distintivo de su estilo. Esto, por supuesto, llama a debates no siempre exentos de polémica sobre qué es o deja de ser arte, enfrentamientos dialécticos sobre la necesidad de este de ser meritorio como rasgo definitorio, etcétera.
Aunque en el ámbito del tebeo español hablar de minimalismo gráfico -no así de autobiografía- supone recurrir por necesidad al indispensable Cuttlas de Calpurnio, en los últimos años tendríamos que hablar también de Felipe Almendros (el autor de Pony Boy y Save Our Souls) y, sobre todo, de Juanjo Sáez, autor barcelonés nacido en 1972 que destaca por encima del resto de nombres de su generación: estamos ante un guionista y dibujante de historieta que empezó a llamar la atención con una obra de título tan provocador como Viviendo del cuento, y que posteriormente convenció a propios y extraños con el soberbio El Arte (Conversaciones imaginarias con mi madre), posiblemente todavía hoy su trabajo más conseguido.
En su día, al respecto de esta obra, dijimos que "Sáez defiende el valor del esbozo, la frescura del boceto, la valía del primer trazo realizado". El autor, en cuya obra destaca un marcado cariz autobiográfico, ha mantenido vigente esta opción estética en sus títulos posteriores, y la mantiene en su más reciente obra: el primer volumen de Arroz pasado (editado como los previos por el sello Random House Mondadori). Como explica el propio autor en la introducción de este tomo, el origen del cómic se encuentra en la serie de animación Arròs covat, un encargo de la productora Escándalo Films para Televisió de Catalunya: se trata de una serie de episodios breves, de apenas doce minutos de duración cada uno, animados a partir de unos storyboards diseñados por él -y que se han convertido a la postre en el propio cómic que comentamos hoy-, y que a su vez pretendían reflejar la sociedad de los treinteañeros de clase media-alta que viven en la Barcelona de nuestros días.
Arroz pasado, y a partir de ahora hablamos ya del cómic propiamente dicho, se articula en doce capítulos, cada uno de ellos titulado como una receta culinaria que tiene al arroz como ingrediente principal, y que en la mayoría de los casos son de platos que le cocina al protagonista su querida tía Paquita. Este personaje principal no es otro que Xavier Masdeu, un diseñador gráfico que tiene su propia empresa y para el que trabajan Ricardo y Luis, dos diseñadores más jóvenes que él: el primero es un individuo contestatario y antisistema; el segundo, más discreto, oculta su homosexualidad al resto de la sociedad, y muy especialmente a sus compañeros de trabajo. Como personajes de reparto destacables cabe citar a Sonia, novia de Xavier, aunque rompen al comienzo de la obra cuando él le confiesa que últimamente se siente atraído por prácticamente cada chica que se cruza en su camino; y también a Lucía, "Luz para los amigos", otra diseñadora gráfica, recién llegada al gremio, que se convertirá durante un tiempo en interés romántico y sexual de Xavi.
A lo largo de las casi ochocientas páginas (nada más y nada menos) de este primer volumen, que se corresponde a su vez con la primera temporada de la serie que le sirve de origen -y que se está reponiendo en el nuevo canal de pago TNT los viernes a horas algo intempestivas-, el lector descubrirá constantemente rasgos marca de la casa, como el mencionado estilo aparentemente descuidado -no faltan ni las faltas ortográficas de rigor ni tampoco las correcciones mediante tachaduras-, así como el dibujo de situaciones rocambolescas -véase el episodio erótico de Xavi con una mujer mayor que él y el hijo sonámbulo de esta-, el humor grueso -lástima que explicite el chascarrillo sobre el festival de cine gay y lésbico del palomo cojo, el oso y el mariposón, más divertido cuando su descubrimiento queda relegado a la atención del lector-, o las reflexiones acerca del Arte en mayúsculas: a este respecto, el recurso al Gernika de Picasso que hace Sáez es particularmente brillante.
Mientras tanto, seremos testigos de las peripecias tanto emocionales como profesionales de Xavi y sus colegas, de sus familiares y amigos, de su novia (casi ex novia) y de sus hipotéticos clientes que no acaban de cuajar, como si de una comedia de situación con risas enlatadas se tratase. Y como en toda sitcom que se precie, no faltan aquí los special guest stars: del artista y diseñador Javier Mariscal -protagonista de uno de los episodios más hilarantes de la obra- hasta popes de la escena teatral catalana como Albert Boadella o Josep Maria Flotats, pasando por el simpar Alejandro Jodorowsky y su libro autobiográfico La danza de la realidad o el mismísmo Joan Manuel Serrat, a cuyo célebre greatest hit "Mediterráneo" Sáez da un origen de lo más sorprendente y divertido.
Aunque estamos ante un relato que podría incluirse dentro del género, siempre de límites difusos, de la comedia, hay que entender este término con toda la ambigüedad a él inherente: Sáez no se autocensura en ningún momento y muestra también el lado más miserable del protagonista y de aquellos que le rodean. Y es que no es difícil ver en Xavi -y en parte también un poco en el resto de personajes- una suerte de alter ego del propio autor: como muy acertadamente señaló el guionista y crítico Santiago García en Mandorla, "sin embargo, a lo largo de todo Yo, yo tengo la sensación de que Juanjo nos está escamoteando su verdadero yo, y que tal vez haya una mayor sinceridad personal en Arròs covat, gracias precisamente a la libertad que da el traje de la ficción. A través de personajes, en efecto, nos revelamos como no nos revelamos directamente".
Comentar Arroz pasado supone una buena oportunidad para rescatar, aunque sea brevemente, la anterior obra de Sáez de la que no habíamos hablado todavía, y que menciona García en el texto citado en el párrafo anterior: editada a comienzos del presente año, Yo es -como sugieren tanto su título como su subtítulo: "Otro libro egocéntrico de Juanjo Sáez"- una de las obras más autobiográficas, si no la que más, de su principal responsable... ya que este se retrata a sí mismo en su relación con su propio arte.
En principio, Yo iba a ser -y de hecho lo es- una antología de tiras de prensa del autor, pues en su interior se recupera material publicado con anterioridad en periódicos como El Mundo (en el suplemento La Luna), El País y El Periódico de Catalunya, así como en revistas como Rock de Lux, Dance de Lux, .H o Kult, o bien en el diario del Festival de Cine Fantástico de Sitges. De la misma forma se incluyen varias historietas inéditas realizadas para Rock de Lux o El País pero que finalmente no vieron la luz por un motivo u otro, así como muestras de su trabajo que tampoco llegaron a publicarse nunca.
No obstante, junto a este material se incluye otro totalmente nuevo, que pasa por comentar el anterior al más puro estilo "audiocomentario de DVD" y explicar las razones que le llevaron a hacerlo, y que reduce al anterior a una tercera o cuarta parte del libro. De esta forma, Yo se articula como un diálogo entre el autor y su propio ego, una suerte de "entrevista conmigo mismo" según augura la contracubierta del volumen, así como en una reflexión directa sobre su propio trabajo. De ahí que en sus páginas surjan nombres como los de Pepo Pérez (El vecino), que colaboró con Sáez en alguna ocasión, o Will Eisner, considerado el padre de la novela gráfica tal y como se entiende hoy; así como chanzas acerca de sus colegas: particularmente divertida es la que Sáez presenta a costa de la argentina Maitena.
Pero esto, claro, no es todo: como tiras de prensa que son, Yo recorre la actualidad española de un período de tiempo considerable, y no faltan tiras de contenido político-social con apuntes contestatarios contra la política del entonces Presidente del Gobierno José María Aznar -cruelmente caricaturizado-, reflexiones acerca de las negociaciones con la banda terrorista ETA o la plasmación visual de la tragedia del Prestige. También destacan, aunque solo sea por puro morbo, las disquisiciones acerca de por qué varios de los principales diarios de nuestro país dejaron de contar con los servicios del autor poco tiempo después de contratarle. Y todo ello se ve reflejado con el particular estilo gráfico de Sáez y, lo que es mejor, con el sentido del humor y su personal mirada -que a veces parece ingenua, casi naif, y otras se adivina bastante perspicaz- a los que nos tiene gozosamente acostumbrados. Queremos más Arroz pasado; qué demonios, también queremos más Yo... O lo que es lo mismo: más Juanjo Sáez.
En comparación con el estilo de el anterior, el arte de Jeffrey Brown -del que ya hemos comentado títulos previos tan interesantes como Piltrafilla, Pequeñas cosas o Gato saliendo de una bolsa- podría calificarse de rococó. La última publicación del norteamericano en nuestro país es Escenas imborrables, como los anteriores editado por La Cúpula, y que recoge en su interior material extraído de Miniature Sulk y Feble Attempts, así como otras historietas rescatadas de antologías como Be a Man y Every Girl Is the End of the World for Me.
Como ya señalamos al hilo de otras obras suyas, el protagonista del grueso de la obra de Jeffrey Brown no es otro que el propio Jeffrey, y Escenas imborrables no es una excepción: salvo casos muy concretos -y concentrados hacia la parte final del libro-, el más de medio centenar de historias cortas que incluye el presente volumen giran alrededor del autor y de hechos reales que le han sucedido -no cabe duda de que alguna vez lo han confundido verdaderamente con Chester Brown, el autor de El playboy-, y que aquí se ven plasmados con su ya reconocible y sencillo dibujo en blanco y negro.
Los lectores habituales de Brown ya lo conocemos como si de un amigo de verdad se tratase: sabemos de sus dudas existenciales, de sus problemas emocionales y de sus dolores estomacales, así como de su pasión por los gatos o de su mitomanía respecto de artistas a los que admira. De todo ello vuelve a haber un poco aquí, como cuando Jeffrey descubre que tiene úlceras o cuando conoce al director de cine de los 80 John Hughes o al escritor Dave Eggers. Y, por supuesto, sus relaciones con el otro sexo tienen como siempre un papel predominante.
Pero también hay novedades... En esta ocasión descubriremos lo que supone para Jeffrey Brown la aventura de la primera paternidad. Y de igual forma llama la atención el interés que despierta el recuerdo de su infancia, recogido en las primeras páginas del tomo, y donde destaca particularmente la historia "¿Cuándo se manifestarán mis superpoderes?", de apenas una página, y donde la ausencia de texto permite a partir de sus muchas interpretaciones toda una reflexión magistral acerca de las posibilidades de la historieta como arte narrativo.
Así pues, estamos ante una pieza más de lo que parece un striptease creativo continuo, un verdadero y estimulante work in progress del que un servidor se confiesa rendido admirador. Por ello, tanto de Juanjo Sáez como de Jeffrey Brown no esperamos sino nuevos trabajos que sigan explorando tanto las posibilidades narrativas del medio como, por lo menos y seguramente sobre todo, los propios dilemas vitales de cada uno; dilemas en los que reconocernos reflejados y que nos servirán para conocernos un poco mejor a nosotros mismos.
Título: Arroz pasado (Vol. 1)
Autor: Juanjo Sáez (guión y dibujo)
Editorial: Reservoir Books Mondadori
Fecha de edición: octubre de 2010
784 páginas (color) - 26,90 €
Título: Yo (Otro libro egocéntrico de Juanjo Sáez)
Autor: Juanjo Sáez (guión y dibujo)
Editorial: Reservoir Books Mondadori
Fecha de edición: marzo de 2010
232 páginas (color) - 20,90 €
Título: Escenas imborrables
Autor: Jeffrey Brown (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: septiembre de 2010
352 páginas (b/n) - 15 €
(+) Previously on Abandonad toda esperanza, cómics autobiográficos:
- "La Semana del Cómic Autobiográfico"
- Alicia en un mundo real
- Brooklyn Dreams
- Inside Moebius
- Jirafas en mi pelo
- Mi grasa y yo
- Miguel. 15 años en la calle
- Mis problemas con las mujeres
- Parecer es mentir
- Sofía y el negro
- Stitches
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3 comentarios:
Pues ya está tardando en comprarse los Autobiografía no autorizada I, II y III de Nacho Casanova.
Un saludo
Pues en realidad los tomos II y III ya los tengo -acaba de recoger en Correos este último, qué casualidad-, pero hasta que no encuentre y compre el I, nanay... :-)
Gracias por la recomendación.
El primero lo puedes comprar en la web de Bang:
http://www.bangediciones.com/online/bang._ediciones/Autobiografia_no_autorizada.html
o desde aquí:
http://www1.dreamers.com/search.cgi?categoria=&query=nacho+casanova
Un saludo
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