Abandonad toda esperanza

miércoles, 14 de enero de 2009

La vida íntima de Jeffrey Brown (y la de su gata)



Liberado por fin de su proyecto, hoy ya concluido, y que a la postre ha sido considerado como la llamada "Trilogía de las novias" -que integran las obras Torpe, Inverosímil y Cualquier sencilla intimidad, todas ellas editadas como los libros que nos ocupan ahora por La Cúpula-, Jeffrey Brown ve cómo su bibliografía en español ha aumentado recientemente con otros dos títulos, recomendabilísimos ambos -aunque con diferencias de matiz- para los fieles seguidores del cómic independiente norteamericano, especialmente del tan traído y llevado slice of life.



Capital para entender el particular mundo de su autor resulta ser Pequeñas cosas, un libro que viene a ser, como su propio subtítulo indica, unas memorias fragmentadas en las que, pese a reincidir en el componente sentimental, trata otros momentos más o menos capitales -y subrayamos lo de más o menos- pero de índole bien distinta provenientes de su experiencia vital, como es el caso de diversos viajes, un accidente de coche o el momento en el que enfermó y tuvieron que extirparle la vesícula biliar.



Como en las tres obras previas, que lo han convertido en un célebre autor que pasó de ser el protegido de Chris Ware a ganarse un lugar propio en el campo de la historieta indie, Pequeñas cosas hace gala del estilo gráfico particularmente reconocible de Brown: un acabado sencillo, casi infantil, que el autor comparte con otros dibujantes; caso de, este todavía más aparentemente descuidado, el de John Porcellino y su Ejemplo perfecto.



Este peculiar modo de dibujar, por un lado, acerca el resultado final de la obra a sus lectores, pareciéndole a estos más inmediato -muchas páginas asemejan estar dibujadas en el mismo momento en el que acontecían los hechos narrados en ellos-; y por otro potencia todavía más los pasajes más dramáticos, impidiendo el distanciamiento y subrayando por contraposición lo que de desagradable puedan tener.



Mucho más particular, aparentemente más accesible pero al mismo tiempo destinado a un tipo de lector que busque algo diferente, es Gato saliendo de una bolsa, obra en la que Brown deja a un lado su protagonismo -salvo en la primera página, a modo de presentación, apenas aparece y nunca se le ve de cuerpo entero, y jamás se le vislumbra el rostro-, cediéndole este a algunos de los felinos con los que siempre ha compartido su vida, particularmente a Misty, que se erige en verdadero personaje central de la obra.



Gato saliendo de una bolsa es una obra minimalista, de escasa acción entendida como tal, y que presta total atención a la vida cotidiana de la gata, vista con la fascinación que pueden despertar actos anodinos a los que un ser humano, en la mayoría de los casos, no encontrará explicación racional alguna o de encontrarla no la compartirá con una raza animal tan particular como la de los gatos.



Alguien dijo una vez que las personas que tienen un gato como animal doméstico no tienen a un gato viviendo con ellos, sino que es el mismo felino el que tiene a personas viviendo con él. Y Jeffrey Brown, por lo que puede verse aquí -y no solo en Gato saliendo de una bolsa, sino también en Pequeñas cosas, obra autobiográfica donde el animal reclama su parte de protagonismo-, a buen seguro comparte esta afirmación.



Título: Pequeñas cosas (Unas memorias fragmentadas)
Autor: Jeffrey Brown (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: agosto de 2008
356 páginas (b/n) - 15 €

Título: Gato saliendo de una bolsa (y otras observaciones)
Autor: Jeffrey Brown (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: diciembre de 2008
116 páginas (b/n) - 15 €

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ambos cómics tienen una buenisima pinta, me los apunto para pillarlos...
Un saludo


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