Shooter (El tirador): Conspiración blockbuster

Acerca de Shooter (El tirador), no entraremos a trapo en si se trata de un film de izquierdas o de derechas, en si es anarquista o fascista, por dos razones: primera, porque su mensaje y su forma de exponerlo nos parece lo suficientemente ambiguo como para no tenerlo nada claro; y segunda, porque en la Historia del Cine se ha venido demostrando con el paso de los años que nada tiene que ver esta dicotomía con la calidad, y que películas tildadas de fascistas o xenófobas (me vienen a la memoria Centauros del desierto de John Ford y Taxi driver de Martin Scorsese) también son incontestables obras maestras del séptimo arte.



Ni que decir tiene, por otra parte, que esta nueva película de Antoine Fuqua no le llega a la suela de los zapatos a las dos citadas, pero tampoco lo pretende; sí cumple la intención de proporcionar al espectador dos horas de entretenimiento en mayúsculas, sin darle un respiro desde el mismo comienzo.



El director de la reivindicable El rey Arturo y de esa joya del policiaco reciente titulada Training day demuestra de nuevo ser un cineasta con oficio, y aquí se pone al servicio de un guión de Jonathan Lemkin, basado a su vez en una novela de Stephen Hunter, de la cual me permito dudar presente tantos puntos a favor como su dinámica adaptación cinematográfica.



Mark Wahlberg, en el que posiblemente sea su año (acaba de ser nominado como secundario por Infiltrados, y ya se anuncia que protagonizará las nuevas películas de Darren Aronofsky y M. Night Shyamalan), encarna a un tirador de elite retirado al que piden ayuda para evitar un atentado contra el Presidente de la nación; lo que no sospecha es que se convertirá en el principal sospechoso del asesinato de un alto mandatario y en un fugitivo de la justicia...



Un estupendo elenco de secundarios completan el plantel de intérpretes: de los veteranos Danny Glover o Ned Beatty a la joven Kate Mara, pasando por Elias Koteas o por Michael Peña, otra estrella ascendente después de su intervención en Crash (Colisión) y World Trade Center. Pero las indudables estrellas de la función son Wahlberg delante de la cámara y Fuqua tras ella.



El film consigue un equilibrio perfecto entre el cine de persecuciones y espectáculo al más puro estilo de Jerry Bruckheimer (sin caer en sus excesos) y el cine político y de conspiraciones, de Alan J. Pakula a Oliver Stone, pasando por Conspiración de Richard Donner o la serie Expediente X: como afirma un personaje: “piensa y vuelve a pensar, y cuando creas que ya estás en lo cierto... te equivocas”. En lo que sin duda no nos equivocamos es en pensar que Shooter es un dignísimo thriller, al que se le deben perdonar las licencias argumentales que se toma en aras de proporcionar lo que se le pide: dos horas verdaderamente trepidantes.