Al parecer, en 1977 y durante una pequeña fiesta en Los Ángeles, el director de cine Roman Polanski abusó sexualmente de una niña de 13 años que se encontraba bajo los efectos del alcohol y a la que el realizador debía hacer unas fotografías para una revista de la época. Los hechos tuvieron lugar en una mansión propiedad del actor Jack Nicholson, amigo del realizador y con el que había rodado Chinatown.
Polanski y Nicholson, durante el rodaje de Chinatown
Polanski fue acusado del delito -reconoció haber mantenido relaciones sexuales con una menor, pero siempre negó los cargos de violación y sodomía-, y tuvo que cumplir 42 días de prisión preventiva bajo vigilancia psiquiátrica. Ya que en en Estados Unidos podía ser condenado a 50 años de prisión, el realizador de El escritor se instaló en Francia. Desde entonces, la justicia estadounidense lo considera oficialmente como un fugitivo y, en caso de regresar al país, podría ser arrestado.
El director de cine, arrestado
La víctima de aquel abuso es Samantha Geimer, que actualmente tiene 48 años. Y aunque un hecho así debería ser inadmisible, en los últimos tiempos la propia víctima ha manifestado en repetidas ocasiones que realmente no recuerda nada de aquellos hechos, y se ha mostrado a favor de la suspensión del proceso contra el cineasta y de que se archive definitivamente la causa. Téngase en cuenta a este respecto que en 2009 Polanski fue finalmente detenido en Suiza y pasó varios meses bajo arresto domiciliario. La justicia estadounidense pidió su extradición, pero finalmente las autoridades suizas lo rechazaron.
Geimer, entonces y ahora
Estos hechos vuelven a estar de actualidad porque según la editorial Atria Books, perteneciente al emporio Simon & Schuster, Geimer tiene previsto escribir sus memorias: The Girl. Emerging from the Shadow of Roman Polanski ("La chica. Saliendo de la sombra de Roman Polanski") se pondría a la venta en otoño de 2013. El morbo, un elemento que siempre ha estado íntimamente unido a la vida privada y la obra cinematográfica de Polanski, está servido otra vez...
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