Posiblemente, ese sea Jeremy Renner. De ser un actor casi desconocido pasó a ser un intérprete de reparto en filmes tan interesantes como 28 semanas después o El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, y la gran oportunidad le llegó de la mano de Kathryn Bigelow, que le ofreció el papel protagonista de En tierra hostil. Por su trabajo en aquel film Renner fue nominado al Oscar al Mejor Actor, y repitió en la competición por la estatuilla dorada (ahora en la categoría de Actor de Reparto) gracias a su impecable trabajo en The Town (Ciudad de ladrones). El resto... vino rodado.
Renner está actualmente en una situación envidiable: ha tomado el relevo de Tom Cruise en la saga Misión imposible a partir de su cuarta entrega, sustituye a Matt Damon en la serie de filmes protagonizados por Jason Bourne, y encarna a Ojo de Halcón en la franquicia de Los Vengadores (ya se le vio fugazmente, a modo de cameo, en Thor). Esto es: sin lugar a dudas va a convertirse en uno de los actores más taquilleros del Hollywood contemporáneo, y goza de un estatus solo comparable al de su colega Robert Downey Jr., que está presente en dos franquicias: Iron Man y Sherlock Holmes. Casi nada.
Por si esto fuera poco, Renner también estará en Lowlife, lo nuevo de James Gray (Two Lovers) junto a Joaquin Phoenix (actor fetiche del realizador) y Marion Cotillard (vista en filmes tan variopintos como Origen o Midnight in Paris). Ahí es nada para un actor como Jeremy Renner, un perfecto desconocido hasta hace bien poco.
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