miércoles, 29 de diciembre de 2010
Los horrores desatados de la naturaleza
Desde hace casi cinco años que los verdaderos aficionados al terror, en cualquiera de sus manifestaciones, medios y subgéneros, venimos disfrutando de una cabecera como Cthulhu, publicada por Diábolo Ediciones y que aglutina en su interior lo más novedoso y prometedor de la creación artística de nuestro país en lo que a historietas del género se refiere, sin olvidar dejar un pequeño pero significativo espacio para la narrativa y el ensayo, eso sí siempre vinculados al género que nos ocupa.
Después de números dedicados nunca exclusivamente pero sí con especial atención a escritores como Lovecraft -que, lógicamente dada la cabecera de la revista, fue el primero-, Stevenson, Hodgson, Poe y Howard, así como un "Especial Fantasmas" que tuvo a M. R. James como anfitrión especial, ahora es el turno de que ejerza como maestro de ceremonias o, si se prefiere, maestro bajo cuya protección espiritual acogernos, el gran Algernon Blackwood, un escritor especializado en mostrar los horrores ominosos surgidos de entornos naturales aparentemente inofensivos.
De esta forma lo retrata uno de sus máximos adalides, Manuel Mota, en el texto que sirve a modo de introducción de la oferta, seguido por la adaptación que elabora el propio Mota del relato de su mentor "Luces antiguas", que con apenas unos pocos diálogos y con un sobrio blanco y negro logra inquietar al lector. La otra adaptación del escritor que incluye esta entrega, muy sui generis eso sí, es la historia "Culto secreto", protagonizada por el divertidísimo Lovecraft preadolescente creado por José Oliver y Bartolo Torres. Finalmente, la sombra de Blackwood también planea sobre el relato "El sauce" de José María Tamparillas, que cierra el número... a falta de los "Gothicomics" de Ángel Rodríguez (Necróticas).
Como otros grandes logros de este séptimo número podemos destacar historias como "La visión de Van Helsing" de Luis Míguez, una suerte de ocurrente precuela de Drácula en apenas siete páginas; "Una leve sonrisa", apenas dos páginas escritas por Raule, el guionista de Jazz Maynard; "Inmune", relato de final descorazonador firmado por J. J. Rovella y Julio Amazor; y muy especialmente el atmosférico "Welcome to Innsmouth", que pese al homenaje explícito a Lovecraft cuenta con una ejecución que recuerda más al universo de Silent Hill -el videojuego, la película y los cómics-, y que cuenta con unos autores de excepción: el guionista El Torres (El velo, Nancy in Hell) y el dibujante Tony Sandoval (El cadáver y el sofá, Nocturno).
No obstante, las dos mejores historias de este Cthulhu son "Soy un gato" de Elchinodepelocrespo y Toni Fejzula -una muestra de lo que puede hacer el terror moderno cuando se ejecuta con atrevimiento y sin autocensuras-, así como "Juana la Loca", una suerte de homenaje al cine del danés Carl T. Dreyer (no solo a su La pasión de Juana de Arco, sino también su inolvidable Vampyr) a partir del encuentro entre dos de los pacientes de una institución psiquiátrica. Mediante este último relato, el reincidente Elchinodepelocrespo -ya lo hemos dicho alguna vez: tras tan extraño seudónimo se esconde el mejor escritor de toda la nómina fija de esta publicación- y el dibujante Karles Sellés (Asuntos pendientes) ejecutan de paso una suerte de narración metalingüística con homenaje al mítico Krazy Cat incluido.
Finalmente, hay que señalar también el arranque de una serie de artículos que glosarán la historia de las revistas de terror en España, que empieza dedicándose sobre todo a la revista Historias para no dormir -surgida al rebufo de la exitosa serie televisiva de Chicho Ibáñez Serrador- y que deja el artículo abierto de cara a tratar la añorada Dossier Negro. Esta serie de ensayos, que firmarán redactores de la web Tebeosfera, tratarán una tradición en la que ahora se incluye con todos los honores esta Cthulhu a la que auguramos y deseamos una larga y próspera existencia.
Como en los tiempos de la vieja factoría de Josep Toutain, en Diábolo apuestan también por que los jóvenes valores que saltan a la palestra desde las páginas de su revista y que merecen el favor de la crítica y/o el público consigan publicar de forma independiente... aunque sea recuperando material previamente publicado en las cabeceras de la casa. Este es el caso de Pepe Avilés, que firma en la cubierta de su Desde la oscuridad solamente con su apellido.
El presente álbum incluye siete historias, las cinco primeras publicadas en los otros tantos primeros números de Cthulhu, y las dos últimas totalmente inéditas y creadas ex profeso para la ocasión. El nivel de dichas historias es, claro, variable, pero los lectores de Cthulhu ya conocerán la obra de Avilés y sabrán a qué atenerse y si su manera de entender el género coincide con la suya.
La presencia del océano más profundo como origen de las peores y más terroríficas amenazas planea durante toda la obra, como ya pone de manifiesto la (estupenda) cubierta del álbum, pues tres de las siete historias se ambientan en espacios marinos: desde la inaugural "Oscuridad" -pese a su sencillez, una de las mejores ejecutadas y a la postre más satisfactorias y sugerentes de toda la obra- hasta la postrera "Desde la oscuridad", que pese a dar título al álbum no está entre las mejores del mismo.
Entre una y otra destaca "La nave abandonada", adaptación libérrima del relato "The Derelict" de William Hope Hodgson, un escritor que de esto de océanos inquietantes y barcos fantasma sabía bastante. La adaptación resultante se lee con creciente interés y su atmósfera nocturna e inquietante puede recordar a la del estupendo film de John Carpenter La niebla.
También cabe destacar la historia de fantasmas "La advertencia", que no aporta nada nuevo -sobre todo si se intuye el final- pero que satisfará a los amantes de los cuentos de aparecidos; "Berenice", según el cuento homónimo de Edgar Allan Poe, y en el que aunque al principio amenaza con olvidar las posibilidades narrativas del dibujo para centrarse en textos extensos y demasiados fieles al original literario, cobra fuerza hacia el final para terminar en una última página sobrecogedora (aunque se conozca el relato en el que se basa, dicho sea de paso); y, finalmente, "Maleficio", una de las historias inéditas del álbum y que no necesita del apoyo de textos para interesar y aterrorizar al lector con una atmósfera opresiva y una visión romántica del género.
En definitiva: aunque no estamos ante una obra redonda -por ejemplo, la historia "Cuestión de enfoque", con diferencia la más floja de las siete, hace gala de una pseudofilosofía new age particularmente irritante, al menos para el que esto suscribe-, Desde la oscuridad merece nuestra atención como un paso más que firme en una carrera que se intuye prometedora: la de este Avilés que trabaja como autor completo con resultados desiguales pero como poco interesantes y en algunas ocasiones espléndidos. Un autor a seguir, en definitiva.
Título: Cthulhu (n.º 7)
Autores: Varios autores (guión y dibujo)
Editorial: Diábolo Ediciones
Fecha de edición: noviembre de 2010
80 páginas (b/n y color) - 6,95 €
Título: Desde la oscuridad
Autor: Avilés (guión y dibujo)
Editorial: Diábolo Ediciones
Fecha de edición: noviembre de 2010
72 páginas (b/n) - 13,95 €
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