"He visto el futuro del terror, y su nombre es Clive Barker."
- Stephen King
Hijo del celuloide es el relato cinéfilo de los Libros de Sangre de Clive Barker. Y no ya solo por las múltiples referencias acerca del séptimo arte que jalonan sus páginas, ni porque la mayor parte de la acción se desarrolle en un viejo cine, el Movie Palace, sino porque el propio texto está estructurado como una sesión cinematográfica, con una primera parte a modo de "Avance" o trailer, una segunda titulada "La película", y que ocupa la mayor parte del cuento, y una coda final titulada "Escenas censuradas", a modo de conclusión.
En la primera parte, el protagonismo se centra en Barberio, un criminal que se fuga de prisión después de conseguir una pistola en el mercado negro de la cárcel. Huyendo de la Policía, y herido en una pierna, acabará atrapado entre un viejo solar y la pared del Movie Palace. Allí, mientras el Satiricón de Fellini llega a su fin en una sesión doble dedicada al director italiano, Barberio morirá sin saber que el dolor que le viene molestando los últimos días no es otra cosa sino un cáncer de estómago. Él, un delincuente que esperaba que la muerte le llegara en cualquier momento y de forma violenta, no podía pensar en padecer una enfermedad en estado terminal...
La parte central del relato está protagonizada por Birdy, una joven algo acomplejada y con tendencia a la obesidad que trabaja en el Movie Palace acompañada de Ricky, otro adolescente junto al que se coloca con speed ocasionalmente.
Las jornadas laborales se suceden marcadas por la monotonía más desesperante, hasta que una noche (fechada ocho meses después del fallecimiento de Barberio), en la que en la pantalla se proyectan dos de los spaghetti westerns protagonizados por Clint Eastwood, uno de los clientes del cine entra en los aseos del cine y no vuelve a salir. Ante la preocupación de su novia, que lo espera en el vestíbulo, Ricky acudirá en su búsqueda... para descubrir que en el Movie Palace se ha abierto una grieta entre el mundo real y el imaginario, entre la existencia tangible y la ficción de las películas.
Así, un ser informe y terrorífico, regenerado a partir de las células cancerígenas del criminal difunto, y movido por el milagro del séptimo arte y la fascinación que este ha despertado en miles de espectadores a lo largo del tiempo, cobrará diversas formas para seguir alimentándose: del John Wayne de Río Grande a la Marilyn Monroe de La tentación vive arriba, pasando por la voz gangosa del pusilánime Peter Lorre o la risa, racionada y excepcional, de Greta Garbo. Y como no podía ser de otro modo, Birdy es su próxima víctima...
Con "Hijo del celuloide", Barker vuelve a demostrar que en sus cuentos de terror sigue manejando como nadie tanto la metáfora ("Ojos de lince cayó al suelo como si acabara de recordar una cita con el pavimento"), como la ambigüedad del código escrito, y su retrato del mal más ominoso e indescriptible harían que H. P. Lovecraft se sintiera orgulloso.
"Hijo del celuloide", en Libros de Sangre (vol. 2)
Clive Barker
Madrid, La Factoría de Ideas, 2005, pp. 97-140.
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