Cualquier defunción es una noticia triste, pero cuando el finado nos deja a una edad demasiado temprana lo es todavía mucho más. Este ha sido el caso del actor James Gandolfini, que fallecía el pasado miércoles a los 51 años; una noticia que al día siguiente conmocionaba a la cinefilia de todo el mundo... por no hablar de los millones de televidentes que disfrutaron de su interpretación de Tony Soprano, en la serie que dio origen a la renovación de la ficción en la pequeña pantalla y a su nuevo estatus como un producto de calidad incuestionable.
James Gandolfini (1961-2013)
Dejando a un lado Los Soprano y centrándonos en el cine, resulta fuera de toda duda el hecho de que James Gandolfini nunca fue una estrella; muy al contrario, se especializó en interpretar roles secundarios con un talento desbordante que lo convirtió en uno de los actores de carácter más solicitados de Hollywood, por parte de algunos de los directores de cine más importantes de los últimos tiempos. No en vano su filmografía arranca con El último boy scout y Una extraña entre nosotros; esto es: su colaboración con dos directores ya fallecidos, ambos muy populares aunque bien distintos entre sí: Tony Scott y Sidney Lumet.
Una de las secuencias más violentas y recordadas de Amor a quemarropa
Gandolfini repetiría después con ambos cineastas, lo que demuestra que cumplía con creces aquello para lo que se le requería. Fue precisamente Tony Scott quien le dio el papel gracias al que empezó a llamar la atención de los aficionados al cine de todo el mundo: en Amor a quemarropa, escrita por el entonces de rabiosa actualidad Quentin Tarantino, él era el matón al servicio del personaje de Christopher Walken que le propinaba una brutal paliza a Alabama, alias Patricia Arquette. Poco después el hermano de Ridley Scott le reclamaría de nuevo para el reparto de Marea roja. Por su parte, Lumet volvería a dirigirle en la muy recomendable La noche cae sobre Manhattan.
Un secundario de lujo para Álex de la Iglesia
Durante aquella época, los años 90, y además de intervenir en la Perdita Durango de Álex de la Iglesia junto a Javier Bardem y Rosie Pérez, Gandolfini fue una presencia recurrente en el cine comercial de Hollywood, las más de las veces encarnando a personajes cuya herencia italoamericana era más que obvia, y sin permitir jamás que los protagonistas de los filmes en los que participaba oscurecieran su presencia en pantalla. Es el caso de Angie (con Geena Davis), Velocidad terminal (Charlie Sheen y Nastassja Kinski), Coacción a un jurado (Demi Moore y Alec Baldwin), Fallen (Denzel Washington), Un mundo a su medida (Sharon Stone) o Asesinato en 8mm. (Nicolas Cage). Un caso especial es el de John Travolta, compañero de profesión y amigo en la vida real con el que coincidió en cuatro títulos: Cómo conquistar Hollywood, Atrapada entre dos hombres, Acción civil y Corazones solitarios, cinta esta última donde ambos encarnaron a la pareja de policías que perseguían a los criminales interpretados por Jared Leto y Salma Hayek.
Gandolfini y John Travolta: los policías de Corazones solitarios
2001 fue un gran año para James Gandolfini: sobre todo gracias a The Mexican, donde haciendo gala de su talento conseguía con su rol de pistolero a sueldo sentimental devorar en la gran pantalla a las supuestas estrellas indiscutibles del film, nada menos que Brad Pitt y Julia Roberts. Pero también fue el año de su aplaudida colaboración con los hermanos Coen, El hombre que nunca estuvo allí, y de La última fortaleza, donde encarnó a la némesis de todo un mito del séptimo arte: el mismísimo Robert Redford.
Con Julia Roberts en The Mexican, que le valió el aplauso de la crítica
Pero ya desde un par de años antes el actor se había embarcado en el proyecto que acabaría dándole la fama y el prestigio merecidos: la serie Los Soprano, que a partir de una anécdota compartida con la divertida pero en el fondo intrascendente cinta Una terapia peligrosa conseguía retratar a la Mafia italoamericana como no se había visto nunca. Dicho serial, que estuvo en la parrilla de HBO de 1999 a 2007, le mantuvo un tanto alejado de los rodajes de cine, aunque tuvo tiempo para participar en filmes como Romance & Cigarettes (dirigida por el también actor John Turturro), Sobreviviendo a la Navidad (junto a Ben Affleck) o la multiestelar Todos los hombres del rey.
Tony Soprano: el papel que le ha valido la inmortalidad
Tras la desaparición de Los Soprano, Gandolfini volvió al cine: participó en la satírica In the Loop, repitió por última vez con Tony Scott encarnando al alcalde de Nueva York en Asalto al tren Pelham 1 2 3 y puso voz a una de las criaturas de Donde viven los monstruos. Además, fue uno de los protagonistas del telefilm Cinema Verite, de nuevo para el prestigioso canal HBO. Como muestra del espléndido momento profesional que vivía, cabe destacar que solo en el año 2012 intervino en tres películas: la inédita aquí Not Fade Away (a la sazón debut en el cine de David Chase, creador de Los Soprano), la espléndida La noche más oscura (donde interpretó en un par de secuencias al director de la CIA), y Mátalos suavemente, en la que encarnó a un asesino a sueldo alcoholizado y en clara decadencia física y mental, y por la que fue aplaudido a pesar de lo breve de su cometido como uno de los mejores apuntes de un film por lo general magistral.
Repitió con Brad Pitt en Mátalos suavemente, donde dio un recital interpretativo
Antes de su pronta desaparición fruto de un ataque cardíaco durante unas vacaciones en Roma junto a su familia -al parecer, se encontraba allí para asistir a un certamen cinematográfico como invitado de excepción-, Gandolfini tuvo tiempo de estrenar un film más -la estupenda comedia The Incredible Burt Wonderstone, protagonizada por Steve Carell, Steve Buscemi y Jim Carrey, y donde el actor interpreta al propietario del hotel donde actúan los magos protagonistas-, así como de participar en varios proyectos más, de los cuales algunos todavía podrán llegar a la gran o la pequeña pantalla con este actor, inmenso en todos los sentidos, a bordo.
Su último papel en vida: el empresario con aires de gángster
de The Incredible Burt Wonderstone
James J. Gandolfini Junior, llamado James Gandolfini, nació en 18 de septiembre de 1961 en Westwood, New Jersey, y falleció en 19 de junio de 2013 en Roma (Italia). Tenía por tanto 51 años. Descanse en paz.
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