Este año, sin duda fatal para el cine español (recordemos el fallecimiento de, entre otros, Jess Franco, Sara Montiel, Bigas Luna, Mariví Bilbao o, más recientemente, Constantino Romero), está a punto de alcanzar su ecuador cuando nos llega la noticia de otra triste desaparición: nada menos que la de Elías Querejeta, considerado (por méritos propios) como el productor-autor por antonomasia de nuestro cine.
Elías Querejeta (1930-2013)
Aunque también probó la dirección cinematográfica en tres ocasiones -a comienzos de su carrera y justo al final, con la realización de tres documentales: los cortos A través de San Sebastián y A través del fútbol y el largo Cerca de tus ojos-, Querejeta pasará a la historia del cine español porque logró dejar su impronta como productor en un gran número de filmes realizados por otros. Tanto es así que, por lo general, el más de medio centenar de películas que llegó a producir llevan su sello indeleble aunque pertenezcan también, por derecho propio, al mundo personal de sus respectivos directores.
El joven Emilio Gutiérrez Caba y el veterano Alfredo Mayo en La caza
Querejeta debuta en la producción en el año 1962 con el film de Jorge Grau Noche de verano, pero será tres años después y con su segunda película, la magistral La caza, cuando logra un éxito en festivales internacionales a la vez que inicia su fructífera relación profesional con el director Carlos Saura: una relación que con los años acabaría enfriándose, pero que dio pio a doce filmes más, algunos verdaderamente míticos, de nuestra cinematografía como Peppermint Frappé, Stres-es tres-tres, La madriguera, El jardín de las delicias, Ana y los lobos, La prima Angélica, Cría cuervos, Elisa, vida mía, Los ojos vendados, Mamá cumple 100 años, Deprisa deprisa y Dulces horas.
Geraldine Chaplin y una jovencísima Ana Torrent en Cría cuervos
Pero no fue Saura el único realizador consagrado (consagrado antes o, en la mayoría de los casos, durante y por su colaboración con el productor) con el que Querejeta repitió en más de una ocasión: este también produjo Último encuentro, El próximo otoño, De cuerpo presente y Las secretas intenciones de Antonio Eceiza; Si volvemos a vernos y Carta de amor de un asesino de Francisco Regueiro; el excepcional documental sobre la familia de los Panero El desencanto, A un dios desconocido y Dedicatoria de Jaime Chávarri; o Tasio, 27 horas, Las cartas de Alou y la exitosa Historias del Kronen de Montxo Armendáriz. Igualmente, también avaló la adaptación de La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela que firmó Ricardo Franco o Las palabras de Max, el debut en solitario de Emilio Martínez Lázaro (protagonizada por la hija de Querejeta, Gracia, entonces adolescente y futura realizadora de renombre); y se arriesgó con un film tan particular como Feroz de Manuel Gutiérrez Aragón. Es importante señalar que en muchos de estos casos, Querejeta colaboró en el guion de las películas.
El desencanto es una disección de una familia (y un país) que se descompone
Pero si hay un caso que brilla con intensidad particular en la filmografía del Querejeta productor, ese es el de Víctor Erice: la primera colaboración entre ambos tuvo lugar en la película de episodios Los desafíos, producida por el primero y donde el segundo firmaba una de las historias; posteriormente, Querejeta produciría los dos largometrajes que por sí solos le valieron a Erice el ser considerado uno de los directores más importantes de nuestro cine: las obras maestras El espíritu de la colmena y El sur.
El espíritu de la colmena: debut (y consagración temprana) de Víctor Erice
En cuando a directores más jóvenes, Querejeta apadrinó al prometedor Fernando León de Aranoa de Familia, con el que repetiría luego en Barrio y Los lunes al sol. También hizo lo propio, como señalamos antes, con su hija Gracia Querejeta, para la que produjo Una estación de paso, El último viaje de Robert Rylands (que supuso una agria polémica mediática con el escritor Javier Marías, autor de la novela que se adaptaba), Cuando vuelvas a mi lado y Siete mesas de billar francés, esta última estrenada en el año 2007 y que a la postre se ha convertido en la última película de ficción producida por su padre.
Maribel Verdú en Siete mesas de billar francés
Y es que en los últimos años Elías Querejeta se especializó en la producción de películas de corte documental (nada de extrañar teniendo en cuenta su siempre patente interés por problemáticas sociales incluso desde relatos de ficción confesos): es el caso de los documentales La espalda del mundo, Condenados al corredor e Invierno en Bagdad de Javier Corcuera, o de Asesinato en febrero y Noticias de una guerra de Eterio Ortega. Precisamente un documental fue su último film como productor (y, como decíamos ante, como realizador): Cerca de tus ojos, estrenado en 2009. Cabe destacar también su presencia estelar en el documental 24 horas en la vida de Querejeta, producción de RTVE estrenada en televisión dentro de su programa Imprescindibles, y que volvió a emitirse el pasado domingo por la noche en La 2 como (merecidisimo) homenaje póstumo.
La última claqueta de Querejeta en el documental sobre su vida y obra
Elías Querejeta Gárate nació en 27 de octubre de 1930 en Hernani, Guipúzcoa (País Vasco), y falleció en 9 de junio de 2013 en Madrid. Tenía por tanto 82 años. Descanse en paz.
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