¿La antesala de los Oscar?

Ese es el tópico que viene acompañando desde siempre a la entrega de los Globos de Oro, cuya última edición tuvo lugar el pasado domingo (en España, la madrugada del lunes). Fíjense si no en los reportajes en televisión y artículos en prensa impresa y digital acerca de estos galardones... Pero viendo los resultados y las nominaciones para los próximos premios de la Academia, creo que va siendo hora de replantearse si este tópico es del todo merecido.

Ben Affleck en Argo

La gran ganadora de la noche, pese a recibir solo dos galardones, fue la magnífica Argo de Ben Affleck: mejor película dramática y mejor director. Sí, Los Miserables tuvo más menciones: fue elegida mejor película en la categoría de comedia o musical, y Hugh Jackman y Anne Hathaway también fueron premiados por su trabajo en el film, pero bien es sabido que la película que queda marcada a fuego como candidata a barrer en los Oscar o al menos llevarse la estatuilla principal es la misma que ha ganado el Globo de Oro en la categoría de filmes dramáticos.

Anne Hathaway y Hugh Jackman en Los Miserables

Si esto es así, y por tanto Argo es la favorita por encima de cintas en principio más oscarizables como Lincoln o El lado bueno de las cosas, ¿cómo se entiende que Ben Affleck ni siquiera opte a la estatuilla al mejor director del año? ¿Sigue habiendo prejuicios contra el actor de Daredevil a pesar de haber dirigido también las estupendas Adiós pequeña, adiós y The Town? ¿Podría repetirse ese fenómeno que ocurre cada cierto número de años en los que la película y el director premiado no coinciden?

Daniel Day-Lewis en Lincoln

A saber... De todas formas, la categoría de mejor director este año es de traca: inexplicablemente, ni Kathryn Bigelow (que ya lo ganó por En tierra hostil) ni el eterno candidato Quentin Tarantino optan a ella por, respectivamente, La noche más oscura y Django desencadenado, lo cual coloca a Steven Spielberg como claro favorito por Lincoln. ¿Podría ocurrir como el año de Shakespeare enamorado, en el que frente a la premiada producción de los hermanos Weinstein se consideró al Rey Midas de Hollywood como realizador por Salvar al soldado Ryan? De hecho, igual la sorpresa este año no es que premien a Argo, sino a El lado bueno de las cosas, otra producción de los Weinstein Bros. que, casi inesperadamente, se ha colocado en todas las categorías principales... incluida también, sí, la de mejor director.

Jennifer Lawrence en El lado bueno de las cosas

Del resto de premios, es fácil resumirlos (aunque si quieren verlos todos, los tienen aquí)... Había dos indiscutibles, y como tales se cumplieron: Daniel Day-Lewis como mejor actor por su encarnación de Lincoln y Amor de Michael Haneke como mejor película extranjera después de ganar también la codiciada Palma de Oro en Cannes. Los otros actores premiados fueron Jessica Chastain, Jennifer Lawrence y Christoph Waltz por La noche más oscura, El lado bueno de las cosas y Django desencadenado respectivamente. Y acerca de los premios televisivos, es fácil hablar: triunfo absoluto (y muy merecido) de Homeland. La CIA al poder.

 La plana mayor de los intérpretes de The Master

Nota bene.- Y para terminar, volviendo a ausencias clamorosas y a otros asuntos inexplicables... ¿Por qué no se ha nominado, tal y como se esperaba, a The Master y Paul Thomas Anderson como película y director, habida cuenta sobre todo de que sí lo han sido sus tres protagonistas Joaquin Phoenix, Philip Seymour Hoffman y Amy Adams en distintas categorías? Por no hablar de que este año, y al igual que ocurrió en el pasado, en la categoría de mejor película no han sido nominadas diez cintas... sino nueve. Sigo insistiendo en que debería volverse a cinco finalistas y no diez...