El pasado mes de diciembre Norma Editorial volvía a acoger a uno de sus autores señeros: el británico Dave McKean. Recordemos que esta editorial no solo había publicado su monumental Cages, de la cual es autor completo, sino que también ha editado Mr. Punch -escrita por Neil Gaiman- y una colección completa de The Sandman, primera colaboración de ambos autores en la que el ilustrador se hacía cargo de las cubiertas, hoy ya emblemáticas por no decir míticas para toda una legión de aficionados al cómic desde los años 90. Por si esto fuera poco, también hemos podido ver de su mano las colaboraciones de McKean en dos obras de autoría colectiva como Vampiros: Sable Noir y Bob Dylan Revisited.
En esta ocasión, McKean se descuelga con una nueva novela gráfica de la que es autor único: Celluloid. La etiqueta de novela gráfica, de límites difusos y por ello casi siempre polémica, cobra aquí connotaciones todavía más complejas dado que estamos ante una obra que prescinde totalmente de texto y con la que el autor se decide a contar una historia apoyándose solo en el apartado gráfico. Del intento, aunque sin llegar a las altas cotas de dos genios como Jodorowsky y Moebius en su Los ojos del gato, hay que señalar que McKean sale bastante airoso.
Además, y como no podía ser de otra forma, la ejecución gráfica de la obra es de técnica tan variada y de intenciones tan ambiciosas como ya nos tiene acostumbrados McKean: en sus páginas se suceden el dibujo tradicional a tinta y coloreado en tonos ocres y apagados, la pintura (de muy diversos estilos), el collage y la fotografía -en ocasiones más naturalista, en otra tratada con un mayor número de efectos-, dando como resultado un relato de corte erótico susceptible de las más variadas interpretaciones.
No es fácil establecer una sinopsis de Celluloid, pero intentémoslo: una mujer regresa a casa, al parecer después de un viaje, algo que intuimos por la maleta que porta. Llama a un hombre, quizá su marido, quizá su novio, seguro que su pareja sentimental o al menos sexual; el hombre no está en casa, por lo que se pone en contacto con él por teléfono, descubriendo que está todavía en el despacho donde trabaja. Conciertan una cita. Acto seguido, y en soledad, la joven se da un baño relajante para después proyectar un rollo de película, aparentemente pornográfica por lo que adivina observando los fotogramas al trasluz, sobre la pared desnuda.
A partir de este momento, y hasta el regreso del hombre al hogar en el final del relato, McKean construye una ensoñación en la que realidad y ficción se confunden: la protagonista de la obra parece ser absorbida, como Alicia, por la película que ve, y se sumerge hasta quedar atrapada (¿y quizá perdida para siempre?) en una sucesión de fantasías eróticas que permiten al autor, además de recurrir a diversas técnicas gráficas, homenajear explícitamente a pintores tan conocidos universalmente como Picasso o Dalí, además de dejar adivinar la influencia de otros como Francis Bacon o Egon Schiele.
Al hilo de la publicación de esta obra, algunos lectores y críticos destacaron que una obra erótica que no transmite el erotismo y la sensualidad, esto es, que no despierta ningún tipo de placer sensual en el lector, es una obra fallida. En efecto, Celluloid puede no excitar al respetable; incluso puede resultar una lectura más inquietante y claustrofóbica que placentera... ¿pero por ello hemos de considerarla un artefacto artístico mediocre? ¿Acaso no hay magníficas novelas pretendidamente cómicas que no provocan la carcajada o espléndidas películas de terror que no aterrorizan a casi nadie?
Dave McKean (izda.), con el autor de este blog,
en la I Mostra Comic de Valencia (2010)
[© A. Soler]
en la I Mostra Comic de Valencia (2010)
[© A. Soler]
Dejemos aquí esta reflexión, y que cada uno saque sus propias conclusiones. Pero de lo que no cabe duda es de que Celluloid es una suerte de resumen breve pero resultón del erotismo en el arte, y que sin llegar a las excelencias de, por ejemplo, Lost Girls de Alan Moore y Melinda Gebbie, merece más atención de la que tuvo en el momento de su publicación. No la dejen pasar, sobre todo si gozan de experiencias estéticas fuera de la norma imperante.
Título: Celluloid
Autor: Dave McKean (guión y dibujo)
Editorial: Norma
Fecha de edición: diciembre de 2010
232 páginas (color) - 25 €
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