miércoles, 14 de julio de 2010
Paul Pope 200%
El autor de cómics norteamericano Paul Pope parece condenado a ser un autor de culto, y no precisamente en la mejor acepción del término: quizá le ha perjudicado a la hora de no ser tan comercial -en términos de ventas, no de calidad- como debería el hecho de no ser inglés, o quizá sea por no hacer ostentación de ideas y conceptos originales o particularmente llamativos, como es el caso de Alan Moore, Grant Morrison o Warren Ellis, o provocativos en la línea de un Garth Ennis (The Boys) o un Mark Millar (Wanted), pero resulta curioso que dada su gran valía como escritor de historietas su nombre no figure entre los hot artists del mercado internacional. Y lo digo porque en buena parte de su obra, y particularmente en los dos títulos de la línea Vertigo Voices que le acaba de editar aquí Planeta de Agostini Comics, se aprecia un estilo conceptual y narrativo que lo emparenta sin dificultad con la mirada oscura, pesimista, descreída, de Peter Milligan y de Jamie Delano.
Empecemos por la que podría considerarse como su obra más (re)conocida, dentro de los márgenes del cómic menos comercial: Heavy Liquid. Esta miniserie de cinco entregas publicada por la línea Vertigo de DC Comics y que aquí siempre se ha publicado en tomo único (primero por Norma en rústica, ahora por Planeta en tapa dura) está ambientada en un tiempo impreciso, pero que podemos situar posteriormente al año 2.066 por las fichas de texto que acompañan al relato secuencial.
Así pues, estamos ante una historia que es muy tentador considerar como ciencia ficción... pero ciencia ficción de autor, desde luego; porque Pope no hace uso de los estilemas propios del género, sino que se limita a situar el relato en un futuro más o menos lejano, creo yo, para dotar a la historia de una mayor verosimilitud -esto no ha ocurrido hasta el momento, pero podría suceder mañana o pasado mañana-, así como para conferirse a sí mismo una mayor libertad a la hora de recurrir a cualquier elemento que pueda necesitar el discurrir de la trama.
Esta no es otra que la persecución que vive el protagonista, Stooge, al que muchos llaman simplemente S., poseedor de una buena cantidad de "líquido pesado", una sustancia que muchos codician, una suerte de mcguffin hitchockiano que el propio personaje principal se chuta por vía auditiva mientras se niega a admitir que se trata de una droga por más dependencia que pueda crearle a su consumidor.
Alrededor de S. se mueven otros personajes de relevancia considerable, como la joven Luna, la escultora Rodan Sperella, la veterana Rita Ackerman o tres matones de máscaras picassianas. Todos ellos son piezas de un puzzle cuyo resultado final es, sea cual sea el envoltorio, un relato de puro género negro. Véase si no: S. es contratado por una organización mafiosa para que localice a la escultora Rodan Sperella, con el fin de que esta cree una escultura a partir de una aleación de bronce con el codiciado líquido pesado que sea única en el mundo. Para complicar aún más las cosas, Rodan fue la amante del propio S. en el pasado, y la relación no terminó de la manera más amigable...
Pero como suele pasar con los grandes creadores, lo más interesante de Heavy Liquid no es lo que se cuenta, sino el cómo: usando muy pocos colores -blanco, negro y rojo, así como combinaciones entre ellos para dar lugar al gris o al rosa-, Pope urde un relato de persecuciones al más puro estilo Con la muerte en los talones pero haciendo más hincapié en la consecución de una atmósfera, en la plasmación de un universo -inquietante, claustrofóbico, casi existencialista, ccomo decíamos al principio igual que los que caracterizan la obra de Milligan o Delano-, que en la propia peripecia de los personajes centrales. Un mundo nada feliz donde, eso sí, siempre queda un resquicio para la esperanza. Y es que, al final, Paul Pope se revela como un romántico con todas las de la ley.
Esto se aprecia también en 100%, el otro título de Pope que acaba de ser traducido a nuestro idioma. Aquí volvemos a encontrarnos con un relato de ambientación futurista más centrado en la exploración de los sentimientos de los protagonistas que no en los avances técnicos que haya podido experimentar la humanidad... Aunque los amantes de la sci-fi pura y dura podrán disfrutar de conceptos como los espectáculos eróticos que ofrece el Catshack, un local de moda en pleno Manhattan, y que consisten en explorar el organismo (erotizado) de las bailarinas para deleite de espectadores libidinosos cansados de lo que ya está muy visto y en continua busca de nuevas sensaciones.
Alrededor de este club nocturno se mueven los protagonistas del relato: John, que trabaja como friegaplatos en el local, llegó a New York en busca de una nueva vida, casi de una nueva identidad, tras una crisis emocional provocada cuando empezó a ser consciente de su propia mortalidad; Daisy, la nueva bailarina, se convertirá en su interés sentimental, y por tanto en una nueva razón para seguir luchando a diario; Estrel es la jefa de las bailarinas, una joven madre soltera que ostenta su independencia como bandera pero que verá cómo su status quo se tambalea con la aparición de un boxeador retirado surgido de su pasado y que parece tener interés por ella; y Kimberly, la mejor amiga de la anterior, una joven insegura que ante el temor que le provoca el hallazgo del cadáver de una chica a la que conocía la llevará a comprar una pistola en el mercado negro...
De nuevo una ambientación futurista, y de nuevo personajes y elementos propios del género negro -las bailarinas de striptease, el boxeador fracasado, el joven loser, los asesinatos-, si bien aquí el relato pronto toma otros derroteros y se centra en las relaciones sentimentales que protagonizan todos los personajes principales. Hay que tener en cuenta que 100% nació en un principio como una obra más ambiciosa, a la vez que más original, en la que los distintos protagonistas no tendrían nada que ver entre sí más allá del marco espacio-temporal. Pero los mandamases de Vertigo (DC) instaron a Pope a construir algo que funcionara como una novela gráfica con planteamiento, nudo y desenlace (o así).
El resultado final es magnífico, y no adivinaríamos el origen citado en el párrafo anterior de no confesarlo el propio autor en el texto que sirve a modo de presentación del material extra incluido al final del volumen. Se trata de una narración profundamente romántica -véase el episodio de la sinfonía de teteras, o la resolución de la historia entre Estrel y el boxeador-, y donde la posibilidad de redención y de esperanza es todavía mayor que en Heavy Liquid... a pesar de que el universo de Pope sigue siendo tan oscuro y nihilista como siempre.
A nuestro parecer 100% es, pese a su menor reconocimiento, una obra incluso superior a Heavy Liquid, mejor cerrada -su conclusión, una página final sin texto, es soberbia, denotando la preponderancia del destino sobre el libre albedrío del individuo-, y que demuestra la valía de un autor que merece mayor atención de la que tiene. Un autor que, es verdad, no cuenta nada nuevo, pero lo cuenta como solo él puede hacerlo... Un rasgo este propio y definitorio de los grandes autores de cualquier disciplina artística.
Título: Heavy Liquid
Autor: Paul Pope (guión y dibujo)
Editorial: Planeta de Agostini Comics
Fecha de edición: junio de 2010
256 páginas (color) - 22 €
Título: 100%
Autor: Paul Pope (guión y dibujo)
Editorial: Planeta de Agostini Comics
Fecha de edición: mayo de 2010
256 páginas (b/n) - 20 €
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2 comentarios:
100% es un cómic inusual, una joya que debería de figurar en la estanterías de todo buen aficionado al cómic. Totalmente de acuerdo con tu reseña. El que todavía no he leído es Heavy Liquid.
Soy comiquero pero no tan ducho. No lo tenía a este tipo. Me preocuparé por conseguir su obra.
Gracias por el dato.
Cordialmente,
Yo.
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