miércoles, 15 de abril de 2009
El triángulo secreto / Janitor: Los best sellers apócrifos
No habrá a lo largo del año días más propicios que estos de la Pascua para leer dos obras como las que vamos a reseñar en estas líneas... Sobre todo si usted, lector, es de aquellos que ven conspiraciones por todas partes y piensan que detrás de toda amable apariencia siempre se esconden las más oscuras intenciones, hasta en el seno de un círculo tan supuestamente loable como el de la Iglesia Católica.
Pero más que de los contenidos de ambas obras, que también, hablaremos del público al que ambas van destinadas, o al menos deberían; y sobre todo de sus respectivos formatos, comparando las virtudes y defectos de ambos: del conocido como álbum europeo, el de toda la vida, y el formato integral, que muy bien podría responder a los tiempos de crisis económica en que vivimos.
La primera obra sobre la que queremos llamar la atención es El triángulo secreto, recientemente editada por Glénat en su colección Integral (donde, recordemos, ya han visto la luz obras autóctonas como Taxi de Martí o Makoki de Gallardo y compañía). Al enfrentarse a esta obra, que apenas conocía de oídas, pero de la que sabía aglutinaba varios álbumes publicados previamente por separado, quien firma estas líneas se temió lo peor al ver una autoría tan plural. Pero el temor se disipó al ver que el guión -aspecto que más nos preocupaba, pues somos antes lector de relatos que de imágenes- corría a cargo de un solo escritor, Didier Convard, mientras que era el apartado gráfico el que se repartía entre Gilles Chaillet, Denis Falque, Christian Gine, Pierre Wachs, André Juillard, Patrick Jusseaume, Jean y Eric Stalner.
El triángulo secreto, digámoslo ya para saber de qué estamos hablando, es una serie compuesta por siete álbumes ("El testamento del loco", "El hombre joven del sudario", "De ceniza y oro", "El evangelio olvidado", "La infame mentira", "La palabra perdida" y "El impostor"), reunidos todos ellos en esta edición integral, que relata la investigación que lleva a cabo Didier Mosèle, un joven científico y masón, acerca de la posibilidad de que exista un evangelio alternativo que revele que quien murió en la cruz en el año 33 de nuestra era no fue el verdadero Jesucristo. Alrededor de esta investigación, en la que Didier se verá apoyado por un compañero masón, Martin Hertz, y por la viuda de su mejor amigo ya fallecido, a la que le une un vínculo sentimental, se moverán también dos bandos enfrentados desde tiempos inmemoriales: los llamados Guardianes de la Sangre, el brazo armado de la mismísima Iglesia Católica, y la Logia Primera, una secta integrada por masones herederos de la orden de los Templarios fundada por Hugo de Payns.
Como puede verse, estamos ante una obra que reúne buena parte de los elementos propios de ese género literario -algunos popes de la alta cultura dirán subgénero con claras connotaciones peyorativas- que viene a denominarse best seller: se venda luego mejor o peor, eso es lo de menos, lo importante es su voluntad de arrasar en las librerías. Y la verdad es que la narración de El triángulo secreto funciona como tal a la perfección: Convard conduce con pulso firme el devenir de la trama, dosificando la información con sabiduría, y logra atrapar la atención del lector sin altibajos hasta la poderosa y nada complaciente conclusión de la trama.
A esto contribuye también, claro está, la unidad gráfica que logran una larga nómina de dibujantes, los ya mencionados, que eluden en todo momento cualquier ínfula de soberbia creatividad para poner su talento al servicio del guionista con el que trabajan: en El triángulo secreto prima la narración y la claridad expositiva por encima de cualquier otra consideración, y no hay lugar para experimentos formales, splash pages o demás zarandajas. Lo que cuenta, como en todo buen best seller, es encandilar al público desde el mismo arranque y no dejarle ni un momento de respiro.
Leer El triángulo secreto en esta edición de "Obra completa" permite, por un lado, entender mejor el devenir de la trama, no olvidando al empezar la lectura de un álbum el punto donde se quedó la acción en el final del anterior; al mismo tiempo, potencia que el lector se percate de la férrea estructura argumental de la obra, cuya mayoría de entregas arrancan y terminan en la época de Jesús de Nazaret, e incluyen hacia su ecuador un flashback histórico narrado por el citado profesor Hertz. ¿Y cuál es el defecto de esta edición? Pues solo uno, dependiente a su vez de su mayor virtud: el formato económico que posibilita la compra nada más y nada menos que de lo que serían seis álbumes por un precio poco mayor de lo que valdría uno solo no permite, dado su tamaño, el lucimiento de la parte gráfica, cuyos detalles a veces se pierden en unas páginas que deberían ser algo mayores para su disfrute total.
Todo lo contrario sucede con la reciente edición española de Janitor, de Yves Sente y François Boucq, cuya primera entrega publicó Norma a mediados del año pasado. Estamos ante el formato habitual de la BD en su Francia natal y en nuestro país: un álbum en formato de lujo, tamaño considerable y tapa dura, resultando 48 páginas de lectura por un precio que oscila entre los 10 y los 16 euros según la editorial (en este caso, 13).
Como El triángulo secreto, Janitor también fija su atención en el lado más oscuro y siniestro de la Iglesia Católica, convirtiendo al Vaticano en la sede de una organización más propia de un thriller de espías al estilo de Greg Rucka que de un culto puramente religioso. Así, el protagonista de la obra, Vince, se descubre desde el mismo comienzo como una curiosa mezcla de sacerdote y guardaespaldas encargado de custodiar a altos cargos de la Iglesia; un profesional que desarrolla su labor de forma tan eficiente que pronto será llamado a ingresar en las filas de los Janitors: los agentes especiales de la Iglesia, de los que solo hay una docena en todo el mundo, de forma que cuando uno nuevo es reclutado se debe a que otro ha fallecido recientemente.
Si como señalaba antes, tanto por motivos profesionales como por puro placer de lector, un servidor se preocupa más por los guiones que por la ilustración, aquí hay que señalar que quien nos llamó la atención fue el trabajo gráfico de François Boucq, excelente como siempre, al igual que en las series que lo han unido al inclasificable Alejandro Jodorowsky: Bouncer y Cara de Luna. Y al contrario de lo que sucede en El triángulo secreto, este formato sí permite al dibujante lucir su trabajo en todo su esplendor; aunque por supuesto (no se puede tener todo) el asunto queda in medias res y el lector se queda con ganas de más.
Por su parte, de Yves Sente desconocemos el trabajo que viene haciendo en series ya míticas como Thorgal o Blake y Mortimer como heredero de sus creadores originales; y de Janitor, como ya señalamos en el párrafo anterior y al contrario de lo que decíamos del relato de Convard y cia, apenas entrevemos las posibilidades del relato: se intuye una correcta dosificación de la acción con escenas más dialogadas e intimistas, así como una puerta abierta a la aparición de algún elemento fantastique. Pero habrá que esperar al menos a que se publique Fin de semana en Davos, segunda entrega de la serie y conclusión del primer arco argumental, para juzgar esta obra como se merece.
Eso sí: también esperemos que se publiquen en España, en formato integral a poder ser, las secuelas -a modo de temporadas televisivas, incluso con trailers animados en la web oficial- de El triángulo secreto: I.N.R.I. -que ya se ha visto aquí en tomos independientes- y Les gardiens du sang. Pero lo más interesante sería que obras y formatos como este -donde, no lo olvidemos, verán la luz en breve El príncipe de la noche de Swolfs y Peter Pan de Loisel, dos auténticos must- tuvieran una difusión que superase la frontera de la librería especializada, porque no estaría de más que encontraran un público mayor: el de los lectores de Dan Brown, Matilde Asensi, Javier Sierra, Juan Gómez-Jurado o Julia Navarro, el de los amantes de historias de sectas religiosas, secretos semienterrados, sábanas santas, templarios inmortales y pinturas que esconden enigmas. Porque sus intereses son los mismos, y sus herramientas, con la excepción del dibujo, idénticas.
Título: El triángulo secreto (Obra completa)
Autores: Didier Convard (guión) / Varios autores (dibujo)
Editorial: Glénat
Fecha de edición: diciembre de 2008
352 páginas (color) - 24 €
Título: Janitor (Vol. 1: El ángel de malta)
Autores: Yves Sente (guión) / François Boucq (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: junio de 2008
48 páginas (color) - 13 €
(+) La web oficial de Le Triangle Secret
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
sabes quando se publica la segunda parte de janitor?
Lamento decirle que estoy en la misma incertidumbre que ud... :-(
Publicar un comentario