El pasado viernes nos dejó uno de los mejores actores de habla hispana del cine contemporáneo: Federico Luppi, argentino de nacimiento aunque también poseía la nacionalidad española, falleció a los 81 años de edad en la ciudad de Buenos Aires.
Federico Luppi (1936-2017)
Nacido en una modesta familia de ascendencia italiana y con un temprano interés por el dibujo y la escultura, se matriculó en Bellas Artes pero acabó abandonando los estudios en beneficio del teatro, la televisión y el cine. En 1964 debuta en la pequeña pantalla, y solo un año después da el salto a la grande con su primera película: Pajarito Gómez. Pero sería en 1967, con el estreno de la cinta El romance del Aniceto y la Francisca, cuando le llega la consagración en su Argentina natal.
Un joven Federico Luppi en El romance del Aniceto y la Francisca
También protagonizaría algunas adaptaciones literarias, como No habrá más penas ni olvido o Luna caliente, según las novelas homónimas de Osvaldo Soriano y Mempo Giardinelli respectivamente. Pero fue gracias a su colaboración con su compatriota Adolfo Aristarain que saltó el Océano Atlántico y empezó a ser reconocido por la cinefilia europea y más concretamente por la española: Un lugar en el mundo fue la cinta en la que muchos descubrimos su presencia imponente y su voz poderosa.
Junto a José Sacristán en Un lugar en el mundo, su primer gran éxito en los cines españoles
Gracias al éxito de esta cinta entre la crítica y el público de nuestro país, recuperamos dos colaboraciones previas entre ambos tan soberbias como Tiempo de revancha y Últimos días de la víctima. Luego vendrían la decepcionante La ley de la frontera y las también espléndidas Martín (Hache) y Lugares comunes.
Junto a Eusebio Poncela y Cecilia Roth en Martín (Hache), una de sus mejores películas
El otro cineasta que mejor partido supo sacar de su talento fue el mexicano Guillermo del Toro, que le ofreció el papel protagonista de su debut en el largometraje: esa revisión tan particular del mito del vampiro titulada Cronos. Después vendrían dos colaboraciones más, ambas con producción española: El espinazo del diablo (donde Luppi desempeñaba otro importante papel) y El laberinto del fauno (en esta, en cambio, se trató de una breve aparición a modo de cameo). Pese a ello, el intérprete no abandonaría nunca el cine de su país natal, tal y como demuestran cintas como Caballos salvajes, Sol de otoño o Bajo bandera.
También protagonizó Cronos, primer film del hoy reputado Guillermo del Toro
Por su parte, el cine español siguió sin permanecer ajeno a su gran talento: al margen de protagonizar en 1985 La vieja música a las órdenes de Mario Camus, en los años noventa se diversifica en la cinematografía nacional gracias a títulos como la magistral Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto de Agustín Díaz Yanes, Éxtasis de Mariano Barroso, Frontera Sur de Gerardo Herrero, Lisboa de Antonio Hernández, La habitación de Fermat... Tanto fue así que a comienzos del siglo XXI se traslada a España huyendo de la difícil situación política y económica que sufría su país; y fue aquí donde acaba probando suerte como director realizando el largometraje Pasos, en el que también aparece en un rol secundario.
En Nadie hablará de nosotras... encarnó a un pistolero de pocos escrúpulos
Ganador en seis ocasiones del Premio Cóndor de Plata al mejor actor (lo que le llevó a ostentar el récord de ser el actor argentino más premiado en "los Oscar" de aquel país), loa últimos estrenos del hoy ya malogrado Federico Luppi en los cines españoles han sido dos thrillers, Al final del túnel y Nieve negra... aunque ha llegado a completar su participación como coprotagonista en otra película más: Necronomicón: el libro del infierno.
En Nieve negra, su último estreno en vida
Federico José Luppi, llamado Federico Lupppi, nació en 23 de febrero de 1936 en Ramallo, Buenos Aires (Argentina), y falleció en 20 de octubre de 2017 en Buenos Aires, Argentina; tenía por tanto 81 años. Descanse en paz.
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