Como adelantábamos hace un par de días, no podíamos permitir que el mayor eco mediático de desapariciones como las de su compañera profesional Chus Lampreave o, ya en otro ámbito artístico, la del cantante y compositor Manolo Tena, nos obligaran a dejar pasar la oportunidad de ofrecer nuestro pequeño y humilde homenaje al actor y escritor Paco Algora, recientemente desaparecido a la temprana edad de 67 años.
Paco Algora (1948-2016)
Francisco Algora, más conocido como Paco Algora, descubrió muy pronto su vocación de actor: a los trece años abandona el colegio y comienza a trabajar de botones en una distribuidora de películas, movido por el interés que le despertó la película de Juan Antonio Bardem Cómicos. Este sería el primero de los varios oficios que desempeñó para poder ingresar en el Teatro Estudio de Madrid.
Su personaje de cura en la serie Curro Jiménez le dio una gran popularidad
Así pues, Algora debutó como actor sobre las tablas: trabajó primero con Carlos Lemos, y después con otros directores como William Layton, José Carlos Plaza, Miguel Narros, José Luis Alonso o Lluís Pascual, por citar algunos. Ya en 1968 se había unido al grupo Los Goliardos; y muy pronto, en el año 1971, da el salto al cine de la mano de José María Forqué (en La cera virgen) y a la televisión gracias a Miguel Picazo. En este último medio, su papel más popular fue el del fraile de Curro Jiménez, aunque también se dejó ver en éxitos como las adaptaciones literarias Fortunata y Jacinta y El Quijote de Miguel de Cervantes, así como en las más recientes Hospital Central y Amar en tiempos revueltos.
Con sus compañeros de reparto en el rodaje de Tocata y fuga de Lolita
Volviendo al cine, y después de colaborar con Forqué, Algora siguió trabajando con grandes realizadores de nuestro cine: Manuel Gutiérrez Aragón (en Habla, mudita), Luis García Berlanga (en Tamaño natural), Antonio Drove (en Tocata y fuga de Lolita, por la que obtiene el Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos a la mejor interpretación estelar masculina; y en Nosotros que fuimos tan felices), Fernando Fernán Gómez (en Bruja, más que bruja, que se reestrenará en breve en cines de toda España), Francesc Betriu (en La viuda andaluza, Los fieles sirvientes y Réquiem por un campesino español), Antonio Mercero (en Las delicias de los verdes años), Pedro Olea (en Un hombre llamado Flor de Otoño), Alfonso Ungría (en Soldados), Mario Camus (en La colmena), Vicente Aranda (en Fanny Pelopaja y Tiempo de silencio), el también actor José Sacristán (en Cara de acelga), Carlos Saura (en El Dorado), Manuel Iborra (en El tiempo de la felicidad y Pepe Guindo), Antonio Giménez-Rico (en Las ratas) o Fernando León de Aranoa (en Barrio, por la que fue nominado al Goya) son solo algunos de los cineastas que confiaron en él, normalmente para papeles secundarios pero destacables.
Con la actriz Amparo Soler Leal en Los fieles sirvientes
Pero fue José Luis Garci el realizador que en más ocasiones contó con el intérprete desde 1998, cuando ambos colaboraron en El abuelo. Después vendrían You're the One (Una historia de entonces), Historia de un beso, Tiovivo C. 1950, Luz de domingo y Sangre de mayo. Después de esta última solo filmaría Un ajuste de cuentas, película de 2009 dirigida por Manane Rodríguez y último trabajo de Algora para el cine.
En Luz de domingo, su penúltima colaboración con Garci
Al margen de su labor como intérprete, Algora -que siempre fue un artista inquieto- desarrolló una carrera paralela como escritor: en 2004 publicó la obra teatral Me llamo Jonás, con prólogo de su amigo (y maestro, según el propio Algora) Fernando Fernán Gómez. Un lustro más tarde publica el poemario Romance de locos, coplas de ciego e inicia su colaboración con el colectivo Atrapasueños, en el proyecto "Poesía Viva", que pretende acercar los versos de poetas como Blas de Otero, Miguel Hernández o León Felipe a los más diversos espacios. Así, el actor encontró en la creación literaria, concretamente en la lírica, un campo libre para expresarse que no halló en una industria, la cinematográfica, que en lo que a él respecta no siempre estuvo a la altura de las circunstancias.
Presentando una de sus varias publicaciones literarias
Francisco Javier Jiménez Algora, llamado Paco Algora, nació en 7 de diciembre de 1948 en Madrid (España), y falleció en 30 de marzo de 2016 en Puerto Real, Cádiz (España). Tenía por tanto 67 años. Descanse en paz.
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