Aunque estos han sido días de aprovechar las vacaciones para repasar lo mejor del año pasado en cine, libros y por supuesto cómics (tanto novedades como reediciones), no queremos despedir la Navidad que termina hoy, Día de Reyes, sin recomendaros la lectura de Navilandia, un título que viene al pelo para disfrutar en estas fechas.
Publicada en Francia en dos partes por Dupuis en los estertores del siglo pasado y recuperada por fin en un solo volumen por La Cúpula a finales del 2015 que acabamos de despedir, Houppeland -pues este es su título original- es una novela gráfica del también guionista y actor de teatro y cine Didier Vasseur, más conocido por el sobrenombre artístico de Tronchet, que aquí nos ofrece una sátira políticosocial tan divertida en su discurrir como amarga en el fondo... como corresponde, por otra parte, al relato satírico en general. De hecho, podríamos explicar qué es Navilandia con una sencilla operación matemática: 1984 + El Jueves. O, si nos ponemos puristas, 1984 + Charlie Hebdo.
La sinopsis de la solapa del libro es bastante reveladora de su contenido: "La Navidad debe celebrarse sí o sí. Los ciudadanos deben sonreír, cantar villancicos, zampar turrones e intercambiar regalos que garanticen su felicidad. Recuerden que se aplicará un control jurídico para calibrar la relación deseo-satisfacción. Ni se les ocurra regalar mierdas. En resumen: las fiestas están reglamentadas y son obligatorias por decreto ley, pero las Brigadas de Amigos Juerguistas han detectado células de resistencia dispuestas a cuestionar el poder. Una minoría de gruñones y amargados a los que el presidente de la república está dispuesto a poner freno con lluvias de confetis, matasuegras, una dieta de pavo relleno y castañas asadas y hasta una conga multitudinaria si es necesario. Todo aquel que persevere en la tristeza o se atreva a estornudar en público se arriesga a acabar confinado en un campo del buen humor".
En efecto, en Navilandia Tronchet nos regala una suerte de fábula distópica ambientada en una comunidad donde, por decreto ley, siempre es Navidad: así se explica en la entrevista que el presidente de la república ofrece a Navilandia News, periódico apócrifo del que se extraen siete páginas para dar comienzo a la obra y presentar el marco espaciotemporal donde se desarrollará la historia de René Poliveau, verdadero protagonista de un relato que podría pasar por coral a simple vista. Y un relato que conforme avanzamos en su lectura acaba descubriéndose como una narración de carácter distópico construida a la inversa: la perversión del sistema que somete al individuo es la de obligarle a ser feliz celebrando la Nochebuena eternamente... Un sentimiento y una sensación que cualquier lector reconocerá enseguida, lo que permite que la intención satírica del cómic funcione a la perfección.
Para ello, Tronchet hace gala de un estilo gráfico donde destaca el espléndido uso del color y que en ocasiones puede recordar al trabajo de Jacques Tardi pero con un punto todavía más caricaturesco, y en donde el autor consigue capturar la psicología de los personajes con apenas unas líneas; pero donde lo que sobresale, por encima de todo, son las ideas. El resultado es una obra excelente que, con todo merecimiento, obtuvo en 1998 el Grand Prix de L'Humour Noir, máximo galardón concedido en el país vecino a las obras de carácter satírico que emplean el humor para denunciar los aspectos más negativos de la realidad.
Para finalizar esta nota, señalar que la edición patria que comentamos hoy incluye al final, a modo de colofón, diez páginas de material extra con una entrevista con el autor (con declaraciones recopiladas por J-L Bocquet y M. Zeller) y bocetos de los personajes principales de la obra. Una obra, esta Navilandia, muy recomendable que merece leerse... aunque sea habiendo dejado atrás las fiestas navideñas.
Título: Navilandia
Autor: Tronchet (guion y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: noviembre de 2015
152 pp. (color) - 18 €
(+) Avance de Navilandia en web de La Cúpula
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