martes, 11 de agosto de 2015
Contra la petulancia (supuestamente) literaria
"Hay mucho mito en eso de que hay una especie de abismo entre la lengua de todos los días y la lengua literaria o formal. (...) muchas, muchísimas de las expresiones que decimos todos los días no son coloquiales ni vulgares, son simplemente neutras, y valen perfectamente para todas las situaciones y todos los ámbitos. No hay ninguna necesidad, por ejemplo, de cambiar 'está callado' por 'permanece en silencio'". Así se expresa en una entrevista reciente el escritor Luis Magrinyà, que aparca por un momento la ficción para ofrecernos Estilo rico, estilo pobre, un volumen que acaba de publicar Debate y cuyo subtítulo -"Todas las dudas: guía para expresarse y escribir mejor"- no aclara del todo los principales aspectos de su propuesta.
Con un prólogo del miembro de la Real Academia Española José Antonio Pascual, Estilo rico, estilo pobre supone una denuncia por parte de su autor del más grave de entre todos los defectos comunes a un buen número de escritores y de casi todos los aspirantes a serlo: confundir lo rebuscado, lo complicado, lo en verdad superfluo, con la calidad literaria. Así, a lo largo de sus más de doscientas cincuenta páginas analiza algunos de estos vicios que se prolongan a lo largo de los años, tal y como demuestran los múltiples ejemplos recogidos, extraídos de la literatura en lengua hispana de todos los tiempos.
Desde este vuestro blog recomendamos encarecidamente la lectura de este Estilo rico, estilo pobre; y, para abrir boca, también la de esta entrevista con su autor publicada en Eldiario.es.
Estilo rico, estilo pobre
Luis Magrinyà
Barcelona, Debate, 2015
272 pp. - 19,90 €
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