De un tiempo a esta parte, se está produciendo una curiosa reivindicación de la literatura de género, en ocasiones muy sujeta a la idea de literatura popular y/o de quiosco. Ahora mismo me vienen a la mente casos como los de la antología de cuatro volúmenes ¡Bang, bang, estás muerto! publicada por Akal (que recuperaba novelitas de género negro escritas por autores españoles con seudónimos anglosajones, como es el caso de Lou Carrigan, Clark Carrados o el muy popular Silver Kane) o la edición de un par de novelas del oeste del célebre Marcial Lafuente Estefanía por parte de la editorial Almuzara.
Pero, en ocasiones, en lugar de recuperaciones propiamente dichas nos encontramos con novelas contemporáneas, escritas por autores de hoy para lectores de hoy... pero que pretenden recuperar un tanto la estética (y, a veces, hasta las formas narrativas) de entonces. En esta línea podrían situarse algunas de las últimas publicaciones de Calamar Ediciones, como es el caso de dos títulos que se publicaron el pasado mes de noviembre y que conforman un particular programa doble que hoy os recomendamos; dos títulos que, además, tienen en común venir firmados por sendos autores muy vinculados a la crítica cinematográfica (en general y del género cuya ficción cultivan aquí en particular) pero que no son, precisamente, unos recién llegados a la narrativa. De hecho, ambas novelas están dedicadas respectivamente a aquellos hombres y mujeres del cine cuyas ficciones las inspiraron: el primero, a actores emblemáticos del eurowestern (especialmente, John Phillip Law); el segundo, al mítico Jacinto Molina, alias Paul Naschy.
Con todos ustedes, Un hombre, cinco balas de Carlos Aguilar (La espada mágica, Jesús Franco) y Luna profunda de Ángel Gómez Rivero (Cine zombi).
Un hombre, cinco balas
Carlos Aguilar
Un sheriff otoñal, viudo y ensimismado, sufre pesadillas donde enemigos del pasado le persiguen para vengarse. Tales temores se concretan cuando cinco de ellos, muy diferentes entre sí, entrecruzan sus vidas de forma inesperada y se alían para unificar su venganza.
Después de sus múltiples trabajos sobre aspectos generales o particulares del western, Carlos Aguilar, uno de los escritores cinematográficos más prolíficos y prestigiosos, aborda aquí el género mediante una obra de ficción que supone su esperada quinta novela, tras el thriller cinéfilo Nueve colores sangra la luna. Entraña una recreación personalísima, apasionada y apasionante, del período dorado del western europeo (1964-1969), cuyo espacio estético-dramático cristalizó en la singular geografía de Almería. De hecho, los personajes están perfilados según intérpretes que participaron con mayor o menor relieve en tan especial y glorioso capítulo del Séptimo Arte, incluyendo el nombre o apellido correspondientes.
El texto se enriquece mediante expresivas imágenes que evocan los intérpretes/personajes y escenarios, de modo que recuerde las antiguas novelas ilustradas, pero con la novedad de ser fotogramas de películas en lugar de dibujos. Esta aportación termina de diferenciar Un hombre, cinco balas de forma sobresaliente en el panorama editorial y, además, lo hace a escala mundial.
Carlos Aguilar, con Eugenio Martín
Elementos de thriller, diálogos precisos y afilados, amores extremos o enfermizos, personajes femeninos apasionantes, explosiones de violencia a cargo de villanos depravados, así como de héroes menos intachables de lo que su imagen pública sugiere; desesperación y muerte, inocencia mancillada, memoria y nostalgia aliadas para provocar dolor… Constantes en la obra de Aguilar, aquí envueltas en un lirismo seco y lacónico, en ocasiones sombrío, siempre lacerante, tenso, más propio de la novela negra que del convencional western de frontera del cual la narración a menudo se aparta en el tono. Pero no sin apropiarse de una serie de elementos reconocibles, que en manos del autor se impregnan de un asfixiante clima opresivo, que no desprecia abrazar un inquietante onirismo en determinados pasajes.
(Del prólogo de Javier G. Romero).
En esta espléndida y entretenidísima novela de Carlos Aguilar, la capacidad de creación de imágenes es tan acusada y particular que, quizá por mi deformación profesional como director de cine, me siento inclinado no sólo a leerla como un relato de creación literaria, sino también a verla como una película, ya terminada.
(Del epílogo de Eugenio Martín).
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Esta edición cuenta con la colaboración del Instituto de Estudios Almerienses y del Área de Cultura, Deportes y Juventud de la Diputación de Almería.
Ficha técnica
Alto 21 cm
Ancho 15 cm
Número de páginas 208
Encuadernación Rústica con solapas
Fotografías Ilustrado en B/N
ISBN 978-84-96235-45-8
PVP: 15 €
Luna profunda
Ángel Gómez Rivero
En un viejo cine de barrio, durante un ciclo dedicado al hombre lobo, un extraño mago relata a un periodista una historia de horror enterrada en el pasado. Conocerá así las claves para entender que dichos sucesos no pertenecen a la ficción, y que la resolución del enigma se encuentra en el propio presente. Su obsesión lo llevará por sendas repletas de riesgos y de misterios insondables, donde el primero que peligra es él.
Nacida de un reto que lanzó el cineasta Paul Naschy al autor, Luna profunda es una novela de licantropía, que explora y explica las claves del mito del hombre lobo, con un planteamiento paralelo, en dos tiempos, y con numerosos giros argumentales que conducen a un desenlace sorprendente.
Ángel Gómez Rivero, con Paul Naschy
Con personajes de compleja y dramática psicología, y atmósferas que quedarán grabadas en la mente del lector, Luna profunda es una novela llena de intrigas de principio a fin, cuyas tramas y subtramas, construidas con la precisión de un mecanismo de relojería, desembocan en un desenlace turbador, colofón de todos los horrores planteados.
(Extracto del prólogo de Luis Alberto de Cuenca).
Ficha técnica
Alto 23 cm
Ancho 16 cm
Número de páginas 312
Encuadernación Rústica con solapas
Fotografías Ilustrado en B/N
ISBN 978-84-96235-48-9
PVP: 16,50 €
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