El cine ha perdido a muchas de sus estrellas a lo largo de este 2013: Karen Black, Nigel Davenport, Deanna Durbin, Dennis Farina, James Gandolfini, Giuliano Gemma, Julie Harris, Ed Lauter, Tony Musante, Paul Walker o los españoles Alfredo Landa y Pepe Sancho han sido algunos de los intérpretes que nos han dejado para siempre. Pero muy pocos, en realidad casi nadie, pudo brillar a la altura del actor que nos dejó hace unos días, y desde luego ninguno pudo triunfar tan temprano y de forma tan rutilante. Como ya sabrán, el pasado sábado 14 de diciembre fallecía el mismísimo Peter O'Toole, alias Lawrence de Arabia.
Peter O'Toole (1932-2013)
Después de un lustro dedicado a la televisión, 1960 fue el año en el que este actor irlandés daba el salto a la pantalla grande; lo hacía además con tres películas, si bien en todas realizaba cometidos de actor secundario: Kidnapped, El robo al banco de Inglaterra y Los dientes del diablo, esta última dirigida por el gran Nicholas Ray, fueron los títulos que pueden presumir de haber contado con un primerizo O'Toole antes de que en 1962, y después de que Marlon Brando rechazara el papel, el director de grandes epopeyas cinematográficas David Lean le confiara el papel de T. E. Lawrence en Lawrence de Arabia, sin duda una de las películas más míticas de la historia del cine. El film le valdría su primera candidatura al Oscar como Mejor Actor, que nunca ganó pese a haber sido nominado en ocho ocasiones.
Con Omar Sharif, compañero habitual de reparto, en Lawrence de Arabia
A partir de entonces y durante un par de décadas, su carrera parecería no tener freno: compartió cartel con su amigo Richard Burton en Becket, donde interpretó al monarca Henry II (un papel este, el de rey, que repetiría en cintas como El león en invierno o las más recientes Troya y Stardust); encarnó a personajes literarios tan famosos como Lord Jim (en la cinta homónima de Richard Brooks) o el náufrago Robinson Crusoe (en Yo, Viernes, junto a Richard Roundtree); participó en comedias como ¿Qué tal, Pussycat? o Cómo robar un millón y..., en esta junto a Audrey Hepburn; fue un alto cargo del ejército nazi en La noche de los generales; y se atrevió a participar en el polémico y explícito Calígula de Tinto Brass.
Con Audrey Hepburn formó una gran pareja en Cómo robar un millón y...
También intervino en cintas como Adiós, Mr. Chips, La clase dirigente, Profesión: el especialista o Mi año favorito... películas todas ellas por las que fue nominado al Oscar, al igual que las ya citadas Lawrence de Arabia, Becket y El león en invierno. Pero la estatuilla siempre se le resistió, y en 2003 acabó aceptando a regañadientes un Oscar honorífico por toda su carrera. No obstante, cuatro años más tarde volvería a ser nominado por su labor en Venus.
En Un león en invierno contó con otra gran actriz: Katharine Hepburn
Ya en los años ochenta, y pasada su época de mayor prestigio, intervino en cintas menores como Supergirl o El hotel de los fantasmas. Pero el realizador de clásicos como El conformista o El último tango en París, Bernardo Bertolucci, logró reverdecer sus años de gloria concediéndole el rol del profesor británico Reginald Johnston en la oscarizada El último emperador.
El último emperador le ofreció uno de sus grandes papeles de madurez
A partir de 1990 el nivel de su filmografía baja enteros, pero no deja de trabajar en ningún momento, y se pone a las órdenes de Alejandro Jodorowsky en The Rainbow Thief, donde coincide de nuevo con Omar Sharif años después de Lawrence de Arabia y La noche de los generales. Posteriormente participa en cintas como Rafi, un rey de peso, Un cuento de hadas (donde encarna a Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes), el film de terror Phantoms, Escándalo con clase o Una noche con el rey (en la que vuelve a coincidir con Sharif). No obstante, su último papel de gran calado probablemente pertenezca a la pequeña pantalla que le vio debutar como actor: el del Papa Pablo III en la serie televisiva Los Tudor. No obstante, los suyos son un rostro, unos ojos azules y una voz a recordar en pantalla grande, la que le vio surcar los desiertos de Arabia.
El Papa de Los Tudor: su último papel de gran celebridad
Peter Seamus O'Toole, llamado Peter O'Toole, nació en 2 de agosto de 1932 en Connemara, County Galway (Irlanda), y falleció en 14 de diciembre de 2013 en Londres, Inglaterra (Reino Unido). Tenía por tanto 81 años. Descanse en paz.
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