Resulta lógico que si, contra todo pronóstico, algunas series de escaso interés y valor artístico gozan sorprendentemente del favor del público y por ello son capaces de prolongarse en el tiempo durante lustros, también suceda todo lo contrario: que colecciones de gran interés, con un punto de partida francamente prometedor y un desarrollo en consonancia, no acaben de encontrar su público (al menos, no el que demandan las editoriales después de analizar los índices de ventas) y terminen por ser canceladas. Este último es el caso de Saucer Country, la cabecera de Vertigo que podría haber terminando dando mucho más de sí pero que acabó por desaparecer tras su número 14.
A lo largo del presente año la editorial ECC, que cuenta con los derechos de toda la producción de DC para España y otros países de habla hispana, publicaba la colección en su totalidad recogiéndola en dos volúmenes. Y no tema el lector, porque aunque el final se muestra ligeramente abierto -y muy en consonancia con el relato que se nos cuenta-, los autores de la obra, con el guionista Paul Cornell (La Oscuridad: Año cero) al frente, tuvieron tiempo de dejarlo todo más o menos atado para que las expectativas de esos pocos lectores que fueron capaces de apreciar lo que la serie les ofrecía no se vieran frustradas del todo.
Aunque la obra cuenta con algunos personajes secundarios de gran interés, la principal protagonista de Saucer Country no es otra que Arcadia Alvarado -un nombre aliterativo, en la mejor tradición del cómic superheroico de DC y sobre todo Marvel-, gobernadora de Nuevo México y candidata a la presidencia de los Estados Unidos por el partido demócrata. De hecho, algunas encuestas la sitúan como la aspirante favorita, lo que podría convertirla en la primera presidenta del país más poderoso del planeta... y también en su primer gobernante de etnia latina.
Pero para lograr alcanzar su propósito, Arcadia Alvarado no solo tendrá que enfrentarse a los tejemanejes políticos del partido republicano, a los prejuicios acerca de los ciudadanos de origen mexicano o a la mala fama que supone estar divorciada de un hombre que, además, es alcohólico; por si todo esto fuera poco, la gobernadora confesará a sus colaboradores más allegados que sospecha haber sido víctima de una abducción alienígena...
Esta premisa, que ha traído consigo que a la colección se la considere un cruce muy sui generis entre dos series televisivas tan populares como El ala oeste de la Casa Blanca y Expediente X, y que por sorprendente o inaudita también podría resultar increíble en el peor sentido del término, es desarrollada a la perfección por un Paul Cornell que dosifica sabiamente la información, ayudado aquí por dos dibujantes de excepción: por un lado Ryan Kelly, del que ya disfrutamos de su espléndido Local, y que puede ser considerado como el dibujante titular de la colección; y un más episódico David Lapham, al que los aficionados recordarán como el autor completo de aquella joya del comic noir titulada Balas perdidas, y que aquí ejerce de sustituto puntual consiguiendo mimetizar un tanto el estilo del anterior para que el comprador fiel no lo eche de menos.
El resultado de la conjunción de estos talentos es verdaderamente atractivo, y las más de trescientas páginas de las que acabó constando todo el relato se leen inevitablemente de una sentada. No se me ocurre mejor elogio que ese para una historia que apuesta por el suspense y la intriga, dejando que el lector vaya elucubrando sus propias teorías a partir de la información de la que dispone, hasta alcanzar una conclusión que aclara muchas cosas y deja abiertos los interrogantes justos como para que confiemos en que algún día, de una manera u otra, Saucer Country continúe con un nuevo volumen. O una nueva temporada, por seguir con el símil televisivo.
Título: Saucer Country (Vol. 1: Carrera / Vol. 2: Revelaciones)
Autores: Paul Cornell (guion) / Ryan Kelly & David Lapham (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: enero-agosto de 2013
144 + 176 pp. (color) - 13,95 / 15,95 €
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