lunes, 8 de abril de 2013
Los lunes... Batman: Arquitectura mortal
Batman siempre ha sido uno de los superhéroes más populares de todos los tiempos, quizá el que más con la salvedad de su compañero de fatigas en el Universo DC: Superman, el Hombre de Acero. Pero qué duda cabe que en los últimos años su popularidad se ha visto acrecentada todavía más gracias al cine (desde las películas de Tim Burton y Joel Schumacher hasta la más reciente trilogía, merecidamente aplaudida, de Christopher Nolan) y, por qué no decirlo, a algunos autores que han dado lo mejor de sí dentro del medio que vio nacer al personaje a finales de la década de los 30: el cómic. Esto explica el gran número de títulos protagonizados por el personaje que llegan cada mes a las librerías especializadas, en estos tiempos y en nuestro país de la mano de ECC Ediciones. Por eso vamos a dedicarle una sección semanal en exclusiva que durará mientras haya nuevos títulos que comentar; y por lo que se ve, parece que va para rato... para alegría de la legión de seguidores del Hombre Murciélago.
Después del paréntesis puntual de la semana pasada, en el que tocaba el inevitable Comic Top 5 mensual, retomamos esta sección de los lunes con un nuevo cómic protagonizado por el Hombre Murciélago. Y, como ocurriera con el inaugural Batman: Tierra Uno, se trata de un relato que forma parte de los primeros tiempos de actividad del personaje creado por Bob Kane; aunque en esta ocasión, y al contrario que la citada obra de Geoff Johns y Gary Frank, podría considerarse un título situado dentro de la continuidad del personaje en particular y del Universo DC en general. El título en cuestión es Batman: Arquitectura mortal, y atesora suficientes méritos como para que no deba pasar desapercibido.
Dentro de la iconografía propia de Batman, aquella que le confiere una identidad particular y reconocible, juegan un papel primordial tanto los secundarios habituales -sean socios del héroe en su lucha contra el crimen o miembros de su fastuosa galería de villanos- como los elementos visuales intrínsecos del personaje: su traje y su capa, el símbolo del murciélago, etcétera. Pero si hay un elemento fundamental que se ha mantenido a lo largo de la historia del personaje desde su aparición en los años 30 hasta nuestros días, ese es sin lugar a dudas el entorno urbanístico en el que se mueve principalmente: la ciudad de Gotham.
Esto lo supieron los directores de cine que han llevado sus aventuras a la gran pantalla, con una mención especial para Tim Burton, que en sus filmes Batman y Batman vuelve logró acercar el concepto de Gotham y mimetizarlo con su universo propio. También lo sabe muy bien el guionista Scott Snyder, como ha demostrado en la nueva serie de Batman y también en una miniserie tan recomendable como Puertas de Gotham. Y lo sabe muy bien Chip Kidd, guionista de la novela gráfica que ahora nos ocupa, y cuya labor podría parecer a priori el principal interés de la oferta.
Y es que Chip Kidd es conocido sobre todo como un diseñador gráfico cuya carrera profesional siempre ha estado unida al mundo del cómic, del que es gran conocedor. De hecho, ha ganado varios premios Esiner por títulos como Batman: Animated, Peanuts: The Art of Charles M. Schulz o Mythology: The DC Comics Art of Alex Ross. Y en este mismo blog hemos hablado de él en alguna ocasión, al hilo de su cubierta para el reciente Alan Moore: Storyteller de Gary Spencer Millidge o su colaboración con Dave Gibbons en el libro Watching the Watchmen. Así pues, que alguien del talento y la formación de Kidd debutara como autor de cómics con un guion que, ya por su título (el original, Death by Design, resulta más ambiguo y por lo tanto todavía más rico en lecturas) sugería de la importancia que el diseño y las artes visuales podrían tener en el desarrollo del relato, resultaba de lo más sugerente.
Y qué duda cabe que Kidd aprueba con nota con esta historia, que arranca con un episodio frustrante para el Hombre Murciélago -curiosamente, otra semejanza con Tierra Uno-, para luego centrarse en su álter ego civil: el multimillonario Bruce Wayne, decidido a derrumbar la Estación Central de Gotham que su padre legó a la ciudad pero que con el paso de los años se ha acabado deteriorando demasiado. Esto le enfrentará a Cyndia Syl, una experta en urbanismo que aboga por conservar el edificio por su relevancia histórica y artística... poco después de que una grúa que se desploma aparentemente por accidente esté a punto de costarle la vida al célebre filántropo. Pero este no será el mayor de sus problemas cuando hagan acto de presencia tanto el enemigo más encarnizado de Batman, el mortífero Joker, como un enmascarado anónimo que dice llamarse Exacto y del que no queda muy claro en qué lado de la Ley y la Justicia se sitúa...
Pero si hay algo que me ha gustado especialmente de Arquitectura mortal, eso es el trabajo de Dave Taylor a los lápices. Este artista, que ya había dibujado al personaje protagonista en obras como Shadow of the Bat y World's Finest, era todo un ilustre desconocido para un servidor, pero después de ver su trabajo aquí tengan a buen seguro que lo seguiré con atención. El suyo es un Batman que bebe de la primera encarnación de Bob Kane, pero también del cine mudo expresionista, los seriales pulp y otros personajes de esta índole como La Sombra o Rocketeer. Y es también un Batman que se mueve en un mundo que no es de hecho en blanco y negro pero donde tampoco veremos un estallido de colores similar al habitual en el cómic superheroico de toda la vida (o en los dos Batman de Joel Schumacher, por seguir con el personaje y con las comparaciones transmedia); más bien se trata de un universo marcado por distintas tonalidades de gris, y de cuyo resultado final Taylor declara en las notas que acompañan a los bocetos a modo de material extra del álbum: "Todo el trabajo de este cómic se produjo con lápides de toda la vida, primero en azul y luego 'entintado' con grafito. No hice correcciones con la goma. Lo que dibujé es lo que se ha publicado. Hice el sombreado y el coloreado por ordenador. ¡Este es mi trabajo más 'honesto'!". No sé si será el más honesto, pero no dudo que será de las aportaciones más interesantes que se han realizado a la iconografía del Hombre Murciélago. Lo que no es decir poco si hablamos de un personaje con tantas décadas de tradición a sus espaldas.
En definitiva: Batman: Arquitectura mortal es una novela gráfica espléndida, una decidida apuesta por una atmósfera y una estética retro -hacía mucho tiempo que no veíamos emplearse bocadillos de pensamiento que recogiesen las reflexiones de los personajes-, y que se aparta un tanto de la línea dominante de obras protagonizadas por el Hombre Murciélago sin dejar de ser fiel a su tradición. El resultado de esta conjunción de aspectos es una obra que ha conseguido que el novelista Michael Chabon, autor de El sindicato del policía yiddish, dijese de ella que "une a los fans de los cómics, de las películas clásicas en blanco y negro, de la arquitectura y del diseño como un conquistador uniría tronos. Una pura delicia de principio a fin". Un servidor no puede sino corroborar humildemente sus palabras.
Título: Batman: Arquitectura mortal
Autores: Chip Kidd (guion) / Dave Taylor (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: enero de 2013
112 pp. (color) - 13,50 €
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