Licenciado en Derecho e Intendencia Mercantil, Delibes fue empleado de banca y caricaturista. Dirigió durante años el diario El Norte de Castilla, un período durante el cual fue galardonado con el Premio Nadal por La sombra del ciprés es alargada. Era el año 1948, y este galardón significó el empuje que le hacía falta para impulsarle a desarrollar una carrera literaria en la que vendrían títulos como El camino (1950), Diario de un cazador (1955), Diario de un emigrante (1957), Las ratas (1962), La hoja roja (1962), Cinco horas con Mario (1967), El disputado voto del señor Cayo (1978), Los santos inocentes (1981), Madera de héroe (1987), Mi vida al aire libre (1989) y El hereje (1998); esta última queda como su última novela, pues la larga enfermedad que ha terminado con su vida lo apartó durante los últimos años de la creación literaria.
Delibes, cuya obra cobró auge mediático cuando Mario Camus adaptó Los santos inocentes en un film que le valió un reconocimiento a Francisco Rabal y Alfredo Landa en Cannes, es también Premio Nacional de Literatura, Premio de la Crítica, Premio Castilla y León de las Letras y Premio Ciudad de Barcelona. Pero todo el mundo recuerda particularmente un premió que ya nunca ganará: el Nobel de Literatura. Una injusticia más, que rivaliza con la de Jorge Luis Borges, en la larga historia de este preciado galardón que debería empezar a poder concederse a título póstumo.
Miguel Delibes Setién nació en Valladolid en 17 de octubre de 1920 y falleció en su ciudad natal en 12 de marzo de 2010. Tenía por tanto 89 años. Descanse en paz.
2 comentarios:
Descanse en paz este grande.
PD: Me voy a hacer en cuanto pueda con los Relatos Insólitos de Samuráis. Me interesa el tema y adoro el cine de Kurosawa. Ya te diré :)
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