Abandonad toda esperanza

martes, 9 de enero de 2007

¿Quién mató a la señora Dibny?

Por fin, la edición en España de la miniserie Crisis de identidad ha terminado. Ya hablamos de esta colección cuando se publicó el primer número; lo allí expuesto sigue vigente una vez terminada la lectura de toda la historia. Pero ahora ya sabemos quién mató a la mujer del Ralph Dibny, el Hombre Elástico.



Como escritor de novelas policiacas que es, el guionista Brad Meltzer ha mantenido a los lectores en vilo a lo largo de los siete números que conforman la serie (reunidos en sólo tres por Planeta para su edición española), usando recursos típicos del género como la dosificación de información, la voz en off narrativa (en esta ocasión son varias, si bien la de Oliver Queen, alias Green Arrow, es quizá la más habitual), y los cliffhangers que al final de cada número original dejaban la narración en su punto de mayor interés. Sin olvidar alguna que otra muerte inesperada...



Por si esto fuera poco, Meltzer ha conseguido para ello retomar uno de los temas básicos de cualquier universo superheroico, como es la necesidad de una doble identidad por parte del héroe, con el fin principal de proteger a sus seres queridos. Y lo ha unido todo en una narración clásica que satisface incluso a los que como un servidor no somos conocedores en profundidad del Universo DC. Ese es su mayor mérito.



Todo ello sin olvidar, claro está, la siempre conflictiva toma de decisiones morales por parte de los superhéroes, los personajes más morales del noveno arte, en una narración llena de matices conducida con pulso de experto artesano por Meltzer y magníficamente ilustrada por Rags Morales.

Por cierto: más tarde volveremos a hablar de Crisis de identidad. Lo que no puedo todavía es decir el motivo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Total, que el comic es la polla y usted va y me suelta quien es el asesino.

Esta se la guardo.

Francisco J. Ortiz dijo...

¿Pero dónde se dice aquí quién es el asesino? He vuelto a leerlo meticulosamente y yo no lo veo (y eso que sí sé quién es, obviamente)...


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