Abandonad toda esperanza

viernes, 20 de junio de 2008

El clan Inugami: whodunit nipón



Aunque un sector de la crítica y el público lo meten todo en el mismo saco, hay que subrayar que la novela enigma no es estrictamente novela negra, aunque aquella sea el origen de esta y ambas presentes elementos comunes (principalmente, la existencia de una trama policíaca o criminal). Así, la primera -que nace con Los crímenes de la calle Morgue, una de las dos ficciones breves de Edgar Allan Poe protagonizadas por Auguste Dupin, y que tiene en las novelas de Agatha Christie su ejemplo más célebre- evolucionó en la segunda gracias a la irrupción de nombres clave del género negro hard boiled como Dashiell Hammett o Raymond Chandler.

Esta reflexión viene al hilo de la publicación por parte de La Factoría de Ideas de El clan Inugami, estupenda novela de Seishi Yokomizo, y de la adecuada reubicación que a priori de su distribución tuvo en el catálogo de la editorial madrileña: destinada en un principio a la serie "Calle Negra" dirigida por David G. Panadero -y donde han visto la luz libros de Julian Rathbone, Lawrence Block, Francisco González Ledesma o Andreu Martín, para entendernos-, finalmente el texto de Yokomizo ha ido a engrosar las filas de la línea "Best-sellers".



Una reubicación esta acertada, decíamos, porque resulte ser o no un gran éxito de ventas -y a buen seguro que la novela merece más atención de la que ha venido teniendo-, lo que sí parece indiscutible tras disfrutar de su lectura es que El clan Inugami no es una novela negra in strictu sensu, y su peripecia argumental la acerca mucho más a la novela enigma de la que hablábamos al comienzo de estas líneas.

Aunque se ha comparado a su personaje principal, el carismático Kosuke Kindaichi, con el Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, su afabilidad y sus dotes para la sociabilidad, así como sus métodos detectivescos -basados como el detective de la pipa en la deducción, pero también en la interacción con los sospechosos- lo acercan mucho más a Miss Marple o, sobre todo, al belga Hercule Poirot, los célebres personajes que protagonizaron tantas novelas de intriga con la firma de Agatha Christie.



La novela, ambientada en el Japón de mediados de los años 40, arranca con la noticia de la muerte de Sahei Inugami, el poderoso cabeza visible del clan de los Inugami, dejando atrás una familia numerosa, una jugosa fortuna y un intrincado testamento. Como imaginará el lector, tras el fallecimiento de Sahei -que tiene un pasado repleto de secretos, y que iremos conociendo poco a poco-, sus descendientes, encabezados por sus tres hijas de tres relaciones distintas, se batirán por heredar el poder al frente de la empresa familiar, representado por tres codiciados símbolos: el hacha, la cítara y el crisantemo.



Cuando el peligro empiece a acechar a algunos miembros del clan, un abogado del bufete Furudate -empesa encargada de gestionar las posesiones materiales de la familia- reclamará los servicios de Kosuke Kindaichi, un investigador privado de carácter desordenado y hábitos excéntricos tras los cuales se oculta un espléndido dominio del arte de la deducción. Pero las muertes no tardarán en empezar a sucederse...



Como puede intuirse ya desde el principio, El clan Inugami -que se ha visto adaptada en dos ocasiones, en 1976 y 2006, por el mismo realizador, Kon Ichikawa- es un whodunit (esto es, un "¿quién lo hizo?") en toda regla, donde lo principal es establecer un juego con el lector en el que este tratará de adelantarse a los acontecimientos y al ritmo marcado por el autor, aunque el oficio de Yokomizo hará todo lo posible por sorprenderle a cada nueva página, algo que -más allá de algún elemento concreto de la trama, que hace adivinar algunos aspectos de la resolución de la intriga- consigue de forma habitual.



El resultado final es una novela estupenda que, aunque carece de la fuerza de la genuina novela negra, está escrita con solvencia y fluidez, y cuya lectura es verdaderamente adictiva. ¿Qué más se le puede pedir a un whodunit? Y si además su argumento está ambientado en un marco tan exótico como el País del Sol Naciente, la fascinación que despiertan sus páginas se incrementa de cara al lector occidental. Por todo ello, El clan Inugami supone un sabroso y exótico bocado que, como el sushi, puede generar adicción.


El clan Inugami
Seishi Yokomizo

Madrid, La Factoría de Ideas, 2008
320 pp. - 19,95 €

2 comentarios:

ErVicioso dijo...

Si señor un gran libro que me leí hace un tiempo gracias, como no, a una anterior recomendación tuya.

Gracias de nuevo por descubrirme el libro ahora a ver si me puedo bajar la película :P

Saludos!!!

Kyūseishu [Kami] dijo...

Yo realmente adoré el libro, vaya que es un muy interesante libro, ademas de que la prosa narrativa del Señor Yokomizo es fantástica, logra envolver muy fácilmente al lector en el libro. Simplemente fantástico


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