Vaya por delante que aquellos que piensen que de un videojuego no puede salir una buena película deberían ver la estupenda y reivindicable Silent Hill: posiblemente cambiarían de opinión. No obstante, es cierto que sus prejuicios están bastante fundados, todo por culpa de un único hombre: Uwe Boll.
El realizador alemán, que cuenta con el dudoso privilegio de haber colocado varias de sus películas en la lista de los 100 peores films de la historia según la Internet Movie Database (IMDb), se ha empeñado en llevar varios juegos de ordenador a la gran pantalla: lo hizo con House of the Dead (que no hemos tenido el gusto de ver) y con Alone in the Dark (esta sí la vimos, y en qué mala hora), y lo ha vuelto a hacer con BloodRayne.
Como los distribuidores no tienen un pelo de tontos, esta película del año 2005 es inédita en los cines españoles, y se ha estrenado tan solo en el mercado doméstico. Pero nosotros, que sí somos bastante tontos, hemos vuelvo a picar. Y la verdad es que todo el mundo la ponía tan mal que, después de todo, dentro de lo indudablemente penosa que es, no nos parece tan mala como otros bodrios que hay que ver, no es la peor película con vampiros de la historia del cine (ese honor podría recaer en Vampirella, que hay que verla para creerla), y desde luego resulta claramente superior a la citada Alone in the Dark.
Y es que si la cinta protagonizada por Christian Slater y Tara Reid era una soberana estupidez que se tomaba a sí misma demasiado en serio, en BloodRayne Boll parece ser consciente del pobre material que tiene entre manos (hay vampiros de incógnito, cazadores de vampiros S.L., una fémina mitad humana mitad vampiro, una profecía vampírica por cumplirse, y un Ben Kingsley que se aburre haciendo de vampiro), y se limita a hacer avanzar la historia (por llamarla de alguna manera) como buenamente puede, sin ocultar el verdadero sentido del film.
Y este no es otro que ver lucir el palmito a Kristanna Loken, actriz de registro limitado recordada por ser la letal terminatrix de Terminator 3, aquí convertida en un émulo de la Kate Beckinsale de Underworld (cinta superior a esta, aun sin ser nada del otro jueves, y obvio modelo a imitar), la mestiza mitad humana mitad vampiro a la que nos referíamos, y que se dedica a dar muerdos y hacer piruetas a lo largo y ancho de la película.
Del resto del ecléctico reparto, destacar a unos desganados Michael Madsen y Michelle Rodriguez como cazadores de vampiros, el primero con la misma expresión de falta de sueño que arrastra desde que lo descubrimos como el inquietante Señor Rubio en Reservoir Dogs; unos fugaces Geraldine Chaplin y Udo Kier; y el otrora grande Ben Kingsley, en la piel del villano de la historia y padre -a la fuerza- de la protagonista. Con lo que tú has sido, Ben, y mírate ahora...
Pero sigamos con el reparto, que no tiene desperdicio: también aparecen por aquí el cantante Meat Loaf (al que pueden ver en cintas tan dispares como The Rocky Horror Picture Show o El club de la lucha) y Billy Zane: cuando el psicópata de Calma total, el marido celoso de Titanic o el desvirgador de Audrey Horne en Twin Peaks ya tiene edad como para hacer de padre de alguien como la Rodriguez, uno se percata de lo efímero de la existencia y la mortalidad del alma.
Completa el reparto Michael Paré. Lo de este actor tiene su coña: intérprete que vivió sus años de esplendor (en realidad, su único año de esplendor: 1984) en los 80, con el estreno simultáneo de Calles de fuego y El Experimento Filadelfia, enseguida se vio relegado a intervenir en productos carne de videoclub de barrio, como la infecta Marine: Entrenado para matar. Ahora, lo que son las cosas, se ha convertido en el actor fetiche de Uwe Boll, que lo contrata para casi todos sus trabajos, aunque sea en cometidos tan ridículos como el que realiza en BloodRayne: aquí es un experto herrero que se limita a recibir a los protagonistas en su negocio diciendo algo así como "Me alegra veros por aquí; venid abajo" para llevárselos al sótano (donde debe tener expuestas las ofertas)... en una escena en la que ya no vuelve a aparecer. Pues eso: diez gloriosos segundos en pantalla. Ser empresario, aunque sea de una herrería, te quita mucho tiempo...
Pero como actor fetiche que es, Paré es el único actor del film que repite en BloodRayne II: Deliverance: sí, hay una secuela, de este mismo año, que mezcla a los vampiros del videojuego con el Far West y la mítica historia de Billy el Niño (Paré interpreta a Pat Garret, amigo y luego sheriff que dio muerte al mítico pistolero). Cualquier día les hablaremos de esta cinta, que cuenta con otra antigua villana sexy (Natassia Malthe, la María Tifoidea de Elektra) sustituyendo a la Loken. ¿Que si nos atreveremos a ver semejante despropósito? ¿Acaso lo dudan? Por el amor de Dios, va de vampiros en el lejano Oeste. ¿Cómo nos la vamos a perder?
Post Scriptum rosa: la Loken y la Rodriguez, que cuentan como no podía ser de otra forma con una pelea de zorras como mandan los cánones del género (en realidad, un simulacro, pues ambas están en el mismo bando), podrían ser pareja en la vida real: ambas, bisexuales reconocidas, pasean de la mano por los barrios más lujosos de Los Ángeles. Y como no vamos a ser menos que el Pronto o el Diez minutos, publicamos foto que lo prueba. Ya verán ustedes si se trata de un robado o no...
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4 comentarios:
Me encanta esta sección!!
El otro día vi un trozo de GOBLIN y me meaba de la risa.
Tuve el. ejem, honor de verla anteayer, y bueno... film mediocre, pero con algún momento de humor sano: cuando sientan a los potras en la "mesa de los niños" y la mirada que le echa Bloodrayne al otro, después de pasar la noche encamados, es de antología. Este Uwe Boll es la repera. ¿Qué videojuego adaptará en la próxima ocasión?
A mi parecer todas la peliculas que se han hecho a partir de videojuegos suelen ser bastante mediocres. "Silent Hill" tampoco me pareció gran cosa, aunque todos aquellos que conozco que han jugado a el dicen que la pelicula es una muy buena adaptación.
Vaya rachita de pelis lleva el Ben Kingsley (hace poco me "deleité" con su papel en La ultima Legion).
Por otra parte debo admitir con horror que todavia no he visto ninguna peli del bueno de Uwe...
A ver si me pongo al dia, que un tio que recicla a Michael Paré lo merece (si no despues de salir en las Virgenes Suicidas podía haberse dedicado a hacer pelis de autor, que desperdicio).
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