Abandonad toda esperanza

sábado, 27 de octubre de 2007

Bolland Strips!: Mr. Mamoulian o La tragedia de un hombre ridículo



Empecemos dejándolo bien claro: Bolland Strips! es Mr. Mamoulian. Dicho esto, hagamos algo de historia respecto de la figura de su autor, y luego volveremos a esta aseveración para intentar justificarla.

Al menos en España, a Brian Bolland se le conoce principal y casi únicamente como el dibujante de La broma asesina, el cómic de Batman escrito por Alan Moore y considerado justamente como la historia definitiva del Joker. Como mucho, los lectores más veteranos lo recordarán también como el ilustrador de la serie Camelot 3000 y sus contribuciones a la historia del Juez Dredd. Y poco más.



Ese "poco más" incluye innumerables portadas para diversas editoriales, que se convirtieron en la carta de presentación de sus respectivas series; particularmente memorables nos parecen sus trabajos para obras escritas por el escocés Grant Morrison: las 26 cubiertas para su inaugural (e inclasificable) etapa de Animal Man o todas las portadas de Los Invisibles.

Pero hay otro Brian Bolland: el autor completo de historias concebidas al margen de la industria editorial, más personales y menos comerciales que la obra por la que se le conoce, y que incluyen las historias de La Actriz y el Obispo y Mr. Mamoulian, recogidas en este volumen editado aquí por Glénat.



La Actriz y el Obispo, por su parte, tiene su origen en una ilustración a toda página que representaba gráficamente una frase típica o coletilla de la cultura inglesa, y finalmente acabó dando pie a tres historias, dos de ellas de apenas tres páginas. Pero, además de ser una producción breve, no nos parece precisamente una creación de gran interés, y muy bien podría considerársele un apéndice en este Bolland Strips! si apareciera al final de volumen y no al principio, y no se le dedicara la -por otro lado, espectacular e impactante- portada del volumen.

Y eso se debe a lo que asegurábamos al comienzo de esta reseña: Bolland Strips! es Mr. Mamoulian. Y no solo porque esta obra, la más personal de su autor, ocupe la mayo parte del volumen (son 54 historias breves de una página), sino por el indudable interés que presenta como obra unitaria.



El protagonista, cuyo nombre da título a la obra, es un individuo gris y solitario, presumiblemente inglés y de nombre de pila desconocido (en cierta ocasión se refiere a sí mismo como X. Mamoulian), que se nos presenta como un coleccionista de músicas del mundo, algo fetichista, y propenso a las fantasías sexuales nocturnas. Se trata de un personaje que no desentonaría en la obra de autores del comic indie como Peter Bagge, Daniel Clowes o Harvey Pekar.

Alrededor de él pululan una serie de personajes secundarios recurrentes, como la punk Evelin (antes conocida como 'Caraculo', nada que ver con el personaje homónimo del Predicador de Garth Ennis); Suzy y Linda, hermanas norteamericanas (de las que una se dedica primero a la pintura figurativa y luego al arte conceptual); Carstairs y Belcher, unos misteriosos sujetos que parecen ser espías partícipes de una trama conspiratoria; o un predicador callejero que propaga la idea de que "Dios es Amor" desde su humilde púlpito: una caja de cartón en mitad de un parque.



Las historias de Mr. Mamoulian (y tómese el término historias con todas las reservas: estamos ante una tira cómica, y como tal su anécdota argumental suele ser nimia y responde a una intencionalidad humorística recogida muchas veces en la última viñeta) son en principio independientes, pero poco a poco se va tejiendo un entramado de referencias cruzadas que dan a la obra una atractiva unidad, y conforman un retrato de un individuo gris en un mundo que no reconoce (y que no le reconoce), y en el que no puede integrarse... aunque tampoco es que lo intente demasiado. Esto es, la representación de la extrañeza hecha personaje de ficción.



Pero no se equivoque el lector, que Mr. Mamoulian, la obra más completa de Bolland, es tan divertida como amarga, y en sus páginas el autor se permite ofrecer también un curioso ejercicio de metanarración y de juego literario, al mostrar a su protagonista como sospechoso de protagonizar una tira cómica... cuyo autor ni siquiera sería Bolland, sino un misterioso autor albanés llamado Alban Skandabeg. Incluso los personajes contestan las cartas de los lectores, y llegado el momento de la publicación de la página 50, el autor y una de sus creaciones se permiten celebrar el evento bebiendo champán y ejerciendo su capacidad de autocrítica.

En cuanto al apartado gráfico, en Mr. Mamoulian su autor se muestra como un artista muy distinto del que conocemos: reconocido por sus bellísimas portadas y sus trabajadas ilustraciones, aquí su trabajo gráfico es muy sencillo, sin grandes aspavientos, cediendo todo el protagonismo a los diálogos y soliloquios de sus protagonistas.



Esta obra, créanlo, merece mucha más atención de la que al parecer reclama, y hubiera merecido perfectamente una obra que llevase su nombre y su efigie en la cubierta. Ahora bien, ya que la edición de este Bolland Strips! nos permite una recopilación más extensa de los trabajos de su autor, incluyendo no solo La Mujer y el Obispo sino también otras tres breves historias y un portafolio de seis ilustraciones a toda página (además de tres textos introductorios), nos congratulamos de su edición en España, y esperamos que esta crítica, a la que se deberían de sumar muchas más, consiga llamar la atención sobre la publicación del simpar Mr. Mamoulian en español. A nuestro parecer, es una obra maestra, de longitud breve y apariencia sencilla, pero una obra maestra al fin y al cabo.


Título: Bolland Strips!
Autor: Brian Bolland (guión y dibujo)
Editorial: Ediciones Glénat
Fecha de edición: septiembre de 2007
100 páginas (b/n) - 15 €


[Enlace recomendado: Entrevista con Brian Bolland (Web Ediciones Glénat).]

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