Arrancó la segunda colección del diario El Mundo dedicada a la historieta española, con un volumen que incluye tres álbumes de Mortadelo y Filemón de Francisco Ibáñez.
La lectura de estas tres historias revela a un lector veterano, en cierta medida, que el paso del tiempo hace mella, tanto en la obra como en el receptor, y los méritos y defectos del cómic varían, y se acrecientan o menguan según el caso.
Dejando a un lado el coyuntural (y decepcionante) Mortadelo de la Mancha del 2005, un servidor llevaba muchos años sin leer historia alguna de los dos agentes de la TIA creados por Ibáñez. El reencuentro con estos cómics se salda con una decepción ante el contenido humorístico de los mismos: los chistes se repiten una y otra vez, resultando predecibles la mayoría de las veces (por no decir todas), y las historias que cuenta Ibáñez podrían ser más largas o cortas según el capricho del autor, pues carecen de una férrea lógica interna y se dan por concluidas cuando se alcanza la extensión estándar de un álbum de la serie.
Ahora bien, uno encuentra un gran valor en cuanto a la representación, más o menos fidedigna, de la realidad española. Detrás de los gags de siempre y los momentos marca de la casa (los disfraces de Mortadelo, las persecuciones que éste sufre de su jefe Filemón, las expresiones de doble sentido que dan lugar a equívocos, etc.), el lector descubrirá en historias como El UVA (parodia, claro está, de los trenes de alta velocidad) un dibujo fiel de la España del "vuelva usted mañana" de Larra. Una visión de la realidad que nos rodea donde se explicita la diferencia de clases, además de que no se escatima la aparición, nada disimulada, de unos Aznar y Álvarez Cascos dispuestos a inaugurar una línea de ferrocarril sin que esté finalizada.
Sólo por eso, ya merece la pena darle una oportunidad a estas historias de dos personajes que ya son verdaderos mitos de la cultura popular española.
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2 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo. Hace mucho que Mortadelo es una sombra de sí mismo.
No obstante,hay que seguir agradeciéndole al maestro Ibáñez su esfuerzo por mantener al día a sus criaturas y la crítica que siguen derrochando sus páginas.
Si te apetece intercambiar opiniones sobre estos y otros personajes de cómic y temas afines, quedas cordialmente invitado a mi blog.
De momento, felicidades por el tuyo...
Ah, y ya vendrán álbumes mejores en esta colección de "El Mundo".
Sí, sé que vendrán mejores álbumes, clásicos leídos en los 80 como "La máquina del cambiazo" o "La caja de los diez cerrojos" (o eran doce?)
En fin, que seguiremos leyendo la colección, aunque temblando ante la posibilidad de nuevas decepciones.
Menos mal que Jan no falla nunca (o casi nunca...)
Gracias por tus elogios, y prometo visitar tu blog más detenidamente. :-)
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