La película, que aquí se llamará La máscara de cristal, es el debut en la dirección cinematográfica del famoso ilustrador, que también ha creado la historia original junto con su socio Neil Gaiman, el artífice de The Sandman (cuyas portadas, verdaderamente memorables, corrieron a cargo del dibujante inglés).
Es una pena que no podamos disfrutar de un trabajo como éste, que recuerda a cintas míticas de los años 80 como Cristal oscuro o Dentro del laberinto, en una pantalla grande. Sobre todo porque su mayor aliciente es la fuerza visual que emana de la conjunción de las modernas técnicas de animación infográfica con las clásicas de la compañía de Jim Henson, además de imagen real.
Como consuelo, nos queda poder disponer de ella en el mercado español, y además con extras que pueden resultar de interés, destacando entrevistas con Gaiman y McKean y el audiocomentario de ambos autores.
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