Los admiradores de la literatura del genio de Providence, sepan o no pronunciar lo impronunciable, concebir lo inconcebible, nombrar lo innombrable, no deberían perdérselas.
Y los que no lo sean, por si acaso, tampoco.

No tengan miedo y entren en El Joven Lovecraft.
3 comentarios:
Te agradezco mucho esta entrada sólo para Lovie... Un abrazo!
Genial! Simplemente genial!
Pues no es para tanto... Un post como cualquier otro...
¿O te refieres al cómic? ;-)
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