sábado, 12 de abril de 2008
Más allá de Mafalda: el otro Quino
Joaquín Salvador Lavado, alias Quino, es mucho más que el creador de Mafalda, aunque tenga que agradecerle a su más célebre creación, la niña que odiaba la sopa, que su sobrenombre artístico sea conocido en todos los confines del mundo tanto por fanáticos del cómic como por iletrados de la historieta.
A finales del año pasado, e inequívocamente de cara a la temporada navideña, tan proclive a aquello de regalar a nuestros seres -más o menos- queridos un poquito de felicidad material, Lumen editaba ¡A mí no me grite!, segundo libro recopilatorio de su autor y a estas alturas todavía inédito en España. Ni que decir tiene que algunos de los chistes incluidos en sus páginas sí se habían visto en algún medio, pero al parecer el grueso de la obra era absolutamente desconocido para nosotros.
A pesar de ser una obra tan temprana, estas muestras de humor gráfico publicadas originalmente en las revistas Panorama y Siete Días Ilustrados ya muestran a un Quino en plenitud de facultades, y conforman una obra que, pese a la heterogeneidad de temas tratados, se presenta como de calidad compacta, absolutamente férrea.
Desde el hombre bajito que usa una foto suya para que lo reconozcan desde el otro lado de la mirilla, al pollito que nos mira con sorpresa tras nacer de un huevo a rosca, por las páginas de ¡A mí no me grite! pasan náufragos desesperados, empresarios indolentes, ancianos que se resisten a apolillarse, censores de mente sucia y prestidigitadores que no controlan sus trucos de magia. Muy al contrario que estos últimos, el autor argentino controla por completo los recursos del humor gráfico, y al hilo de la mencionada figura del censor se permite una de las ilustraciones más, valga la pertinente redundancia, ilustrativas de la doble moral y del paradójico fenómeno de la censura.
Por otro lado, muchos son los temas recurrentes de ¡A mí no me grite!, y por extensión de toda la obra de Quino: hay que destacar la continua presencia del psicoanálisis (una disciplina, y un oficio el de psicólogo, tan vinculados a la cultura, la sociedad, en definitiva a la tradición argentina); la sempiterna figura del gris empleado sometido a la rutina diaria de su trabajo; las crisis de pareja de mediana edad, sumidas en el tedio; y, muy especialmente, las relaciones entre individuos despiadados que ostentan posiciones de poder (empresarios, banqueros, hombres adinerados) y otros menos afortunados que están al servicio de los anteriores.
De esta forma, desde los orígenes del Hombre (reflejado tanto los establecidos por la ciencia a partir de La evolución de las especies de Darwin como el relato bíblico de Adán, Eva, la serpiente y el Paraíso), hasta la llegada del ser humano al espacio, Quino retrata con ternura, socarronería y un punto de amargura la evolución (¿involución?) de nuestra tan admirable como repudiable raza a lo largo de los siglos y siglos de su existencia, en una obra que a la postre se nos antoja imprescindible para los amantes del humor gráfico.
Hablando de postres, porque tiene mucho de gastronómico y porque lo hemos dejado para el final: siguiendo las características editoriales del anterior, Lumen publicaba el mes pasado La aventura de comer, una obra a nuestro parecer bastante menos redonda que la anterior, pero como que puede funcionar como un digno postre que deje buen sabor de boca y no estropee los logros del plato principal.
Por todos los seguidores de su obra a través de periódicos y revistas publicados en todo el mundo, es sabida la predilección de Quino por el universo de los restaurantes, bares y tabernas de todo el orbe, donde cocineros, camareros y clientes conviven en armonía (o no tanto) dando vida a una aventura diaria no por habitual, por rutinaria, menos fascinante.
Debido a esto, la Asociación Madrileña de Empresarios de Restaurantes y Cafeterías otorgó al autor, en junio del año pasado, una placa de plata conmemorativa por "haber contribuido con sus manifestaciones gráficas al prestigio y la difusión gastronómica". Una fotografía de este galardón encabeza a modo de prólogo la selección de dibujos del volumen, realizada por Julieta Colombo.
No sabemos si será por la mayor rigidez temática de la propuesta, o simplemente por cuestión de azar, pero como señalábamos al principio esta La aventura de comer no está a la altura del Quino de, sin ir más lejos, el temprano ¡A mí no me grite!. No obstante, Quino es siempre Quino, y en las páginas de este volumen encontrarán algunas perlas dignas de atención.
Y es que, sabiendo leer entre líneas, entre las aparentemente más amables muestras de humor gráfico del libro puede verse que la crítica social tan representativa del dibujante sigue implícita en su obra, así como su profunda comprensión del drama humano, seguro que fruto no ya solo del talento natural, sino también de años de disciplinados ejercicios de observación del medio: en la figura de camareros hambrientos que se comen parte del plato escondidos tras una columna o de otros apenados por el abandono de su mujer que se aferran desesperadamente a un comensal con el que desean compartir un par de whiskeys, Quino muestra y demuestra el lado menos amable del humor gráfico, al mismo tiempo que dibuja una sonrisa en nuestro rostro.
Por ello, es habitual encontrar en las páginas de La aventura del comer a artistas muertos de hambre que hacen de su obra una plasmación artística de su (razonable) obsesión; a personas obesas prisioneras del exceso de grasa o de dietas castigadoras, según la opción elegida; a pobres que mendigan unas monedas para un café y que acaban pidiendo para pagar la consulta del psicólogo (de nuevo los herederos de Freud)... o hasta un Dios que en su Reino de los Cielos y ante la sopa sosa, que no boba, que le sirven los ángeles decide viajar de incógnito al Infierno y darse un merecido homenaje. Una elección que sin duda aplaudiría Mafalda, y a buen seguro que Quino también.
Título: ¡A mí no me grite!
Autor: Quino (guión y dibujo)
Editorial: Lumen
Fecha de edición: septiembre de 2007
144 páginas (b/n) - 16,95 €
Título: La aventura de comer
Autor: Quino (guión y dibujo)
Editorial: Lumen
Fecha de edición: marzo de 2008
112 páginas (b/n) - 16,95 €
(+) Otras obras de humor gráfico:
- Macanudo n.º 1 (Liniers)
- Macanudo n.º 2 (Liniers)
- Nosotros... que nos quisimos tanto (Krahn)
- Todas las mujeres alteradas (Maitena)
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