María llena eres de gracia narra la historia de María Álvarez, una joven colombiana que harta de ser explotada en una empresa de arreglado de flores, y con un hijo a punto de llegar, opta por un camino más rápido para hacer dinero: trabajar de mula pasando droga en el interior de su cuerpo de Colombia a Estados Unidos.
Hermanada con otras cintas de denuncia de la situación político-social de Colombia, como La virgen de los sicarios de Barbet Schroeder o La vendedora de rosas de Víctor Gaviria, este film surge como fruto de la investigación previa de Joshua Marston, su director, que consistió en entrevistas con mulas reales que se encontraban en la cárcel.
Por ello, María llena eres de gracia puede presumir de una gran verosimilitud, a la que no resulta ajena el gran trabajo de Catalina Sandino Moreno, intérprete que pese a su juventud y su nacionalidad extranjera consiguió entrar en la lista de cinco nominadas al Oscar como Mejor Actriz en 2005, que finalmente ganó Hilary Swank por Million Dollar Baby.
El único defecto de la cinta es que, a pesar de todo lo expuesto aquí, la historia no consigue que el espectador se implique con ella todo lo conveniente: hay diversas escenas que deberían hacer gala de una gran tensión contenida, y no es así, con la excepción del interrogatorio en el aeropuerto por parte de dos policías, quizá la escena más conseguida y sin duda la más emocionante del film.
Finalmente, destacar un último apunte, de esos que nos hacen pensar que podríamos estar ante un gran director del que esperar nuevos trabajos: en las calles de Nueva York, una María fuera de su hábitat natural camina perdida, y observa a un joven que trabaja en la calle arreglando flores. A pesar del sueño americano, en todas partes cuecen habas. Aunque en unos sitios se deje notar más que en otros.
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