Abandonad toda esperanza

lunes, 25 de enero de 2010

Dreamwar: Metacrossover



La respuesta a la pregunta que formulábamos al hilo de la trilogía -Armageddon, Revelations y Number of the Beast- que ha redefinido el universo WildStorm es Planeta de Agostini Comics. Finalmente ha sido esta editorial y no Norma la encargada de publicar DC / WildStorm: Dreamwar, el crossover que enfrenta ambos universos, como veremos y con algunas puntualizaciones, al viejo estilo de todos los crossovers que en el mundo (superheroico) han sido.



Vaya por delante que esta crítica revelará algunas de las pocas sorpresas que depare el argumento de esta miniserie, seis comic books publicados por Planeta en un solo volumen; entre ellas la principal que justifica por sí sola el enfrentamiento entre los grupos de superpoderosos más importantes de ambos universos. Por ello, aquel que quiera leer la obra sin conocer demasiados detalles de la misma será mejor que renuncie a seguir leyendo estas líneas...



La principal intención de los crossovers entre editoriales, huelga decirlo, siempre fue la de barrer en la lista de tebeos más vendidos aunando a los seguidores más fanáticos de una y otra compañía, al mismo tiempo que satisfacer la curiosidad por satisfacer qué hipotético resultado daría un enfrentamiento entre, pongamos por caso, Superman y Spiderman o Batman y Hulk, por citar los primeros y más populares encuentros editoriales -entre DC y Marvel, claro- de la historia del cómic mainstream norteamericano. Pero, claro está, estos experimentos narrativos sufrían la cortapisa de estar obligados a pagar un impuesto: la de que ninguna de las dos editoriales tenía que resultar perjudicada en comparación con la otra, ninguna debía quedar por encima o por debajo de su rival, por lo que imagino que la realización del guión solo empezaba a hacerse después de firmar cientos de cláusulas y aquel solo se aprobaba cuando ambas editoriales daban el consiguiente visto bueno.



No es el caso de Dreamwar: legalmente, el Universo WildStorm pertenece a DC Comics (esto es, a la megatodopoderosa Warner), por lo que todo queda en casa; además, no es la primera vez que se encuentran ambas realidades, pues Planetary ya se las vio con Batman y la JLA, o el propio Batman con Deathblow. De eta forma, en Dreamwar, los autores han contado con más libertad y en ningún caso se han visto obligados a que el resultado final mantenga unos niveles equitativos. De ahí que la obra que nos ocupa se desarrolle en el Universo WildStorm más que en el de DC, y sin que su conclusión afecte realmente a este, como veremos.



El relato parte de la siguiente situación: un adolescente introvertido y con problemas de adaptación que responde al nombre en clave de Quimera es capaz de recrear y manejar a su antojo a los principales grupos del Universo DC (la JLA, la JSA, los Jóvenes Titanes y la Legión de Superhéroes del siglo XXI) ubicándolos en el Universo WildStorm para enfrentarlos a The Authority, Stormwatch, Gen 13 o los retirados habitantes de Tranquility. Este y no más es el sencillo punto de arranque de la obra, única excusa argumental que a más de un lector, lógicamente, podrá parecerle que peca un poco de gratuita y un mucho de ingenua.



No obstante, lo más interesante de Dreamwar es la reflexión metagenérica que ofrece, a la hora de oponer una concepción heroica que pervive desde hace décadas a través de iconos como Superman o Batman con la revisión descreída y cínica indiscutiblemente post Watchmen iniciada por Brandon Choi, Jim Lee o Marc Silvestri y desarrollada después por guionistas enfants terribles como Warren Ellis, Garth Ennis, Mark Millar o Ed Brubaker, a través de la mirada de un niño ávido lector de cómics que añora a los héroes de los tebeos de antaño. Quizá su condición de joven nostálgico ha sido precisamente la culpable de su alienación en el mundo mucho más oscuro y menos idílico de sus semejantes, que no es otro que el que muestran las páginas de este Dreamwar en el que el relato vuelve una y otra vez a dejar bien patentes las diferencias entre ambas concepciones antitéticas.



Por lo demás, Dreamwar ofrece también lo que el lector de este tipo de obras inevitablemente espera de ellas; por un lado, un guión que se subleva a las convenciones del subgénero: esto es, el enfrentamiento entre los personajes de uno y otro universo, dando predilección a que luchen entre sí los llamados "personajes espejo" (de los que, por lo general, el de creación posterior está ligera o muy marcadamente inspirado en el más antiguo), para al final salir de su error y luchar juntos contra una amenaza común. Por otro lado, un trabajo gráfico donde brillen con luz propia las escenas de acción por encima de los diálogos y las escenas más introspectivas.



No obstante, en este caso, el veterano Keith Giffen (Midnighter, Jeremiah Harm, The Authority: Lobo, Los Defensores) consigue urdir una trama que no es que sea el colmo de la originalidad -que como intuirán por lo dicho hasta ahora estaría fuera de las intenciones de una obra de estas características-, pero que sí cuenta con unos diálogos atractivos y chispeantes que sirven para que la trama se desarrolle y para que la psicología de los distintos personajes, así como sus rasgos más característicos -atención a cómo se expone el carisma de Superman o Wonder Woman, por ejemplo, en detrimento de un personaje más íntimo y menos espectacular como el Hombre Murciélago-, queden plasmados en apenas un par de viñetas. Por su parte, los dibujantes Lee Garbett (Midnighter, The Highwaymen) y Trevor Scott (Deathblow) cumplen con lo que se espera de ellos: un trabajo dinámico y atractivo, con ecos del George Perez más épico y del Jim Lee menos desatado, que brilla particularmente en las inevitables splash pages, y de las que la muerte del Cruzado de Gotham en manos de la letal Zealot me recordó -salvando las distancias y que las figuras no están colocadas de la misma manera- al asesinato de Elektra a manos de Bullseye en un histórico tebeo del Daredevil de Frank Miller.



Concluyamos, pues: Dreamwar es un (meta)crossover que satisfará sin duda a los amantes de estos encuentros superheroicos, pero que además sobresale -por encima o por debajo, según los gustos de cada cual- de la media, y que puede que guste incluso a algunos de los detractores de estas batallas superheroicas, siempre y cuando se acepten las bases del juego expuestas en estas líneas. Si no se consigue, mejor dedicar el tiempo a otra cosa.


Título: DC / WildStorm: Dreamwar
Autores: Keith Giffen (guión) / Lee Garbett & Trevor Scott (dibujo)
Editorial: Planeta de Agostini Comics
Fecha de edición: diciembre de 2009
144 páginas (color) - 11,95 €




(+) Previously on Abandonad toda esperanza, otros crossovers:
- Batman / Deathblow
- Batman / The Spirit
- JLA / Titanes
- Planetary / The Authority / Batman / JLA
- Promethea / Tom Strong

2 comentarios:

オテモヤン dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Manconudo dijo...

Pues mira, el universo Wildstorm nunca me ha atraído, salvo, tal vez Point Blank y Sleepers, que no eran ejemplos típicos de ese universo. Pero después de leer esto tal vez me anime.
En cuanto a la viñeta que comentas, es más propia de Ronin, ¿no?


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