Abandonad toda esperanza

miércoles, 20 de enero de 2010

Continuaciones



Toda continuación implica una serie de prejuicios a priori para todo aquel que haya leído la primera entrega. Por tanto, y como ya ha recogido el saber popular ("Nunca segundas partes fueron buenas") es fácil que aparezca la siempre temible sensación de decepción. En algunos casos la segunda parte se limita a prolongar los aciertos y defectos de la anterior. Lo que ya es más raro que ocurra, en los casos en los que la primera entrega satisfizo al consumidor, es que la continuación le sorprenda mejorando el material de partida.



Contra todo pronóstico, dada la indiscutible calidad de la anterior "Una sensación conocida", esto es lo que sucede con "¡Arriba las manos!", segunda parte de Rosalie Blum, la trilogía de Camille Jourdy que viene editando La Cúpula y que concluirá su edición española en breve. Ya destacamos en su día los muchos puntos de interés del primer tomo, pero con esta segunda parte la autora nos ha ganado de calle.



Recordemos que la acción de Rosalie Blum está ambientada en un pequeño pueblo de provincias francés, cuya vida cotidiana Jourdy refleja como de tan común y ordinaria que sería imposible no cayera en el tedio. Esto sigue bien presente en "¡Arriba las manos!", si bien la acción se centra ahora no ya en Vincent, el treintañero de profesión peluquero que vive con su madre y está obsesionado con la misteriosa Rosalie, sino en Aude, sobrina de la anterior, una joven que ha abandonado los estudios -cosa que su familia desconoce- y que no sabe muy bien qué rumbo tomar en su vida.



Como vemos, paradójicamente el personaje titular de la serie, Rosalie Blum, pese a su importantísima presencia en ambos álbumes, no es la protagonista auténtica del relato, pero sí el motor que desencadena la acción: en primer lugar, será Vincent quien le otorgue un aura de misterio y glamour que en realidad, muy posiblemente, no tenga, por pura necesidad de escaparse aunque sea por un momento de su aburrido devenir; después, será Aude quien le confiera el mismo misterio y por las mismas razones a Vincent, en compañía de sus amigas Cécile y Bernardette que no tardarán en sumarse a la aventura. Imaginamos, dada la portada de la edición original -atención al juego interactivo que nos ofrecen las tres cubiertas-, que la tercera entrega se centrará más en la figura de Rosalie, y que Jourdy aprovechará para atar todos los cabos.



Mientras tanto, en esta ocasión la autora nos remite con su relato a las historias detectivescas protagonizadas por adolescentes, al estilo de los famosos Los Cinco de Enid Blyton o los menos populares protagonistas de la serie Alfred Hitchcock y los Tres Investigadores. Así, Aude y sus amigas seguirán a Vincent -que a su vez sigue a Rosalie- con la sospecha de que se trate de un psicópata o un asesino en serie, e incluso protagonizarán un rocambolesco episodio junto con la madre de Vincent que homenajea a la genial Psicosis del citado director de cine inglés.



En definitiva: una obra magnífica, de la que esperamos con verdadera avidez la tercera y última entrega. La espera va a ser muy dura, y no se me ocurre mejor aliciente para recomendar su lectura.



Menos interesante me parece Nocturno. El espíritu del viento, también editado por La Cúpula, y a la postre continuación y al parecer conclusión de aquel primer Nocturno del que ya esperábamos más. Esto se debe a que de su autor, el mexicano (aunque afincado en Barcelona) Tony Sandoval, habíamos leído previamente El cadáver y el sofá, para el que esto escribe una de las más agradables sorpresas del tebeo independiente de los últimos tiempos, una magnífica reflexión acerca de los problemas y quebraderos de cabeza intrínsecos de la adolescencia.



En este El espíritu del viento, Sandoval retoma a los protagonistas de la previa El que camina con los muertos, Seck y Karen, y continuando el relato donde lo dejó la anterior entrega los introduce en una narración onírica por momentos algo confusa en la que el espíritu del joven Seck viaja por el limbo en busca de redención, mientras su enamorada anhela su regreso.



Psychokillers, leyendas de apariencia céltica y heavy metal se mezclan así en un cóctel para el que esto firma insatisfactorio, y cuyo principal -y por momentos único- punto de interés radica en el, eso sí, atractivo dibujo de Tony Sandoval, con un estilo personal ya reconocible para los que hemos leído parte de su obra.



Estamos pues ante una obra de juventud -recordemos que Nocturno fue el primer trabajo del autor cuando apenas contaba con veinticuatro años- que apenas deja entrever un talento que acabaría eclosionando en el citado El cadáver y el sofá. Desde aquí recomendamos la lectura de esta última, o para aquellos que quieran leer "todo Sandoval" que mejor los lean en orden de realización, empezando por Nocturno, porque si no, como es nuestro caso, la decepción puede ser muy grande.


Título: Rosalie Blum (Vol. II: "¡Arriba las manos!")
Autor: Camille Jourdy (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: diciembre de 2009
128 páginas (color) - 18 €


Título: Nocturno. El espíritu del viento
Autor: Tony Sandoval (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: diciembre de 2009
116 páginas (color) - 17,50 €

1 comentario:

Cinemagnificus dijo...

Efectivamente, Rosalie Blum me parece más interesante a mi también. Adoro el cómic costumbrista, ya sea el francés o gente como Taniguchi. Me lo quiero pillar, pero tengo demasiados comics ocupando mi cartera ahora. A ver si suelto algo de lastre.


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