Abandonad toda esperanza

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Bienvenidos a Tranquility: Los Vigilantes Geriátricos



La lectura de Bienvenidos a Tranquility vuelve a confirmar algo de lo que ya nos percatamos previamente y sobre lo que dimos un toque de atención cuando tocó el turno de reseñar la serie The American Way; algo que podríamos haber citado al respecto de Rising Stars o Supreme Power, ambas escritas por J. Michael Straczynski; algo que también destacó Álvaro Pons al comentar The Programme de Warren Ellis -todas ellas obras, por cierto y con la salvedad de Supreme Power, publicadas en España por Norma Editorial-: y esto no es otra cosa que la permanente influencia de Watchmen, pues con esta va la enésima relectura del clásico contemporáneo de Alan Moore y Dave Gibbons, cuya sombra es inequívocamente alargada.



Pero despachar esta creación de la guionista Gail Simone aplicándole esta (merecida) etiqueta sería hacerle flaco favor al lector, pues podría llevarle a ignorar injustamente una espléndida colección que, sin aportar nada nuevo al género (superheroico, aclaramos), sí supera con creces la media del mismo y ofrece un divertimento con ideas si no propias sí que al menos lo parecen al estar planteadas con brillantez y brío.



Con Bienvenidos a Tranquility, una colección de doce entregas recopiladas en España en tres volúmenes, la guionista y el dibujante de Gen 13 y Mr. Majestic pretenden, como hicieran Moore y Gibbons con su creación más célebre (de ambos, juntos y por separado) y con la fórmula "¿Quién vigila a los vigilantes?", responder a una pregunta, esta vez una cuestión muy sencilla: "¿A dónde van los vigilantes cuando se retiran?". Y como si se tratara de una revisitación de series televisivas localizadas en lugares específicos, caso de la mítica El prisionero, la fascinante Twin Peaks o -sobre todo- la más reciente Eureka, sitúan la acción en un marco ficticio concreto, la localidad de Tranquility, una villa idílica que parece extraída de las ilustraciones de Norman Rockwell o algunas películas de Frank Capra, Preston Sturges o Gregory LaCava, y que se verá azotada por un desagradable suceso.



Este no es otro que el asesinato de una de las viejas glorias superheroicas que viven en Tranquility, el donjuanesco Mr. Articulate, un ya retirado ex detective glamouroso que como muestra una historieta "de la época" aunaba lo mejor de Sherlock Holmes, Rip Kirby y Bruce Wayne. Las referencias no son gratuitas: la trama urdida por Simone, y ejecutada con maestría por Neil Googe y por algunos dibujantes invitados -de los que citaremos algunos más tarde-, bebe de multitud de tebeos y de géneros, de personajes y de autores, para efectuar una metalectura del cómic popular que no obvia los homenajes visuales a estilos, técnicas de impresión y demás grafías.



La investigación en torno al asesinato de Mr. Articulate es el eje central alrededor del que se construye el primer y más largo (y mejor urdido, en cuanto a construcción clásica del relato) arco argumental de la serie, que en España puede leerse en el primer volumen y gran parte del segundo. Será en estas páginas donde conoceremos a personajes como el Juez Fury, el Coronel Cragg, Pink Bunny, Bag Dog, el antiguo villano Henry Hate o Maximum Man... este último convertido hoy en un anciano que ha olvidado la palabra mágica que, cual ¡Shazam!, lo convertía en un ser todopoderoso, y que pretende recuperarla leyendo cualquier diccionario de cualquier lengua que caiga en sus manos.



Todos ellos son personajes que, aunque pueden recordar a otros superhéroes de otras compañías -Maximum Man es un claro sosias de Superman, y Cragg podría ser un remedo de Doc Savage, el Flagg del Escuadrón Suicida y el Nick Furia de la Marvel-, son creaciones propias de Gail Simone, y están integrados en la continuidad del universo WildStorm aunque sea de modo tangencial (pese a ello, el universo de Tranquility reaparecerá en la macrosaga WildStorm Armaggedon y sus continuaciones, que ya han empezado a publicarse en nuestro país. Al respecto, téngase en cuenta que en una entrevista recogida en la edición española la escritora muestra su cansancio ante el enésimo homenaje a figuras míticas del tebeo de superhéroes norteamericano... Aunque nosotros, si está tan bien hecho como Supreme Power, que homenajea a la Liga de la Justicia de DC, por no hablar del propio Watchmen, tampoco es que nos quejemos.



Una vez resuelto el misterio, cuyo desarrollo aparece salpicado de diversos homenajes a los tebeos de la Edad de Oro, la época de la fantasía sin límites, la amenaza comunista y los bonos de guerra, diversos dibujantes invitados toman el relevo de Googe y ceden el protagonismo a algunos personajes en particular: así, Stephen Molnar se ocupa de una historia de Pink Bunny, Jason Pearson ilustra un relato protagonizado por las hermanas Lindo -una de ellas, la sheriff de Tranquility, y a la sazón el alter ego narrativo del lector-, Chriscross hace lo mismo con Zombie Zeke... y un inspirado Leandro Fernández (Queen & Country) homenajea al Clint Eastwood de las películas del Oeste de Sergio Leone en su historia de Coyote Kid.



Sí, en Bienvenidos a Tranquility también hay western, como si de Blueberry o Comanche se tratara, y Simone no se detiene ahí: por sus páginas desfilan homenajes nada velados a Scooby-Doo y al cine blaxploitation, así como un arco argumental propio del subgénero del terror protagonizado por zombis, y que en el ámbito del cómic ha dado joyas recientes como Los muertos vivientes de Robert Kirkman -citado explícitamente en la obra que nos ocupa- y otros tebeos dignos de atención como Los zombis que se comieron el mundo o Black Gas (de los que hablaremos en breve).



Pero no sospeche el lector que Bienvenidos a Tranquility es un batiburrillo de referencias sin sentido: a partir de la idea inicial, que satisfizo -y no nos extraña- a uno de los maestros de Simone, el estupendo Mark Waid, la guionista de Wonder Woman construye un universo coherente y emocionante, al que da vida una serie de ilustradores, con Googe a la cabeza, que se mueven entre los dibujos más naif y el manga, y cuyo resultado final, con sus lógicos altibajos, ofrece un balance más que satisfactorio. Así pues, estamos ante una lectura muy recomendable, siempre que no esperemos nada original, ya que Bienvenidos a Tranquility solo habría podido suponer una importante revolución de publicarse por vez primera antes de 1986, año en el que... bueno, ya saben.


Título: Bienvenidos a Tranquility (3 vols.)
Autores: Gail Simone (guión) / Neil Googe et alii (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: diciembre de 2007 - junio de 2008
88 + 104 + 120 páginas (color) - 10 + 11 + 12 €

(+) Bloodstains on the Looking Glass (El blog de Gail Simone)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estye es un cómic muy entretenido, y tienes razón en que su calidad supera la media. Me da la sensación de que desgraciadamente va a pasar muy desapercibido para el aficionado al género.

Lástima, ellos se lo pierden.

viagra price dijo...
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