Abandonad toda esperanza

jueves, 7 de agosto de 2008

La leyenda de madre Sarah: Guerra y paz



A nadie se le escapa que hoy en día los best sellers en esto del mercado del cómic en España, al igual que en otros muchos países y dejando de lado personajes, series y eventos muy puntuales del género superheroico, son inequívocamente mangas; esto es, cómics producidos en Japón. En la actualidad, series como Bleach, Death Note o el megaexitoso Naruto quintuplican sin esfuerzo el número de ejemplares editados y/o vendidos de cualquier otro lanzamiento. Pero no siempre fue así, y a comienzos de la década de los 90 fueron dos series las encargadas de tomar el testigo que había dejado atrás Mazinguer Z y abrir paso a la futura invasión del tebeo nipón: una fue Dragon Ball, de Akira Toriyama, que se benefició del gran triunfo de la serie televisiva en las cadenas autonómicas; la otra, de menor pero continua repercusión, ventas aceptables y elogios generalizados por parte de la crítica fue, claro está, Akira de Katsuhiro Otomo.



Hoy en día Akira es todo un clásico contemporáneo, que cuenta con diversas ediciones y formatos por parte de Norma y Ediciones B, incluso con la dualidad blanco y negro y color, y que ha generado un variado merchandising que va del libro Akira Club a figuras de sus protagonistas. Pero Otomo es mucho más que este relato futurista y steampunk: autor de obras como Pesadillas y director de animes como Memories o Steamboy (además de la propia adaptación de su obra más célebre), de entre su producción cabe destacar también una obra como la que ahora nos ocupa: La leyenda de madre Sarah.

El cómic en cuestión, que ahora reedita Norma Editorial en una nueva edición mejorada de siete entregas bimestrales -mayor formato (17 x 26 cm.), remasterizada digitalmente y con algunas páginas a color-, ambienta su relato en un futuro postapocalíptico parecido al que hemos visto en filmes como Mad Max, la reciente Doomsday... o la propia Akira. En este contexto nos encontramos con que la última oportunidad de supervivencia de la civilización humana se encuentra en el éxodo desde las colonias espaciales cuyos integrantes abandonaron la Tierra al convertirse esta en un lugar próximo a ser inhabitable.



La posibilidad de volver a nuestro planeta ha dividido a los colonos en dos grupos: los Epoque, que abogan por lanzar una bomba que alteraría el clima en la Tierra y posibilitaría el retorno, y los Mother Earth, más preocupados por los efectos que la explosión podría ocasionar en un planeta ya bastante maltratado.

Al arrancar la historia de este primer volumen, titulado "La ciudad de los saqueadores", nos encontramos con que la bomba ha sido lanzada y los Epoque son el poder hegemónico. Así pues, soldados del ejército vigilan una estación en busca de enemigos del Estado... y acaban por descubrir a una familia que pensaba abandonar el lugar. La persecución es inevitable, pero aprovechando un atentado terrorista el grupo se dispersa y Sarah, la madre, acaba por perder el contacto con su esposo y sus tres hijos, el pequeño apenas un bebé.



Años después, las tornas han cambiado y ahora son los Mother Earth quienes dirigen el camino de lo que podría ser el futuro de la raza humana. Y Sarah se ha convertido en una mujer errante, en permanente búsqueda de sus hijos, y con un pasado del que poco a poco el lector irá conociendo más datos.

A lo largo de las más de doscientas páginas de esta entrega inaugural, Otomo presenta el marco espacial y temporal donde va a desarrollarse la obra, así como algunos rasgos de la protagonista, alrededor de la que giran personajes secundarios de relevancia: la joven Lucía y su abuelo, que abogan por una postura antibelicista; el joven soldado Toki, cuyos sentimientos se debaten entre la propia Lucía, de la que está enamorado, y su lealtad al ejército; o el comerciante Tse-Tse, un pillastre que acompaña a Sarah siempre que esta no se involucre en sus negocios, muchas veces fraudulentos.



Es en este contexto donde el creador de Kaneda, Tetsuo y compañía desarrolla un relato de corte antibelicista, sin olvidar ciertos apuntes ecológicos, y con algunas influencias palpables del spaghetti western (atención a las escenas de acción, algunos duelos, o al personaje del codicioso general ávido de oro, tan propio de la tradición del western mediterráneo). Nada de extrañar viniendo de un autor tan influenciado por el séptimo arte -el diseño de un gran número de páginas está claramente influido por el montaje cinematográfico-, que ha dirigido él mismo varios largometrajes -y no solo de animación; véase su adaptación del cómic ajeno Mushishi-, y que aquí dota a la narración de un ritmo imparable, marcado más por la fisicidad de los personajes que por los diálogos.

Hay que destacar, finalmente, que en La leyenda de madre Sarah Otomo se limita a escribir el guión, dejando el apartado gráfico en manos de Takumi Nagayasu; pero al respecto cabe señalar que no hay duda de que la planificación viene marcada por el propio guionista, a la vez que del trabajo de Nagayasu se puede apuntar que, sobre todo gracias a la labor del entintado, recuerda y no por casualidad al estilo gráfico del propio Otomo: atención a los escenarios derruidos y al uso de la profundidad de campo -otro término más propio del cine-, tan similares ambos a lo visto en Akira.



En definitiva: La leyenda de madre Sarah es un espléndido cómic de acción, a la vez que y sobre todo un magnífico ejemplo de ciencia ficción de ideas, un relato humanista y de superación, y del que muy pronto tendremos en el mercado la segunda entrega de esta nueva edición mejorada. De momento, esta primera entrega puede leerse de forma aislada y disfrutarse con creces.


Título: La leyenda de madre Sarah (vol. 1)
Autores: Katsuhiro Otomo (guión) / Takumi Nagayasu (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: julio de 2008 [reedición]
224 páginas (216 b/n + 8 color) - 12 €


(+) Previously on Abandonad toda esperanza:
- Akira Club (K. Otomo)
- Katsuhiro Otomo, director del film Mushishi

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