La Semana del Hombre Murciélago: Comic Top 10

Como colofón a esta especial Semana del Hombre Murciélago, aquí va nuestro particular Top 10 de los diez mejores cómics protagonizados por Batman. Como solemos hacer, se ha optado por recomendar obras completas, concebidas tal cual o al menos recopiladas así con posterioridad, y nunca por entregas sueltas de cualquiera de las colecciones regulares del Señor de la Noche. De la misma forma, y siempre que sea posible, hemos destacado la edición de Planeta de Agostini, por ser la más reciente y más fácilmente encontrable:



10.- Batman & Drácula
(Doug Moench & Kelley Jones)



9.- Victoria oscura (aka Dark Victory)
(Jeph Loeb & Tim Sale)



8.- El largo Halloween
(Jeph Loeb & Tim Sale)



7.- El contraataque del Caballero Oscuro (aka El Señor de la Noche contraataca)
(Frank Miller)



6.- The Cult
(Jim Starlin & Bernie Wrightson)



5.- Batman ilustrado por Neal Adams (3 vols.)
(Neal Adams et alii)



4.- La broma asesina
(Alan Moore & Brian Bolland)



3.- Año Uno
(Frank Miller & David Mazzuchelli)



2.- Arkham Asylum
(Grant Morrison & Dave McKean)



1.- El regreso del Caballero Oscuro (aka El regreso del Señor de la Noche)
Frank Miller



Así pues, queda el mítico Batman: The Dark Knight Returns de 1986, escrito y dibujado por Frank Miller (con tintas de Klaus Janson y color de Lynn Varley), como nuestro cómic de Batman favorito.

Nos gustaría destacar la revalorización de obras en su día algo maltratadas como Arkham Asylum, la secuela de The Dark Knight Returns (inferior a su ilustre precedente, pero para nada desdeñable) y muy especialmente el Batman: The Cult de Starlin y un soberbio Wrightson a las ilustraciones.



Igualmente, destacar que la presencia en el Top 10 de obras como Batman & Drácula -que incluye Lluvia roja y su secuela, la inferior Tormenta de sangre- y muy especialmente el Batman ilustrado por Neal Adams se debe especialmente al trabajo de sus ilustradores: un memorable e inquietante Kelley Jones, y un Adams en estado de gracia que redefinió la estética del Hombre Murciélago creado por Bob Kane, y de cuyo trabajo su interés está muy por encima de los guiones, tan ingenuos y sencillos como su época demandaba.