Abandonad toda esperanza

sábado, 26 de mayo de 2007

Lunas de papel: El ojo privado

Con este volumen, publicado por Dibbuks, Fermín Solís debuta en el ámbito de la historia larga, en color y en formato europeo; y presenta a un personaje, Cornelius Moon, que muy bien podría ser el protagonista de una serie de entregas.



Al empezar Lunas de papel, Moon se presenta como un ex prestigioso fotógrafo caído en desgracia: el dinero que consiguió con sus libros, especialmente con uno de desnudos que generó gran polémica, fue dilapidado con rapidez, y ahora sobrevive como puede regentando un videoclub de escaso éxito cuya parte alta le sirve de vivienda. Allí pasa sus días ocasionalmente acompañado por Ernie, un anciano casi senil que afirma haber conocido a John Wayne, y que opina que todo el cine posterior a 1970 carece de todo interés.

Como ocurre en muchas historias de cine negro, todo comienza con una llamada... Cornelius Moon es contratado por una mujer que quiere encontrar a una de las chicas que el propio Moon fotografió para su libro de retratos desnudos. Moon acepta el trabajo, sin saber que se meterá en más de un problema por su nuevo empleo de detective privado amateur...



Una vez concluida la lectura de Lunas de papel, hay que señalar que se trata de un cómic negro de lo más ortodoxo, aunque no se haya vendido como tal ni forme parte de una editorial o colección especializadas en el género. En su ortodoxia radica buena parte de sus virtudes y sus carencias: su lectura es entretenida, y Solís consigue atrapar la atención del lector de principio a fin, pero no logra superar las limitaciones genéricas ni sorprender a este en ningún momento.

Más interesante nos parece aquello que apenas se cuenta: el pasado del personaje protagonista. Su faceta de fotógrafo vividor, sus experiencias con el alcohol y la cárcel, que lo llevaron a caer en desgracia, se nos antojan de más relevancia que su ejercicio de investigador freelance, de private eye (nunca mejor dicho, al tratarse de un fotógrafo...).



En cuanto al apartado gráfico, Solís saca provecho de las dimensiones del álbum, y su reconocible estilo configura una narración en viñetas que se pone en todo momento al servicio de la historia que se cuenta.

Así pues, Lunas de papel es un tebeo noir con todas las de la ley. Y no cambiará el género, pero tampoco lo pretende. Solo se trata de entretener al lector y embarcarlo en una aventura, o más bien una desventura, de su personaje principal. Y funciona.


Título: Lunas de papel
Autor: Fermín Solís (guión y dibujo)
Editorial: Dibbuks
Fecha de edición: abril de 2007
48 páginas (color) - 10 €

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