En los últimos meses se armó cierto (positivo) revuelo en la blogosfera al anunciarse que Mondadori empezaba a editar cómics de manera más o menos regular, a partir de la publicación del aplaudido Ice Haven de Daniel Clowes y la edición íntegra de las Mujeres alteradas de Maitena (ambas obras de las que hablaremos en este vuestro blog en breve). Pero se olvidaba con cierta facilidad la publicación previa por parte del grupo editorial de El arte de Juanjo Sáez y de esta maravilla, Macanudo de Liniers, que no puedo menos que recomendarles encarecidamente.
Así se titula el bestseller científico de Bill Bryson: Una breve historia de casi todo. Y es un título que le viene como anillo al dedo a este Macanudo, antología de tiras cómicas publicadas por Ricardo Liniers en el diario argentino La Nación entre junio de 2002 y noviembre de 2003.
El reconfortante placer como lector, fruto de un marcado sentimiento de autorreconocimiento, que he sentido como lector disfrutando (y padeciendo) con los personajes de Liniers, lo he experimentado muy pocas veces antes: quizá sólo con el Peanuts de Charles Schultz y los momentos más afortunados de Calvin & Hobbes de Bill Waterson (del cual Liniers recupera una cita acerca del humor para abrir su obra).
Y es que en Macanudo está resumida toda la condición humana en menos de cien páginas, conformando un cómic que se abre con una inauguración oficial que se queda en poco menos que nada por falta de plata y se cierra con una frase de Luis Buñuel acerca de la importancia del misterio en toda obra artística.
¿Qué encontrará el lector entre una cosa y otra? Pues historias que en apenas una o dos acciones (o incluso ninguna) y alguna reflexión, sin olvidar afortunados hallazgos metalingüísticos, encierran más ternura, diversión y amargura que la mayoría de las obras de ficción publicadas en este o cualquier otro medio. Cuando se concluye la lectura del volumen, el lector es consciente de que nunca podrá olvidar a Enriqueta, la niña de siete años y un cuarto que sueña con ser escritora y que es fanática del cine de terror de serie B; su osito Madariaga, al que Liniers niega la visualización dinámica que Watterson nos regaló de su Hobbes; o el gato Fellini, que como su nombre indica disfruta de la dolce vita como a todos nos gustaría hacer.
Quizás estos sean los personajes más recurrentes de este primer Macanudo, pero es imposible olvidarse de hallazgos como Z-25, el robot sensible; o Figueroa, el mimo que no es muy bueno y al final tiene que explicar con palabras su actuación; por no hablar de los duendes y su peculiar existencia cotidiana, o los pingüinos que homenajean tanto a los Beatles como a Edward Hopper.
Pero no queremos caer en el error del mimo Figueroa, por lo que no trataremos de hacer más hincapié en qué encontrarán en las páginas de Macanudo. Nos limitaremos a decirles que estamos ansiosos de disfrutar del segundo volumen (que se publica este mismo mes), y que ya están tardando en ir a hacerse con el primero si no lo tienen todavía. Para hacer más llevadera la espera, no dejen de visitar AutoLiniers. Y comprenderán que estamos hablando, simple y llanamente, de una obra maestra del noveno arte. Ahí es nada.
Título: Macanudo nº 1
Autor: Liniers (guión y dibujo)
Editorial: Mondadori
Fecha de edición: abril de 2006
96 páginas (color) – 11,90 €
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
POST SCRIPTUM: Al parecer, MACANUDO Nº 2, en su edición de Mondadori, no aparecerá hasta el mes de febrero de 2007.
Por lo tanto, habrá que esperar un poquito más para seguir disfrutando del arte de Liniers...
Publicar un comentario