Todos ellos se juntan en el escenario para interpretar algunos standards del género, pero cuando bajan al mundo real cada uno sufre su propia pesadilla: Chester vive amargado por los clientes que tiene que soportar en su labor como taxista; Cecil está agobiado por la falta de dinero y de talento; y los hermanos Gayle, que siempre han estado muy unidos, ven como su atracción por una misma mujer comienza a separarlos...
Todas estas vidas aparecen ubicadas en el marco de una ciudad, Nueva York, que pronto será víctima del Horror en mayúsculas, en la fatídica jornada del 11 de septiembre de 2001, un Horror que sepulta bajo los restos del World Trade Center las pequeñas historias de horror cotidiano vividas por sus protagonistas: Chester intenta llevar su música al trabajo como taxista, primero escuchándola en el coche, luego interpretándola en privado para unos clientes, con fatídicas consecuencias; Cecil, que solventa su total ausencia de talento plagiando a McCoy Tyner o a Hank Jones, se valdrá también de un tercero, el yonki Clarence, para conseguir dinero que no le pertenece; y los Gayle se darán cuenta de que estaban todavía más unidos de lo que pensaban en un principio...
Finalmente, las tragedias de sus protagonistas llegan a su punto culminante, y el primer avión secuestrado choca contra una de las Torres Gemelas. La ciudad arrogante y altiva del principio del álbum, apenas cincuenta y seis páginas después, se muestra asustada y recogida. Y la dirección del Dolphins coge otro rumbo: los ciudadanos tienen que distraerse, porque, como afirma su responsable, "los tiempos cambian, es hora de lo light, ¿verdad?"
No han sido precisamente light los más satisfactorios acercamientos al jazz que se han efectuado desde otros medios artísticos, puesto que intentaban captar la libertad estructural del género y la particular poesía que consiguen los mejores intérpretes del mismo. Curiosamente, dos de los mejores logros han girado en torno a una misma figura, el saxofonista Charlie 'Bird' Parker: el relato de Julio Cortázar El perseguidor (incluido en el volumen Las armas secretas) y la película de Clint Eastwood Bird, ambas dos obras maestras en sus respectivos medios.
Este Hate Jazz escrito minuciosamente por Altuna e ilustrado primorosamente por González, y que acaba de editar Sins Entido, no llega a tan altas cotas, pero no defrauda en su mezcla de un género musical tan heterodoxo como el jazz con un género narrativo tan (demasiado, en ocasiones) ortodoxo como el negro. Lo cual es ya un mérito considerable.
Título: Hate Jazz
Autores: Horacio Altuna (guión) / Jorge González (dibujo)
Editorial: Sins Entido
Fecha de edición: diciembre de 2006
56 páginas (color) - 13 €
[Imagen: Charlie Parker.]
3 comentarios:
Pues a mi me gusto mucho, pero claro yo soy un fanatico del Jazz de Altuna y de Gonzalez, asi que de objetivo nada...
¿Y quién dijo que a mí no? :-)
Pues tambien es verdad mi malvado siames...
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