Abandonad toda esperanza

viernes, 22 de diciembre de 2006

Celuloide infecto

Doctor: tengo un problema. Cada vez que tengo oportunidad de ver una película que promete ser una de las peores de todos los tiempos, y sobre todo si pertenece al género fantástico o de terror, no puedo evitar el verla. Y no sólo eso: conforme avanza el metraje, y conforme más seguro estoy de que sería mucho mejor apagar el reproductor y dedicar mi tiempo a otra cosa, más atrapado estoy por la fascinación que ese celuloide infecto me provoca.



Me ha vuelto a pasar con Breeders, oscura producción de 1986 dirigida por Tim Kinkaid y que, créanme, podría ser una de las peores películas de la Historia. Sí, ya sé que siempre digo lo mismo. Pero esta vez es cierto. A su lado, el Plan 9 from outer space de Ed Wood parece estar a la altura de lo mejor de Orson Welles o John Ford.



Breeders se limita a contar cómo un alienígena agrede y viola a jóvenes vírgenes en las calles de Nueva York, y de cómo un policía y una doctora se enfrentan al monstruoso ser; un ente que para conseguir su propósito, unas veces posee a personas inocentes que luego acaban deshaciéndose cual fosfatina, y otras veces se muestra tal cual es (la razón por las que unas veces actúa de una manera y otras de otra, es algo que se me escapa por muchas vueltas que le dé).



Pero decir que la cinta cuenta algo es exagerar: Kinkaid (director que al parecer rodó ese mismo año otras dos películas más, y viendo el resultado de esta lo que me resulta extraño es que no rodase doce o trece) se limita a construir una historia (él es también el guionista de tamaño engendro, y no me refiero al monstruo del film) para reunir mucha sangre falsa, mucho látex de rebajas y muchos desnudos gratuitos: las chicas de la película, hagan lo que hagan (bailar, preparar la comida, hablar por teléfono con su madre), siempre se están desnudando.



Y podríamos seguir destacando los logros de Breeders durante días: actores penosos, diálogos ridículos que no van a ninguna parte... A este respecto me quedo con la respuesta de la doctora ante la insinuación ("Cuando esto termine, quizá podríamos quedar y tomar algo") del detective de policía: "Vale. Pero de momento no. Mi experiencia con los hombres no ha sido buena hasta ahora" (sic). No olvidemos además el presunto final sorpresa, que no queda claro si es un sueño de la protagonista o no (así de torpe es Kinkaid, por lo visto). Y es que lo único realmente positivo de Breeders es que apenas dura una hora y cuarto. Algo bastante significativo, porque donde no hay...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, vale, es que usted lo entendio mal, en realidad es una peli porno, y, claro, desde esa perspectiva es la polla la peliculita.

P.D: Me la deja?

Francisco J. Ortiz dijo...

Sorry, la borré. Corría peligro de sentir la tentación de volverla a ver, y no era plan...


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