Richard Corben fue uno de los primeros autores norteamericanos adultos que descubrí durante mi primera adolescencia como lector de cómics. Su estilo, tan reconocible como los del francés Moebius o el italiano Milo Manara, y más propio del cómic europeo que del yanqui, me impresionó sobremanera, aunque nunca me convertí en fan irredento de su producción.
Ahora, y tras algunos encuentros esporádicos, vuelvo a Corben gracias al segundo monográfico de Solo editado aquí por Planeta de Agostini. Tras el dedicado a Tim Sale, este Solo nº 2 ofrece cinco historias del creador de Den, una de ellas con guión de John Arcudi (y protagonizada por El Espectro, personaje del Universo DC); y las otras cuatro, obras completas de Corben y ajenas a toda continuidad.
En ellas nos encontramos con algunas constantes de las historias cortas del mundo del cómic, como el choque de perspectivas a partir de un juego con la voz narradora de "¡El cíclope!", ya presente en las historias de terror y ciencia ficción de EC Comics y del que ni siquiera Alan Moore se ha mostrado ajeno, o las historias marcadas por una moraleja final, también presentes en los tebeos clásicos de William Gaines.
Así pues, el segundo Solo es una lectura interesante para adentrarse en el mundo de Corben, aunque características típicas de su obra, como la violencia extremadamente gráfica o el sexo más o menos explícito se vean suavizadas al ser un trabajo para una gran compañía y destinado a un público más o menos amplio.
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