Abandonad toda esperanza

sábado, 3 de noviembre de 2007

Diario de un fantasma: Los fantasmas de la creación



Descubrir a Nicolas de Crécy fue uno de los grandes placeres que trajo consigo el pasado curso editorial. Gracias a la soberbia y muy sugerente Período glaciar, editada por Ponent Mon, descubríamos a un autor con un indudable mundo propio, que reflexionaba sobre la condición artística a partir de una historia fascinante y cargada de fuerza metafórica.



Hace unas semanas, la misma editorial nos daba una gran alegría al publicar Diario de un fantasma, otra obra del mismo autor, menos redonda que la anterior pero igualmente interesante. Ahora bien, se hace necesario avisar al lector imprudente de que esta se encuentra todavía más lejos que aquella del gusto predominante.

Y es que este Diario de un fantasma es una obra tan fascinante como hermética, en la que no resulta nada fácil entrar, y que produce en el lector una sensación de extrañamiento que, al contrario de lo habitual, se va incrementando conforme avanza la lectura.



La obra se presenta dividida en tres partes, de las cuales las dos primeras narran el viaje de su autor -y su obra, que siempre viaja con él- a Japón y Brasil (la tercera fracción, más breve, relata su regreso a París). En la primera parte, somos testigos de la búsqueda de su identidad definitiva por parte de un dibujo informe, que en compañía de su representante viaja al País del Sol Naciente en búsqueda de inspiración publicitaria.

En la segunda parte, que acontece a bordo de un avión, la historia toma la forma de flashback narrado por un individuo que no es otro que el propio Nicolas de Crécy, que se encuentra a bordo con su propia creación, atormentada por un conflicto de identidad que tiene su raíz en la desaparición de su vitalidad una vez se fija sobre la página de la obra.



Como imaginarán, resulta complicado plasmar en palabras los sentimientos que despierta Diario de un fantasma: estamos ante una obra metarreferencial, cuyo estilo gráfico apuesta por el boceto (aparentemente) descuidado, y que consigue para el noveno arte esa multiplicidad de lecturas, tan enervante como fascinadora, de la narrativa de Haruki Murakami o la filmografía francesa de Luis Buñuel.

De esta forma, no siempre resulta diáfano captar el mensaje que su autor pretende transmitir, si bien la obra consigue dejar poso en un lector que a partir de ahora se preguntará más a menudo sobre la naturaleza de la creación artística en general y de las artes gráficas en particular.



Por ello, la única manera de descubrir si uno comulga con la propuesta de De Crécy es acercarse a una narración tan particular como esta con los menos prejuicios posibles, y hacer un esfuerzo por dejarse llevar por su ritmo interno y, a la postre, lo osado de su propuesta. Un servidor cree que merece la pena el viaje (nunca mejor dicho).


Título: Diario de un fantasma
Autor: Nicolas de Crécy (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: septiembre de 2007
228 páginas (b/n y bitono) - 18 €

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