miércoles, 23 de febrero de 2011
Los sinsabores del verdadero superhéroe
... parafraseando el título de la última novela (póstuma) de Roberto Bolaño. Se ha dicho y repetido hasta la saciedad, incluso en este vuestro blog, pero no por agotador resulta menos cierto que a mediados de los 80, Frank Miller y su Dark Knight Returns y sobre todo Alan Moore y Watchmen dieron el carpetazo a lo que había sido el cómic de superhéroes tal y como se venía entendiendo hasta entonces, en un largo período inaugurado a finales de la década de los 30 por las primeras aventuras de Superman y Batman en las cabeceras de DC Action Comics y Detective Comics respectivamente. A partir de entonces todo estaba ya dicho y hecho: o se era mimético respecto de la visión clásica del superhombre, o se seguía el camino abierto por los autores de Sin City y de V de Vendetta para acabar cayendo también en una cierta actitud repetitiva, en cuanto al descreimiento respecto de todo adalid de la justicia enfundado en un mallas de colores.
Garth Ennis, como no podía ser menos, optó por el segundo camino, y en su serie The Boys ha pretendido responder en cierta manera a la cuestión "¿Quién vigila a los vigilantes?" a partir de la que nacía la citada y laureada Watchmen. La respuesta, según el guionista y su compañero, el dibujante Darick Robertson, es el grupo The Boys, liderado por el Carnicero y donde también militan el Francés, la Hembra, Leche Materna... y Hughie, el último fichaje del equipo y álter ego recurrente del lector, pues empieza observando desde fuera las peculiares actitudes, acciones y maneras de ver el mundo del mencionado equipo.
Norma Editorial viene publicando regularmente esta serie que arrancó dentro de la línea WildStorm de DC pero que acabó viéndose cancelada por los motivos lógicos tratándose de una obra de Ennis -violencia y sexo explícitos marca de la casa-... para resugir como el ave féxix de sus cenizas de la mano de Dynamite Entertainment. La novedad principal que supone el volumen 5 de la edición española es que incluye, integrada en la continuidad de la cabecera principal, la miniserie de 6 números The Boys: Herogasm, en donde Ennis se deja acompañar de un viejo conocido suyo de los años en Belfast: el dibujante John McCrea, con el que ya había colaborado en dos títulos como Dicks y Hitman.
Herogasm es la respuesta de Ennis y McCrea al interrogante que rodea a la existencia de los crossovers que surgen de vez en cuando -últimamente quizá más a menudo de lo necesario- en los distintos universos superheroicos de la historieta norteamericana... y por supuesto no es la esperada: lejos de deberse a un motivo puramente comercial -el consabido anzuelo que intenta captar más lectores adeptos para la causa-, no es sino la tapadera ficcional del "Herogasm", una semana de orgías de sexo y drogas para los superhéroes con todos los gastos pagados mientras sus seguidores les creen en una galaxia lejana unidos contra un enemigo común.
Con esta miniserie, en la que McCrea parece a veces un Howard Chaykin en horas bajas pero funcional al fin y al cabo, los autores consiguen insuflar un soplo de aire fresco a una serie que, aunque se cuenta entre lo mejor de la última producción de Ennis, adolece de un cierto descenso en el interés que despierta durante sus últimas entregas. Buena prueba de ello es el volumen 6, que retoma la serie principal reuniendo los números 31 a 38 de la misma, y que Norma ha publicado recientemente, siendo el último tomo en español disponible hasta la fecha.
En dicho volumen, además del titular Darick Robertson, concurren también como ilustradores los otros cómplices habituales de Ennis: el ya citado John McCrea y Carlos Ezquerra. Solo falta Steve Dillon, de Predicador, para completar el equipo. Pero el interés del apartado gráfico no puede disimular que la saga "La Sociedad de Auto-preservación", formada por cuatro entregas y con la que se abre la presente entrega, es uno de los puntos más bajos de la serie hasta el momento, pues se limita a repetir fórmulas ya empleadas que están a un paso del agotamiento.
Algo más de interés tiene el resto del volumen, una suerte de Secret Origins de los personajes secundarios (por así decirlo, dado el interés del Carnicero y de Hughie) del equipo: "Nada mejor en el mundo" relata, en dos partes, el origen de Leche Materna, mientras que "La plume de ma tante est sur la table" y "El salvaje instante al rojo blanco" hacen lo propio, respectivamente, con el Francés y la Hembra, siendo esta última la historia más conseguida... y que cuenta además con la mejor cubierta de las recogidas aquí, en un claro homenaje al cartel original del Alien de Ridley Scott.
Pese a las críticas aquí vertidas, hay que reconocer que The Boys es una serie de extensión considerable y de interés medio más que notable, por lo que no es peregrino el considerar que Garth Ennis todavía se merece una oportunidad de cara a volver a conquistar al lector con nuevas sorpresas, nuevos personajes, nuevos hallazgos... que se verían acompañados, tampoco esperamos otra cosa, de las provocaciones de siempre. Que, por otro lado y en un mundo tan adocenado como este, tampoco están de más.
Mucho más interés nos parece que tiene Irredeemable, por lo menos a tenor de lo leído en el primer volumen español, que Norma Editorial publicó también el pasado mes de diciembre y que recoge los cuatro primeros comic books de la colección norteamericana.
Como en el caso de Ennis y The Boys, Irredeemable viene avalada por la firma de su guionista, un hot writer en esto de la autoría de cómic mainstream: Mark Waid. Como destaca en su epílogo al volumen otro hot writer, Grant Morrison, Waid ha sido saludado repetidamente como el mesías que habría de recuperar el esplendor perdido de la Edad de Plata del género... una mención que, para hacer honor a la verdad, se ha visto obligado a compartir en más de una ocasión con Geoff Johns (JSA) o con J. Michael Straczynski (Rising Stars)... frente a los aires renovadores de guionistas que apuestan por la mezcla de géneros (Bendis, Brubaker, Rucka), por poner en tela de juicio la realidad (Warren Ellis y Grant Morrison, principalmente) o bien por experimentos formales (de nuevo citado Morrison, mal que le pese).
No entraremos en disquisiciones acerca de si tal etiqueta es merecida o no, y mucho menos en reflexionar como hace Morrison acerca de la maldición de ser etiquetado -de la que, por supuesto, él ha de saber bastante-; nos limitaremos a señalar que el arranque de Irredeemable nos parece por el momento inmejorable, y que no necesita de la intención de revolucionar nada para despertar el interés de su público.
El protagonista principal de la serie es el Plutoniano, un sosias de Superman creado por Waid para responder a la cuestión de la que parte la obra: ¿qué pasaría si el mayor superhéroe del mundo se transformara en el más letal supervillano? Y, a partir de ahí, otro interrogante: ¿qué convierte a una persona en malvada? En las páginas del volumen iremos descubriendo aspectos que podrían responder a esas preguntas, a partir de las acciones del Plutoniano y de lo que sabremos de él de mano de antiguos amigos suyos, como los miembros de El Paradigma, un supergrupo al estilo de la Liga de la Justicia Internacional de DC donde no faltan miembros de etnias exóticas como el inglés de origen indio Samsara o la japonesa Kaidan.
Waid, maestro en esto de escribir relatos de superhéroes, consigue ubicar al lector en un universo superheroico totalmente nuevo sin que este sienta la incómoda sensación de perderse en él; muy al contrario, la historia se vale de los recursos habituales del género (las luchas entre héroes y villanos, el tema de la necesidad de mantener una identidad secreta, el sacrificio de la vida privada en aras de la defensa de los más necesitados, etc.) para que quien se adentre en la lectura de Irredeemable se sienta como en casa. A ello contribuye, por supuesto, el acertado dibujo, de corte clásico, de Peter Krause, un dibujante no muy prolífico hasta la fecha pero que se ha curtido en tebeos del género como Power of Shazam o Birds of Prey para DC Comics.
Por ello, desde aquí queremos manifestar nuestra más sincera recomendación respecto de Irredeemable, así como la petición de un poco de paciencia, por parte de un servidor incluido, para Ennis y su The Boys. Es posible que cualquier día de estos vuelva a ser lo que fue en un principio, sin renunciar a las salvajadas de siempre.
Título: The Boys n.ºs. 5 y 6
Autores: Garth Ennis (guión) / John McCrea & Darick Robertson et alii (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: mayo-diciembre de 2010
144 / 192 páginas (color) - 13 / 16 €
Título: Irredeemable n.º 1
Autores: Mark Waid (guión) / Peter Krause (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: diciembre de 2010
112 páginas (color) - 13 €
(+) Previously on Abandonad toda esperanza, The Boys:
- Vol. 1
- Vol. 2
- Vol. 3
- Vol. 4
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5 comentarios:
¡Qué gran reseña, muchas gracias!. Pues voy a buscar los dos volúmenes para leerlos, me ha picado el gusanillo. Son interesantes esos "orígenes" de los personajes, en especial el de La Hembra, de la que al menos hasta el cuarto volumen seguíamos sin saber nada de nada. Qué chula la portada-homenaje a "Alien"..
Al igual que tú, yo también espero que la serie vuelva a lo que fue: ahora la noto dejadísima, nada que ver con lo cuidado (y fantástico) que fue el volumen 1. ¡Besos!
The Boys empezaron encantándome, pero es cierto que se han hecho algo repetitivos. Igualmente, los primeros números son antológicos y pocas veces me he reído más con un cómic que con ellos.
Irreedeemable me queda :7
Veo que la sensación respecto a THE BOYS es más o menos generalizada...
Y el tebeo de Waid, al menos por el momento, está muy bien.
Recien empeizo en esto de los blogs me encuentro con este que es de lo mas interesante.
Ennis .. que decir, para mi el mejor en su campo, a la hora d elas burradas en plan The Boys o Worwood no tiene nadie que le haga sombra y si hay q ponerse serio idem, ahi queda su Punisher en numeros como los escalvistas o su Historias de la guerra. El mejor para mi siempre.
http://desangrehastalasrodillas.blogspot.com/
creo que "The Boys" todavía no ha llegado a donde va. Acordaos que Transmetropolitan (para mi el summum) también tiene un bajón a mitad, lo justo para que el guionista defina a donde quiere llevar la trama principal. Eso creo que está haciendo Ennis con los episodios del tomo 6 en los que para la trama para contar orígines de personajes que no influirán nada en el arco argumental principal.
A lo mejor me equivoco, pero creo que The Boys todavía puede ser muy grande. Vamos a ver a donde va...
un abrazo!
DANI SIMÓN
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