Al enfrentarse a una obra como esta Hypocrite de Jean-Claude Forest, solo hay dos caminos posibles: o contextualizarla en la época y el momento en que fue creada, teniendo en cuenta las características de su estilo gráfico, o intentar disfrutar de su lectura sin más.
Si se opta por esta última opción, el resultado puede resultar poco satisfactorio: Hypocrite no es otra cosa que el particular homenaje paródico de Forest, que ha pasado a la historia como el creador de la mítica Barbarella (heroína sexy de ciencia ficción que inmortalizó en la gran pantalla Jane Fonda), a la literatura de quiosco protagonizada por espías, sectas secretas, conspiraciones y demás. Algo así como lo que hizo Alfonso Font en su Federico Mendelssohn Bartholdy (como esta, publicada por Glénat), si bien esta última nos parece bastante más divertida que la francesa.
Resumir el argumento de Hypocrite es tarea baladí, pues se trata de una historia protagonizada por una bella y joven espía, cuyo nombre da título al álbum, y que se mueve entre organizaciones secretas que responden a nombres de siglas imposibles, un puente que en realidad es una criatura viva, planetas zoológicos y personajes como Cierzo-Brisa, el Príncipe de Poigne o el citado Destino, que se pasan toda la función corriendo de un lado para otro, disfrazándose y provocando los consiguientes malentendidos.
De esta forma, esta especie de Fantomas femenino creado por Forest está visto desde un prisma surrealista y sicodélico. Y es que Hypocrite es, como en cierta medida todas las obras pero de forma más diáfana que la mayoría, una hija de su tiempo: publicada en la mítica revista Pilote de forma serializada a comienzos de los 70, es un delirio pop repleto de personajes extravagantes, giros insospechados, situaciones absurdas y una clara voluntad por romper continuamente con la lógica del relato. De ahí que los resúmenes ocasionales de la trama que elabora el personaje de Destino sirvan de bien poco para seguir la misma.
Por lo tanto, hay que entrar en la historia: si no se consigue, es fácil perder el interés por una trama sin solución de continuidad, que Forest cuenta en sesenta páginas como podría hacerlo en seis o en seiscientas, y cuya lectura combina con osadía la fascinación y la desidia: la susodicha está jalonada de perlas divertidísimas pero también de chistes sin gracia, así como de juegos de palabras que imagino casi intraducibles (por tanto, hay que felicitar a los traductores, Aliènor Benoit y Pedro Riera, a los que no envidiamos semejante cometido).
Así pues, una obra esta, la cual se presenta irónicamente como una "Gran novela histérica" (que no "histórica": fíjense con atención en la portada), que hará las delicias de los amantes del pop art, aquellos que disfrutarán como posesos con cada una de las páginas del álbum, auténticos estallidos de color y energía cinética. Los que busquen una historia coherente y amena, mejor abstenerse.
Título: Hypocrite (Cómo descodificar el Atircopih)
Autor: Jean-Claude Forest (guión y dibujo)
Editorial: Glénat
Fecha de edición: junio de 2007
64 páginas (color) - 19,95 €
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1 comentario:
Desde luego, éste no es un tebeo que vaya a gustar a todo el mundo. De todos modos, a mí, por alguna razón, me encanta. Aunque pensándolo bien, mejor no buscarle razones.
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